Análisis de Slayin (iPhone)
Sí, lo sabemos. Los "endless runner" o juegos de carrera infinita, el género de moda en iOS junto al de las cartas coleccionables, no es del agrado de todos. Y es normal. En la App Store, todo va un poco por modas. Los jugadores reclaman títulos como Angry Birds, y se hacen cientos de copias. Como Real Racing, y otras apps de conducción toman el control. Como "Plantas contra Zombies", y un poco más de lo mismo. Pero los juegos "endless runner" parecen haber llegado para quedarse.
No obstante, ofrecen una jugabilidad ideal para los dispositivos táctiles, y a poco que la desarrolladora sea capaz de impregnar de originalidad el concepto que tienen entre manos, lo cierto es que pueden ser muy divertidos.
A lo largo de la historia de nuestra sección, hemos visto juegos de dispar calidad en esto de la carrera infinita en iOS, algunos muy originales y divertidos. Pero nada, y decimos nada, como Slayin, que combina sabiamente el género y lo lleva al terreno de la acción y el rol bajo un prisma netamente nostálgico y una dificultad muy alta.
El camino del pixelado guerrero
Slayin es un juego de rol muy básico, con un elevado componente de acción y habilidad, bajo el prisma de las habituales dos dimensiones de marcado aspecto retro -de hecho, el mismo icono de la app es un cartucho-. El concepto de Slayin, es bastante sencillo. Escogeremos uno de los tres héroes principales: el caballero, el mago o el bandido, y nos embarcaremos en una frenética y peligrosa aventura donde nos enfrentaremos a cientos de miles de enemigos por el camino. Y todavía nos queda algo que debemos intentar, bajo cualquier circunstancia: no morir.
Si morimos, por el motivo que sea, el juego se terminará. Y deberemos empezar desde el principio, volviendo a escoger a otro personaje y comenzando de nuevo toda la aventura. Para evitar esto, y como no puede ser de otra manera, tendremos que subir constantemente nuestras habilidades, ataques y defensas, a fin de tener el héroe más completo posible. ¿Cómo? Es fácil: matando y aniquilando enemigos. Cada criatura, monstruo, fantasma o bicho -ya os avisamos, la variedad y diseño de enemigos es francamente enorme-, nos reportará una recompensa y una serie de puntos de experiencia que nos servirá para mejorar, subir y comprar objetos.
Mientras nuestro héroe seguirá consiguiendo mejores atributos conforme más lejos lleguemos, de vez en cuando, nos veremos asaltados por comerciantes en diferentes niveles, que nos ofrecerán armas, armaduras y piscolabis diversos, a fin de que recuperemos vida y energía y aguantemos el tirón de las constantes oleadas de enemigos. Los primeros compases de Slayin son fáciles de abordar, con enemigos pequeños y algo tontos -parece que cierto enemigo de Dragon Quest hace su aparición a modo de guiño-, pero de buenas a primeras, nos veremos rodeados por dragones, fantasmas y zombis bien pertrechados y poderosos, con lo que habrá que andar con mucho ojo.
Slayin así, se revela como un juego versátil, adaptativo, que nos muestra su curiosa mecánica jugable de primeras. Es difícil, rudo y complicado -su control se compone por tres simples botones-, y nos costará, bastante, saber y encontrar el punto intermedio con el que estar cómodos respecto a su arcaica jugabilidad. Al principio, todo será decepciones, improperios y enfados. Pero en un par de partidas exploratorias, nos veremos luchando contra minotauros gigantes, dragones, demonios y babosas enormes con cara y aspecto de pocos amigos. Y si somos buenos, quizás veamos y luchemos contra el poderoso dragón que da pie a la historia del título.
Como juego, Slayin es largo, muy largo. No solo estamos hablando de tres estilos de lucha distintos -el guerrero y el mago, o el bandido se controlan y combaten de una forma muy diferente entre ellos-, hablamos también de decenas de escenarios, jefes legendarios y más de cien misiones y logros distintos. La app nos ofrece pequeños objetivos a conseguir -denominados, en la jerga del género, "quest"-, que nos ayudarán a marcar de forma coherente nuestro progreso. A su vez, ofrece una taberna interactiva, donde podemos comprar contenidos, desbloquear personajes y comprar tumbas -sí, habéis leído bien- para hacer los honores a nuestros héroes y sus aventuras, distancias recorridas o enemigos abatidos.
El aspecto técnico de Slayin, nos parece brillante. Sus gráficos retro, y su banda sonora, compuesta por Matt Creamer, encandilarán a los más fanáticos del género y los juegos con cierto componente nostálgico y en dos dimensiones. El título funciona genial en el iPad o el iPhone, sin ralentizaciones, fallos o problemas de lag, y eso, en un juego tan exigente, se agradece. A su vez, la app es compatible con Game Center, y está traducida al castellano.
Conclusiones finales
Slayin es un oasis dentro del género endless runner, aunque verdaderamente, creemos que va un poco más allá. Unificando elementos del rol y la acción, consigue dar a luz a un género propio en sí mismo, ofreciendo una dificultad elevada y una alta dosis de rejugabilidad. De aspecto técnico impoluto y atractivo, y de gran cantidad de elementos a desbloquear y descubrir -cien misiones nos esperan- Slayin es una notable app que merece, al menos, ser probada y disfrutada por aquellos jugadores que busquen un verdadero reto de cierto diseño nostálgico en sus iPhone, iPad o iPod touch.