Análisis de Tabletop Defense (iPhone)
Aunque reconocemos de manera honesta que el género de defensa de torres -también conocido comúnmente como "tower defense", en inglés- está más que visto, y que por doquier se presentan juegos similares y con temática idéntica en la App Store o en Google Play, de vez en cuando, llegan a nuestras manos aplicaciones que parecen cambiar por completo la faz del género. Ya sea por una excelente ambientación, como por una dificultad ajustada, hay apps que consiguen que veamos con fuerzas renovadas un cierto esquema jugable, atisbando, ya de una forma más general, cierta esperanza para el género en el que se enmarca.
Tabletop Defense, encierra una ambientación y un diseño gráfico distinto, una gran dificultad y el suficiente contenido como para tenernos entretenidos defendiéndonos de interminables legiones de enemigos durante horas.
¿Un juego de niños?
Lo primero que nos llamará la atención de Tabletop Defense, es su impactante diseño artístico y gráfico. Desmarcándose de otros juegos similares de la competencia, Tabletop Defense aboga por una ambientación basada en escenarios y unidades troqueladas, de cartón y papel, para intentar así simular lo que vendría a ser un juego de tablero y guerra más propio de una habitación y un juego de niños, que de un conflicto real.
De una manera desenfada, Tabletop Defense nos presenta su interfaz y sus unidades y escenarios, que estarán llenos de elementos de papel, plástico, o llegados el caso, de lata. Da lo mismo que sea un tanque a que sea un coche militar, todo será de papel y cartón -sí, incluso los proyectiles, que son meras bolitas de porexpan-.
Dejando a un lado su presentación, Tabletop Defense presenta un esquema jugable bastante similar al de otras propuestas de la App Store. Como en cualquier juego de defensa de torres, en Tabletop Defense tendremos que disponer nuestras torres y armas por diferentes puntos de un escenario delimitado, a fin de evitar que las constantes oleadas y filas de enemigos -que siguen un camino y una dirección marcada- penetren en nuestra base principal, perdiendo si es así el caso, la partida. Para evitar perder las preciadas vidas que marcan el destino y el éxito -o fracaso- de la misión de defensa, deberemos prestar atención al escenario, a la frecuencia y potencia de disparo de las torres que disponemos, y del blindaje de nuestros enemigos.
En Tabletop Defense tenemos varios tipos de torreta. Desde una ametralladora clásica, a una batería antiaérea -ideal para los enemigos que sobrevuelan la pantalla-, pasando por un cañón de distancia, otro con munición anti-carro y un arma experimental basada en la corriente alterna de Tesla. Cada torre tiene un coste y una serie de niveles de mejora, permitiéndonos en todo momento -siempre y cuando tengamos dinero- aumentar su capacidad de disparo o potencia. En los primeros niveles, estaremos muy restringidos en varios aspectos, teniendo que elegir con cabeza y cuidado las torretas a disponer alrededor de los puntos -marcados convenientemente- del mapa.
Las ametralladoras serán esenciales para disparar muy rápido, y debilitar distintos tipos de unidades básicas -como los automóviles blindados- y aprovechar para rasgar -algo, muy poco- otros vehículos más grandes como los tanques. Los primeros niveles de Tabletop Defense son un verdadero tutorial encubierto, enseñándonos las unidades a las que nos enfrentaremos más adelante. En principio, las formaciones enemigas irán siguiendo un camino único y marcado, y más adelante, nos veremos en la disyuntiva de elegir qué tipo de unidad o torreta defender o destruir. Cada enemigo, cabe decirlo, una vez sea eliminado del mapa, permanecerá en forma de chatarra unos segundos, en los que retrasará el avance de sus compatriotas de ejército.
Esto nos ayudará mucho a ganar unas pocas décimas, y crear -siempre y cuando hayamos estudiado el terreno- verdaderos cuellos de botella en los que soltar tanto plomo -o corcho blanco- como podamos.
Un tower defense muy difícil y visualmente intachable
La dificultad de Tabletop Defense es alta, muy alta. Teniendo en cuenta que es un juego donde nos podemos complicar a la mínima -más y cuando, en todo momento podemos despistarnos, elegir una torreta no demasiado conveniente y echar al traste la partida-, Tabletop Defense nos ofrece una curva de dificultad muy acuciada, poniéndonos las cosas muy difíciles en todo momento. La velocidad de oleadas, incluso en su nivel más básico, es muy, muy alta, obligándonos en más de una ocasión a replantear por completo la disposición de las torretas en el mismo transcurso de una partida.
Habrá que vender, eliminar, mejorar y comprar continuamente, dejando atrás la pasividad de algunos títulos similares. En Tabletop Defense, sobre todo en su segundo tercio, tendremos que tener una actitud activa, memorizando las torretas que más nos convienen según la unidad enemiga a la que atacar. Tabletop Defense ofrece una gran retahíla de niveles distintos, con una ambientación intachable, y con elementos y obstáculos -desde árboles, a colinas, pasando por montañas o edificios de cartón- de lo más variado. Y lo que es más importante, esta orografía de papel y plástico, influye muchísimo en la jugabilidad.
Como os comentábamos al comienzo, Tabletop Defense es un juego visualmente muy atractivo, en parte debido a su original apartado gráfico, a medio camino entre el cel-shading y el troquelado de cartón, parecido al de títulos como Little Big Planet. Los escenarios están muy bien diseñados, difíciles, con múltiples recovecos, cambios de sentido y desniveles -algo a considerar dado los enemigos-. Los enemigos -tantos los terrestres, como los aéreos-, así como las torretas, tienen una apariencia más mecánica y de juguete, cercana al latón.
Por si fuera poco, podemos mover la cámara y la perspectiva de forma libre, eligiendo el típico punto de vista cenital, o centrándonos en una vista más detallada y concreta, eligiendo, por ejemplo, la vista en primera persona de algunas de nuestras torretas. El título gráficamente es una verdadera gozada, y es compatible con las pantallas retina del iPhone y el iPad -el juego ha sido analizado en un iPad con pantalla retina, y en dos iPhone, iPhone 4S y iPhone 4-.
Conclusiones finales
Tabletop Defense es un juego más que notable. Ofrece un punto de vista algo distinto al de otros títulos similares, en parte por su gran dificultad, y en parte, por su increíble diseño visual. De lograda interfaz y con una jugabilidad a prueba de bombas, Tabletop Defense es la aplicación de referencia del momento en iOS para todo aquel aficionado al género de la defensa de torres. Debes probarla. ¡Es una orden!