Análisis de Trolls vs Vikings (iPhone)

Los juegos de defensa de torres llegaron pisando muy fuerte hace unos mesas, justo después de que Plantas contra Zombis, lo cambiase todo. Las pantallas táctiles son un elemento indispensable para el género, ya que, en cierta manera, lo reinventa. Lo hace más accesible e instantáneo, al estilo de lo que el ratón es la herramienta perfecta para el género estratégico. Trolls vs. Vikings, en gran parte, le debe muchísimo al juego de Popcap Games -hasta su desarrolladora se parece en nombre y pronunciación, Megapop-, pero lo expande con algunas idea inteligentes, como la inclusión de jefes finales y la posibilidad, en un futuro, de contar con un modo multijugador. Pero, ¿serán suficientes?

La horda vikinga

El argumento de Trolls vs. Vikings es pequeño, corto y se nos narra, casi en su totalidad, en la secuencia introductoria. No hace falta más que una simple y rutinaria excusa -monetaria, obviamente- para ver a los vikingos atacar, cual horda salvaje, las casas de los trolls para robar su preciado, y extraído legalmente, tesoro en forma de pepitas y lingotes de oro. El leitmotiv jugable de Trolls vs. Vikings se resume así a lo visto en anteriores juegos similares del género, en los que debemos posicionar defensas -en este caso, apestosos trolls- a lo largo y ancho de un mapa en forma de cuadrícula, para evitar el avance de las tribus nórdicas. Los vikingos y sus diferentes tipos de unidades, irán llegando en sucesivas oleadas de forma inexorable, asediándonos en cada nivel y fase. Al principio del juego, los guerreros más básicos serán los que hagan de primera línea de combate, recibiendo nuestros principales envites defensivos, pero pronto comenzarán a llegar ataviados con armaduras, escudos o armas más potentes y mortíferas.

La estrategia y la rapidez de nuestras decisiones y actos tendrán una repercusión directa en los hechos del juego, ya que si nos despistamos por un pequeño lapsus de tiempo -o ponemos al troll donde no toca-, tendremos que acarrear con las consecuencias. Como Plantas contra Zombis, en Trolls vs. Vikings, encontramos decenas de variedades de trolls como aliados y otras tantas de vikingos siguiendo el papel de enemigos, que se complementan incluso con la aparición de dioses y personajes propios de la mitología nórdica, como Thor o Loki. En la app se recomienda seguir el mismo esquema que nos funcionase en aquel -descontando que tenemos diferentes tipos de criaturas que abatir-, sin variar ni un ápice el planteamiento. Es decir, primero y lo más inteligente, será invocar y plantar tantos mineros como podamos. Ellos nos abrirán la puerta a la recolección de gemas y piedras preciosas -necesarias para invocar más unidades-, y servirán como motor para la construcción de nuestro ejército. Cuando tengamos una buena cantidad de piedras azules, podemos comenzar a traer al escenario otros trolls, como los que usan tirachinas o los dragones escupe fuego.

Hay que disponerlos con inteligencia por el campo de batalla, escogiendo bien las cuadrículas, y teniendo en cuenta el tiempo de invocación -o la resistencia- de cada uno de los trolls. Hay que recordar que si los vikingos llegan a nuestro lado de la pantalla reiteradas veces, y nos eliminan por el camino, punto para los malos y fin a la partida. En función del enemigo con el que tengamos que lidiar, invocaremos a un tipo de troll u otro, destacando la aparición de los lanzadores de piedra, los chamanes -que son capaces de freír con un solo toque al enemigo-, los dragones escupe fuego, unos simpáticos monstruos de dos cabezas que lanzarán bolas llenas de veneno o los inmensos matones, que van ataviados con puños americanos y que pueden moverse libremente por el escenario según los necesitemos. Hay más de cuarenta tipos de trolls y vikingos de los que hacer uso -y hacer frente-, y cuyo papel está tan delimitado, que nos serán muy útiles en según qué tipo de nivel nos encontremos -teniendo en cuenta siempre su coste-. La mayoría de ellos se irá desbloqueando como recompensa con cada nivel que superemos.

Trolls vs. Vikings deja a un lado la estática estrategia defensiva de otras aplicaciones similares, y nos ofrece un ritmo de juego algo más alto y con una clara tendencia a la movilidad de algunas unidades, lo que confiere un nuevo componente jugable a las batallas. Es decir, habrá situaciones en las que podemos tomar las riendas de la batalla, cambiando algunos trolls de línea a línea, llevándolos allá donde necesitamos que paren a los aguerridos nórdicos. Puede parecer una cuestión baladí, pero en el fragor de la batalla, esta posibilidad de rectificación y reorganización de recursos, funciona. Es sin duda, uno de los mayores aciertos jugables de la app.

Trolls vs. Vikings también trae consigo algunas fases especiales de asedio, donde debemos defender una posición en concreto, empalizada mediante, mientras lanzamos ingentes trozos de piedra, invocamos tempestades o soltamos llamaradas para aplacar el avance de los vikingos. Estas ayudas y poderes mágicos, que aportan diversificación jugable, están disponibles por tiempo limitado en cada partida -tardan un poco en recargarse- así que debemos espaciar su utilización con sumo cuidado. Además, incorpora la consecución de algunos objetivos y logros extra para evitar lo monótono de su jugabilidad, aunque siendo sinceros, las diferencias con Plantas contra Zombis y los cientos de imitadores del juego de Popcap Games, son muy pocas, y eso que hablamos de un título bastante longevo. Trolls vs. Vikings tiene una duración casi demencial, aportando más cuarenta horas de juego entre todos sus modos y vertientes, y la esperanza del modo multijugador -pieza clave que no sabemos cuándo llegará-, promete alargar más si cabe la vida útil de la app.

Otro aspecto polémico, en lo que parece ser una tónica en esto del género, son las compras in-apps derivadas de la imperante vertiente free-to-play que parece dominarlo todo en la App Store o Google Play Store. De esta manera, y si queremos ser más rápidos avanzando, podemos comprar paquetes de oro con los que desbloquear nuevas unidades y trolls -algunos de ellos exclusivos-, y que solo estarán disponibles a través de este método. Una práctica un tanto molesta, pero a la que tristemente, ya estamos acostumbrados. En cuanto a nivel gráfico y técnico, poco que destacar, más allá de las animaciones, que son muy buenas y ofrecen un buen plantel de movimientos de lo más divertido. El diseño no es gran cosa, y aunque se atesora cierto humor negro bastante agradecido -hay algunos personajes que hacen de las suyas con mucho salero-, así como una interesante mezcla de escenarios -bosques, llanuras llenas de ceniza y lava o parajes helados- huelga decir que la app destila gran sensación de déjà vu, ya que los terrenos, campos abiertos y demás elementos, parecen rescatados o inspirados por otros juegos similares del género. El sonido, desgraciadamente, tampoco es nada del otro mundo. La app no está traducida al castellano, pero sí goza de soporte para Game Center en iOS.

Conclusiones finales

Trolls vs. Vikings es una app como otra cualquiera, que más que una nueva muestra y referente del género de la defensa de torres, parece una simple actualización visual y artística de otros juegos similares vistos con anterioridad. No termina de cuajar, y pese a que aporta algunas novedades jugables -a la espera de su modo multijugador-, puede llegar a hacerse pesada y repetitiva, sobre todo si venimos de jugar numerosas horas a anteriores videojuegos como el citado Plantas contra Zombis -referente y fuente de inspiración palpable de la presente aplicación-. Trolls vs. Vikings es una aplicación larga y entretenida, pero poco más.