Análisis de Star Wars: Commander (iPhone)
Star Wars -La Guerra de las Galaxias, 1977- lo cambió todo. Supuso un antes y un después en la industria cinematográfica -inaugurando la edad dorada de los blockbusters modernos o películas de estudio cuya finalidad es hacer los deberes en taquilla-, y marcando a fuego el imaginario colectivo de toda una generación y a posteriori, dejó mella en la cultura pop de media planeta. Los personajes y las inspiradoras situaciones y aventuras que vivieron Luke Skywalker, Han Solo, Obi-Wan, Leia o la pareja de androides formada por C-3PO y R2-D2, calaron hondo, y dieron pie a las futuras secuelas -y discutibles precuelas, algo tardías- sacadas de la cabeza de George Lucas, amo y Emperador de todas las cosas.
Ahora, en vistas del séptimo y próximo de la saga -a cargo del siempre eficiente y experto en revitalizar franquicias galácticas, J.J Abrams, y con el respaldo de Disney- y bajo el paradigma de un panorama comercial donde se deja ver y palpar cierta saturación mercadotécnica -entre re-ediciones especiales de las películas en el formato doméstico de turno, muñecos y estatuas o moldes para bizcochos con la forma del Halcón Milenario-, llega a nuestras manos un nuevo videojuego de Star Wars diseñado en exclusiva para plataformas táctiles, Star Wars: Commander.
Un conflicto sin descanso por el control de la galaxia
En Star Wars: Commander arrancaremos nuestra andadura bélica como mercenarios que intentan sacar tajada en el desértico planeta de Tatooine, instantes después de la caída de la primera Estrella de la Muerte. Tras varias amenazas de los mafiosos aliados de Jabba el Hutt, tendremos que tomar la primera decisión: Alianza Rebelde o Imperio Galáctico.
En función de nuestra afiliación, tendremos unos objetivos u otros, así como diferentes tipos de unidades y construcciones o edificaciones. Nosotros, en la primera partida, decidimos acabar como acólitos de Darth Vader y los suyos, obteniendo todo el poderío militar del Imperio con el trato. Si por el contrario, contamos con la Alianza Rebelde contaremos con varias personalidades -Han Solo, Leia o Cheewbaca entre otros- y alguna que otra unidad exclusiva.
Los primeros segundos de Commander son idénticos a los de otros videojuegos del estilo. Tras elegir facción, empezaremos a acatar misiones, construir y fortificar nuestro asentamiento. Las misiones son variadas, aunque se reducen casi todas a aniquilar y destrozar en el menor tiempo posible, algo que también sufriremos en nuestras propias carnes. ¿Qué nos supone esto? Pues que deberemos saber encontrar el equilibrio entre recursos y gastos para defensa y unidades. En Star Wars: Commander tendremos tres niveles y tipos de recurso: monedas, chatarra o trozos de metal y cristales.
Construir tiene un coste en dinero virtual, otro en metal y una posibilidad de aceleración en el tiempo de edificación a través de la compra o uso de cristales -que vienen a ser la recompensa que obtendremos tras cada misión y objetivo-. Por ejemplo, si queremos tener una torreta lista en el menor tiempo posible, pagaremos su coste en cristales, y así conseguirla antes de lo previsto. También influye en el tiempo de entrega la cantidad de droides que tengamos trabajando y recogiendo chatarra por los alrededores de nuestra base, por lo que a mayor mano de obra mecánica, menor tiempo de espera.
¿En qué gastaremos nuestros recursos? Pues además de en edificar torretas, muros y refinerías, en las que convertir y monetizar nuestro arduo trabajo de recolección de materiales, lo haremos en unidades e infantería. Como os decíamos, la mayoría de objetivos son fáciles y atractivos -asaltar al enemigo, sean mercenarios o criaturas de las arenas de Tatooine o bases rebeldes en Endor-, y la app ofrece además campañas -disponibles en un futuro- y retos PvP, en los cuales intentaremos aniquilar a jugadores reales a través de internet-.
Star Wars: Commander en el fondo, es un juego de estrategia y gestión, al estilo de otros títulos similares como Clash of Clans o Forge of Empires. Pero, al contrarios que estos dos juegos, Commander se hace más ameno y se hace incluso menos cuesta arriba a la hora de avanzar si tener que desembolsar ni un solo céntimo extra a través de sus también numerosas compras in-app -como marca el género y el tipo de monetización free-to-play-.
Gracias a su mecánica clara y concisa, y a su ambientación es fácil adentrarse en el planteamiento del juego, todo un lujo para los aficionados a Star Wars y su mitología. Tendremos un buen puñado de stormtroopers y soldados rebeldes sacados directamente de las películas, tanques y bípedos AT-AT y AT-ST, cazas TIE e incluso tropas de asalto venidas desde las novelas, viñetas y cómics más famosas del maltratado Universo Expandido.
Además, como ya os decíamos al comienzo del análisis, algunos de los héroes y villanos más conocidos, también harán acto de aparición como aderezo para la ya de por sí interesante licencia. Y no hay que preocuparse: las dos facciones están bien equilibradas. Los jugadores que decidan aventurarse en la Alianza Rebelde en su lucha por la libertad, aunque tendrán menos recursos militares, contarán con valientes tropas, la ayuda de espías y cazas como los conocidos X-Wing, entre otros. Por si fuera poco, la app nos permite mejorar o perfeccionar unidades, a fin de ganar galones con nuevas características y potencia de fuego. En otras palabras: siempre habrá espacio para la mejora.
Gráficamente, Star Wars: Commander hace gala de un diseño artístico cercano al cel shading, pero sin desbarrar demasiado con las facciones y aspectos de personajes, escenarios o unidades. Todo, desde un soldado a un edificio está recreado en tres dimensiones, lo que añade -y nunca mejor dicho- una profundidad al aspecto visual, que nos ofrece una nueva aproximación a unos parámetros y diseños galácticos francamente vistos. La app se comporta francamente bien en dispositivos más antiguos -como el iPhone 4S y el iPad 2- y en tablets o smartphones de la manzana más modernos y recientes, como el iPhone 5S o las versiones más cercanas en tiempo del iPad -iPad con pantalla retina en adelante-.
El sonido recopila todos los efectos conocidos de las películas, como el ruido de los disparos láser, el vuelo de los cazas TIE o las pisadas de los colosales AT-AT. Las piezas musicales de John Williams y sus bien traídas fanfarrias orquestales -algunas de los cortes y pistas más emblemáticas están en la app-, sonarán para amenizar las partidas. Star Wars: Commander es una app que cuenta con traducción al castellano -pero sin doblaje, aunque no os preocupéis pues las voces en versión original son muy fieles a las vistas en los films-, y que es plenamente compatible con Game Center.
Conclusiones finales
Star Wars: Commander podría haber acabado en la pila de desechos del género de estrategia y gestión de iOS, entre otros tantos juegos similares que abusan del planteamiento free-to-play hasta la extenuación del jugador. Pero no ha sido así. Commander es un título con un planteamiento accesible, divertido, que nos invita a combatir por diferentes planetas y sistemas, luchando a favor del orden con el Imperio Galáctico como siervos de Lord Darth Vader y el Emperador Palpatine o intentando librar del yugo Sith a la galaxia como rebeldes en la Guerra Civil Galáctica de la trilogía original.
En cualquier caso, y pese a que no ofrece realmente nada nuevo -todo se reduce a recoger, recopilar, construir y combatir-, como jugadores y aficionados a Star Wars estaremos más que servidos. Star Wars: Commander sirve como título de gestión y estrategia, y además se aprovecha de una jugosa licencia, algo que siempre hace más atractivo a cualquier app por mucho que conozcamos su mecánica. En cualquier caso, no es un comentario despectivo: Star Wars: Commander es un juego notable por sí solo. No obstante, llegar a ser un Comandante de la Flota y servir a Darth Vader sin decepcionarlo a las primeras de cambio, no es tarea fácil.