Análisis de Final Fantasy Tactics A2: Grimoire of the Rift (NDS)

La serie Final Fantasy Tactics, subsidiaria de la famosísima franquicia de juegos de rol de la compañía Square Enix, ha conseguido ganarse los corazoncitos de un gran número de jugadores gracias a los excelentes títulos con los que nos ha obsequiado desde que, hará ya cosa de una década, saliera a la luz el primer título de la serie en la PlayStation One. Desde entonces, la saga tuvo su renacer hará unos años en un fabuloso título para la veterana GameBoy Advance y una revisión del juego original en la PSP, ésta última con tan sólo algunos unos meses a sus espaldas desde su salida al mercado europeo.

En esta ocasión, la saga aterriza en la Nintendo DS en un juego que, como su título indica, retoma la línea de la versión para GameBoy Advance. Fundamentalmente, veremos un título que se inspira claramente en dicha entrega, aunque con algunas mejoras en el plano técnico (debidas a las capacidades técnicas de la consola, netamente superiores frente a la pequeña de Nintendo) y una mejora notable en la experiencia jugable, fundamentalmente debido al uso que de la doble pantalla se hace durante todo el juego.

Argumento del juego.
El protagonista de la nueva entrega de Final Fantasy Tactics es un joven estudiante llamado Luso, a quien veremos entusiasmado durante la introducción de la aventura a causa de la inmediata proximidad de las esperadas vacaciones de verano (de las que mucho de nosotros ahora también podemos disfrutar, o bien nos disponemos a disfrutarlas próximamente). Lamentablemente, debido a una falta importante de puntualidad durante todo el curso, Luso es castigado a ordenar la biblioteca del colegio en las horas de la tarde posteriores a las clases.

Una vez en la biblioteca, Luso descubre un libro de aspecto antiguo en una mesa, y decide echarle un vistazo. El libro cuenta una fantástica historia de magia y fantasía, pero a partir de un cierto punto sus páginas están en blanco… La última frase escrita del libro reza la siguiente frase: "Dame el nombre de aquél que haya de llenar el vacío de estas páginas". Y, ni corto ni perezoso, nuestro héroe planta su firma en las páginas del libro.

Inmediatamente después, todo comienza a dar vueltas, y el libro parece absorber a Luso. Unos instantes más tarde, Luso aterriza en lo que parece ser un campo de batalla, donde conocerá a uno de los personajes que más le ayudará durante toda la aventura: Cid. Junto a él, Luso conocerá a todos los miembros del clan Galima, con los que se embarcará en una fantástica aventura en el mundo de Ivalice en la que deberán de descubrir entre todos cómo devolver al joven a su mundo. Mientras tanto, Luso ha sido aceptado como miembro del clan, y junto a sus compañeros caza-recompensas deberá de embarcarse en las misiones más dispares y peligrosas.

Sistema de juego
Como veremos desde el inicio de la partida, los paralelismos en la línea argumental del presente juego son evidentes respecto al guión de la entrega para GameBoy Advance. En lo que respecta a la jugabilidad y al sistema de juego del mismo, las semejanzas son también notorias, aunque con algunas diferencias que hacen de la experiencia jugable de la actual entrega de la serie algo notablemente más cómodo que la primera parte de la misma. Y esto se debe, fundamentalmente, al uso que el juego hace de la doble pantalla de la consola.

Lamentablemente, la función táctil de la portátil no ha sido convenientemente implementada en el juego, ya que el cursor y los menús del juego no responderán como deberían a nuestras pulsaciones mediante el lápiz táctil en la pantalla. El manejo del juego mediante el stylus, así, será poco preciso y, ciertamente, incómodo, ya que nos costará horrores acertar en el personaje que deseemos mover o en la casilla del escenario a la que deseemos desplazarnos. Por otra parte, el manejo del juego a través de la cruceta de la consola y de los botones de la misma es sencillo y cómodo, con lo que el jugador optará, a buen seguro, por este último como el método más fácil con el que desenvolverse en el juego.



Jugabilidad a dos bandas.
El hecho de que contemos con una pantalla superior y una inferior hace mucho más cómodo el sistema de menús y de opciones de juego. Por un lado, en las pantallas correspondientes a los mapas generales del terreno por el que nos desplazaremos, la pantalla inferior de la consola nos mostrará el mapa concreto del territorio que estemos explorando, con las misiones que hayamos aceptado previamente señaladas en los puntos del escenario donde debamos dirigirnos para realizarlas. Entretanto, la pantalla superior de la consola nos mostrará la información correspondiente a nuestro clan, esto es: el número de miembros del que se compone, las zonas dominadas por el mismo; las misiones que hayamos aceptado o cumplido en ese momento; y los puntos de clan y los guiles (moneda de cambio en el universo de Final Fantasy) de los que disponemos, además de los valores de negociación, destreza, coordinación y adaptabilidad de nuestro equipo.

Estos valores serán necesarios para superar determinadas zonas, así como para aceptar determinadas misiones, y son una manera de puntuar las habilidades sociales y tácticas de nuestro clan. Dichas habilidades mejorarán a medida que vayamos superando misiones en el juego, así como cuando aceptemos los llamados Exámenes de Clan. Estos exámenes no son sino pruebas concretas en las que se pondrá a prueba nuestras habilidades en combate o en la consecución de determinados retos (como en descubrir determinados objetos ocultos en el escenario lo más rápido posible, por ejemplo). Al superar dichos exámenes, veremos aumentar una de nuestras habilidades significativamente, o todas ellas en caso de presentarnos a un examen general, el cual comporta pruebas de mayor dificultad.

Por otra parte, en caso de aceptar una misión y meternos de lleno en ella, la pantalla inferior de la consola mostrará el combate entre nuestras tropas y los adversarios a los que nos enfrentemos, en el escenario en el que la batalla transcurra. Los escenarios del juego se sitúan en diferentes entornos y ambientes, dependiendo del territorio en el que nos encontremos. La orografía y los desniveles del terreno, así como la disposición de las tierras en el mismo (y los estanques o riachuelos, en caso de haberlos) afectarán directamente a la capacidad de movimiento de nuestros personajes, por lo que será un elemento a tener en cuenta en las diferentes misiones.

Por otro lado, la pantalla de arriba de nuestra Nintendo DS nos mostrará la información de los personajes que entren en lucha y el orden en los que éstos combatirán en cada turno. Teniendo en cuenta que las bases del rol táctico se fundamentan, generalmente, en el combate por turnos (como es el caso que nos ocupa) habrá que tener muy en cuenta la rapidez de cada personaje a la hora de organizar nuestras estrategias de defensa y ataque, ya que muchas veces aliados y adversarios se irán intercalando en el combate, cambiando incluso el orden de acción en algunos de los turnos.

La pantalla inferior del juego nos mostrará durante los combates los puntos de salud y de magia de nuestro personaje, así como del adversario al que dirijamos nuestro ataque. En caso de realizar un hechizo (beneficioso o perjudicial, según el caso) o un ataque físico que actúe sobre varios personajes, deberemos de ir con cuidado de que éste no afecte a personajes no deseados, ya que puede jugar en nuestra contra herir a un personaje aliado, o incluso realizar una curación accidental sobre un personaje enemigo. El sistema de menús de acción del juego es el clásico de los juegos del género, y muy similar al de los juegos clásicos de la saga Final Fantasy. En cada turno de cada personaje, podremos mover a nuestro personaje por el terreno, realizar una acción (atacar, lanzar magia, utilizar un objeto o desarrollar una habilidad en combate) o esperar mirando hacia determinada dirección. Dependiendo de la dirección en la que seamos atacados, se nos restarán más o menos puntos de salud, con lo que la estrategia en el movimiento y el emplazamiento de nuestras unidades es un factor muy importante.



Sistema de misiones y comercio.
En los mapas generales encontraremos algunas localizaciones (generalmente en forma de poblaciones) en las que deberemos adentrarnos para continuar con el discurso argumental de la historia. También nos servirán para entrar en dos de los lugares más importantes en el juego: las tabernas y las tiendas. En las tabernas podremos leer comunicados de otros personajes, e incluso conocer diferentes rumores que pueden afectar a algunas misiones en las que nos embarquemos. Y, por supuesto, también podremos aceptar las diferentes misiones del juego, cada una con diferentes grados de dificultad, con su recompensa correspondiente, y con algunos requisitos indispensables para poderlas llevar a cabo- como un determinado valor de alguna de nuestras habilidades de clan, o la posesión de algún objeto en concreto, por poner algunos ejemplos-. Una vez aceptemos una misión, deberemos de pagar en guiles una determinada cantidad al tabernero, en concepto de comisión por la información. También podremos aceptar realizar los ya mentados Exámenes de Clan, que deberemos de pagar mediante una cantidad determinada de puntos de clan. Estos puntos los iremos consiguiendo a medida que vayamos realizando las diferentes misiones que se nos ofrezcan durante la aventura.

En las tiendas de las poblaciones podremos comprar o vender objetos o equipamiento, principalmente. Contaremos con una opción muy interesante, que consistirá en poder probar el equipamiento sobre cada uno de los personajes de nuestro grupo antes de comprarlo. Así, nos aseguraremos que el equipamiento que adquirimos sea adecuado a nuestras necesidades. Por otra parte, contamos con un apartado muy útil en el transcurso de la aventura: la sección de gangas. En ella, podremos utilizar los diferentes tesoros que consigamos como recompensa en las diferentes misiones (y que, aparentemente, no tienen ninguna finalidad práctica directa) para formar diferentes tipos de armas, armaduras y accesorios que, una vez hayamos creado, podremos obtener en las tiendas correspondientes. La gracia de todo esto es que algunos de los objetos los podremos combinar de diferentes maneras, y en ocasiones podremos seleccionar más de un objeto de cada una de las tres categorías que nos pide el juego para crear un arma o accesorio, con lo que deberemos ir descubriendo mediante el método de prueba y error cuáles son las combinaciones que nos dan los mejores resultados, en este caso, las armas o accesorios más útiles o poderosos.

Razas y oficios.
Como ya ocurriera en la primera entrega de Final Fantasy Tactics Advance, en el juego encontraremos diferentes personajes que, en algunos momentos de la aventura, nos ofrecerán sus servicios a cambio de que les demos un lugar en nuestro clan. Así, aparte de los personajes de los que inicialmente dispondremos en nuestro grupo, podremos ampliar la plantilla de luchadores hasta formar todo un ejército. Tengamos en cuenta, sin embargo, que es más interesante conservar un grupo de personajes equilibrado e irlos paulatinamente subiendo de nivel (a medida que superemos las misiones del juego) que contar con un gran abanico de personajes poco hábiles en la batalla.

Aún así, es muy útil contar con varios personajes en nuestro clan, ya que en algunas misiones se nos ofrecerá la opción de enviar un grupo de expedición a cumplir con las mismas. Este grupo de expedicionarios no obtendrá experiencia por la misión cumplida, pero sí nos traerá la recompensa obtenida, más los tesoros correspondientes a la misma. Si queremos obtener éxito en este caso, deberemos de enviar a un grupo de personajes que sean de nuestra confianza, y que tengan un nivel aceptable para ganar en combate en caso de entrar en una batalla en medio de la misión. En caso contrario, volverán con el fracaso tras sus espaldas.

Contaremos con varias razas de personajes (hume, bangaa, nu mou, viera, moguri, seeq y gría), cada una con sus ventajas y desventajas en el terreno de juego: como ya pasara en la primera entrega de Game Boy Advance, algunas de las razas serán más útiles como magos, otras como caballeros o guerreros, otras como arqueros… Tendremos la opción de seleccionar el oficio que deseamos que desempeñe cada personaje, pudiendo contar entre nuestras filas con magos de diferentes especies (rojo, negro, blanco o verde, según los hechizos que pueda realizar), ladrones, animistas, caballeros, guerreros, monjes, arqueros, francotiradores, etc. Muchas de estas profesiones las iremos desbloqueando a lo largo del juego, generalmente porque alguno de los personajes que nos encontremos en la aventura nos enseñe determinada habilidad que nos permita desempeñar cierta profesión.



El oficio de nuestro personaje le otorgará ciertas habilidades y la posibilidad de utilizar cierto equipamiento determinado. Por otra parte, algunas piezas de equipamiento pueden ofrecer al personaje habilidades que, a priori, no podría desempeñar por su profesión, con lo que deberemos de revisar constantemente el equipo de cada personaje. Cada habilidad tiene una barra de experiencia que iremos desarrollando en cada combate, con lo que podremos crear auténticos expertos en determinadas habilidades.

Las leyes lo rigen todo
Finalmente, cabe resaltar que el sistema de leyes que apareciera en las anteriores entregas de la saga ha vuelto a hacer acto de presencia en el título que nos ocupa. En cada combate, contaremos con la presencia de un juez que nos pondrá una ley que nos prohibirá algunas acciones de combate determinadas, como el uso de armas arrojadizas o el uso de magia de determinados tipos (o de ninguno en concreto).Algunas de estas leyes son más molestas que otras, como por ejemplo la ley que prohíbe fallar ninguna acción durante el combate o la ley que prohíbe el uso de habilidades de reacción (que son aquellas que actúan automáticamente cuando nuestro personaje recibe un ataque o un hechizo).

Por otro lado, el juez otorgará a nuestro grupo con algunos beneficios durante el combate, como la posibilidad de mejorar nuestros ataques y reducir el daño de nuestros enemigos, mejorar ciertas habilidades, recuperar una determinada cantidad de salud en cada turno o aumentar considerablemente la experiencia después de cada combate. En caso de que incumplamos la ley vigente durante un combate, el juez se retirará del combate (junto al beneficio que habíamos seleccionado) y no podremos resucitar a ningún personaje en caso de que alguno de ellos caiga en medio del fragor de la batalla.

Apartado técnico.
Los gráficos de Final Fantasy Tactics A2 son, fundamentalmente, una revisión de los juegos precedentes de la serie. Si bien cuentan con mayor definición en el modelado, el color y las texturas, tanto en lo que respecta a los escenarios como a los diferentes personajes del juego (incluyendo las imágenes que acompañan a los recuadros de texto que veremos cuando entremos en conversación con otros personajes del juego), el grafismo del título pertenece a la tradición nipona de juegos de rol, con personajes de un tamaño reducido (aunque, sorprendentemente, llenos de detalles) en una vista, como ya ocurre en otros juegos del género, isométrica. Es una lástima que no se nos ofrezca la posibilidad de girar la cámara durante el juego, aunque si manejamos a nuestros personajes a través de los botones de la consola y la cruceta de control no tendremos ningún problema en el control de los mismos, como ya hemos dicho previamente.

Por otro lado, la música del juego es, sencillamente, una delicia. Llena la acción del mismo de una atmósfera mágica y épica que acompañará a la perfección cada momento del juego, además de deleitar al jugador con temas dignos de una producción de este calibre. Por otra parte, los efectos de sonido, con un amplio espectro de ruidos de golpes, mandobles y efectos mágicos, así como un amplio catálogo de expresiones por parte de los personajes (diferentes según su raza), no dejarán para nada indiferente al jugador.

Por último, cabe lamentar la ausencia de la posibilidad de juego multijugador en el título. Si bien la duración del mismo es suficiente para pasarse muchas horas frente a la pantalla de nuestra portátil, la inclusión de un modo inalámbrico (aparte del incluido, que sólo nos permite intercambiar objetos con otro jugador que posea la tarjeta de juego) cooperativo o de enfrentamiento entre dos o más jugadores hubiera aumentado exponencialmente las posibilidades jugables de este ya de por sí notable título.

Conclusiones
Final Fantasy Tactics A2: Grimoire of the Rift es una secuela muy digna del título aparecido en GameBoy Advance, así como una fantástica continuación de la saga Final Fantasy Tactics en general. Si bien se echa de menos un modo multijugador con el que poder enfrentarnos a otros jugadores, el juego es excelente y cuenta con lo mejor de los títulos del género, además de algunos añadidos propios que lo hacen una apuesta interesante dentro de la misma saga y del catálogo de juegos de rol táctico de la consola en general, el cual, cada vez más, está viéndose ampliado día a día con títulos, ciertamente, de categoría.