Análisis de Ragdoll Blaster 3 (iPhone)
Las mecánicas jugables simples, y los juegos sencillos, muchas veces, son la mejor opción para los dispositivos móviles. Quizás su naturaleza portátil y su juego esporádico invitan a la creación de aplicaciones sencillas, no demasiado complejas y con jugabilidad directa. Es cierto que, aunque la tónica parece revertirse, sobre todo con la aparición de complejas sagas o títulos que comienzan a dejar en paños menores incluso a algunos juegos de sobremesa, las aplicaciones simples siguen robándonos el tiempo libre y copando los primeros puestos de ventas de la App Store.
Ragdoll Blaster es el ejemplo perfecto. Ragdoll Blaster es una de las sagas más queridas, veneradas y veteranas de la App Store. Apoyándose en unos simpáticos muñecos de trapo, Ragdoll Blaster ha conquistado los dispositivos de miles de jugadores desde hace un par de años con una jugabilidad tan simple como atrayente, siguiendo la máxima que parece funcionar con abrumadora facilidad en la App Store: simplifica y vencerás.
Y llevan razón. Ahora, con su tercera entrega, Ragdoll Blaster nos vuelve a proponer el mismo plan de siempre, pero ofreciéndonos más tipos de personajes completamente personalizables, nuevos niveles y retos y una enorme cantidad de logros por desbloquear.
¡Lanza al muñeco!
¿Qué ha hecho de Ragdoll Blaster una aplicación de tanto éxito? Como os comentábamos al comienzo de nuestro análisis, la respuesta más clara es la referente a su estilo jugable, directo y muy intuitivo. En base, es la misma fórmula de siempre. Fórmula que han utilizado juegos como Cut the Rope o Angry Birds: curva de dificultad amplia y ajustada conforme avanzamos y un sistema de juego basado por completo en la pantalla táctil del dispositivo para el que ha sido concebida la aplicación. Ragdoll Blaster ha ido coqueteando con un sistema de juego parecido al de los cerdos y los pájaros rabiosos de Rovio, pero apostando por las físicas y los puzles relacionados con ellos y por la inversión de algunos de los conceptos del citado juego de las aves.
En Ragdoll Blaster 3 disparemos a una serie de muñecos rellenos de arena y recubiertos de trapo (las comparaciones con los famosos sackboy de Little Big Planet son evidentes) contra unas dianas repartidas por los escenarios, nivel tras nivel. Al menos es la base, ya que conforme vayamos avanzando en los mundos diferentes que se nos ofrecen en Ragdoll Blaster 3, veremos que no era tan sencillo como nos lo pintaban al principio o al comienzo del juego. El concepto básico del juego comenzará a ampliarse y nutrirse con la introducción de ciertos puzles de lógica relacionados con la física de nuestros queridos muñecos y nuestros disparos o la recolección de monedas con forma de botón. Primero, hay que tener en cuenta que nosotros, en todo momento, podremos controlar el ángulo del disparo, marcándose con una mirilla el lugar exacto hacia el que se dirigirá disparando nuestro pobre muñeco. Esto es algo esencial, ya que aunque los primeros niveles no tienen mucha historia (las dianas estarán bastante claras), a los pocos minutos de empezar la partida, comprobaremos como tendremos que ser muy precisos para evitar obstáculos, cajas o para empujar mecanismos con los que activar puertas o elementos que nos ayuden a llegar al objetivo marcado.
Al poder elegir el ángulo y la velocidad, y escoger varios cañones con los que disparar, el juego comenzará a desvelarse como algo más que una simple sucesión de muñecos volando de manera directa. ¿Disparo a esa pared para que el ragdoll rebote y tire esas cajas y me allane el camino o prefiero arriesgarme a hacerlo todo con un simple movimiento bien calculado? ¿Me interesa lograr la recolección completa de monedas o prefiero pasar el nivel de puntillas? Y todavía hay más elementos que lograrán enganchar a los completistas. Obviamente, una vez nuestro muñeco consiga "tocar diana" el nivel se considerará superado y se nos otorgará una puntuación. Pues bien, si somos lo suficientemente rápidos, y no empleamos una gran cantidad de muñecos de trapo en nuestra odisea (cuantos menos usemos muchísimo mejor), o logramos recopilar tantos botones de oro como podamos, obtendremos una puntuación más alta. Ragdoll Blaster 3 también consigue incorporar una variante de personalización más que divertida para nuestros divertidos protagonistas.
Y es que desde Backflip Studios se ha querido crear un ragdoll para cada ocasión, encontrándonos con diferentes apariencias de "ragdoll" que nos ayudarán a pasar los múltiples niveles que tengamos por delante. Esta vez contaremos con un muñeco capaz de deslizarse por el hielo, otro que hará de imán magnético, un ragdoll de peso (ideal para activar algunas palancas y ascensores), uno explosivo (esencial para volar los obstáculos) o el clásico de trapo, el más básico y neutro de todos. Ragdoll Blaster 3, a su vez, ofrece más de 100 niveles distintos y 5 nuevos mundos completamente nuevos a explorar, con lo que las horas de diversión estarán más que garantizadas.
Gráficamente, el juego es muy simpático. Cuenta con gráficos en 3D dimensiones, pese a que la cámara es plenamente lateral. En Ragdoll Blaster 3 encontraremos varias ambientaciones, desde cuevas de cristal y hielo, pasando por escenarios plagados de lava a asentamientos lunares y en el espacio. Los modelados de los personajes, así como sus texturas, rayan a muy buen nivel en la pantalla retina del iPhone y del iPod touch, con lo que en este aspecto, pocas pegas podemos encontrarle.
Conclusiones finales
Ragdoll Blaster 3 es una secuela que aporta todo lo que se espera de ella: más niveles, más opciones y nuevos personajes que "disparar". Su precio es ideal (0,79 céntimos), y su duración, casi infinita teniendo en cuenta las posibilidades de completar logros mediante Game Center. Quizás su mecánica esté muy trillada, o su fórmula jugable gastada, pero lo cierto es que funciona. Por eso, si queréis un app que cumpla los requisitos de juegos o títulos como los famosos Angry Birds o Cut The Rope y necesitáis un buen sustituto de los mismos, Ragdoll Blaster 3 os encantará.