Análisis de Horizon Chase (iPhone)
¿Cuál es la receta para hacer el juego de carreras perfecto? La fórmula, como todo en esta vida, varía según el resultado que se quiera obtener. A lo largo de los últimos años hemos visto un poco de todo en la App Store. Desde juegos que buscaban dar un impulso a franquicias obsoletas y algo pasadas de moda, a otros que suponían la enésima entrega de una exclusiva para móviles y tablets. También hemos visto intentos serios, como Real Racing, que consiguió buscar -y encontrar- el término medio entre simulador y arcade en una plataforma en la que se juega a través del contacto con una pantalla táctil o con el uso de giroscopios y acelerómetros.
Pero Horizon Chase se desmarca de este tipo de corriente de simulador serio, y se adentra, con una grandiosa clase y un planteamiento fresco y directo, en los juegos de conducción más arcade.
Conducción arcade y nostalgia
Uno de los motivos por los cuales Horizon Chase parece cautivarnos desde el minuto uno, es su cuidada y refinada presentación. No estamos hablando de una app que se preocupa más por la monetización o el uso de una licencia poderosa para vender. Es más: podría haberse llamado OutRun o Lotus Turbo Challenge y haber intentado rizar el rizo de una serie de títulos olvidados en pos de una elegía nostálgica. Pero no. Horizon Chase apela a la nostalgia, sí, pero con personalidad, buen hacer y diseño propio, intentando trasladar la época de los 16-bits, aquella en la que se jugaba con los polígonos y la perspectiva para recrear toscos efectos tridimensionales.
Horizon Chase no se anda con rodeos, pantomimas o alardes vacuos. Nos invita directamente a jugar, sin ningún tipo de intermediarios en forma de tutorial o controles que nos obliguen a permanecer estancados durante un cierto periodo de aclimatación. Si el menú de presentación del juego de Aquiris Game Studio es minimalista y conciso, su jugabilidad -y por correspondiente, su interfaz- lo es todavía más, sin que ello signifique acabar con un juego anodino o extremadamente repetitivo. En Horizon Chase debemos permanecer atentos a cosas tan simples como la gasolina, la velocidad que llevamos, el puesto en el que nos encontramos, las vueltas que nos quedan o hemos dado o el número de nitros que podemos usar. Nada más. Y todo está al alcance de nuestra visión -y nuestros dedos- sin que prestemos atención a cosas tan superfluas como el freno o el freno de mano.
La conducción es arcade y frenética hasta la médula, dejando por completo cualquier atisbo primigenio de realismo reconocible. Al igual que en OutRun o Rage Racer, aprenderemos a pisar a fondo el acelerador, derrapar en cada curva y utilizar el impulso al salir de las mismas para adelantar a los pilotos que corren contra nosotros.
Pilotos, que aunque no gocen de una inteligencia artificial especialmente buena -casi parecen destinados a estorbar y servir como bultos a los que adelantar-, siempre estarán ahí para ponernos las cosas más difíciles, ya que empezaremos siempre al final de la línea de salida. El pilotaje de los coches es una delicia -dentro de los términos arcade en los que nos encontramos-, contando incluso con variantes, diferentes modelos y modificaciones mecánicas -por ejemplo, cada uno tiene un tamaño distinto de depósito de gasolina-. Quizás no sean especialmente boyantes pero ayudan y mucho, sobre todo en potencia bruta, en las carreras y circuitos más avanzados.
El título de Aquiris Game Studio utiliza su principal baza en el desarrollo y planteamiento de circuitos. Horizon Chase incorpora hasta 73 recorridos diferentes, emplazados en ocho copas distintas alrededor del mundo. Esto nos regala, además de estampas bellas, cambios sutiles en la conducción, curvas de diferente acuño -cerradas, muy cerradas o con elementos del escenario sobresaliendo lo justo por el asfalto para hacernos fracasar en nuestra tremenda maniobra de pilotaje- y estrategias ligeramente mutantes en función del recorrido.
Horizon Chase no agobia, no amarga, ni se hace repetitivo. Funciona en todo momento, insistiéndonos en recoger todos los tokens -unas fichas que marcan el éxito y nuestra capacidad como pilotos-, y manteniéndonos siempre atentos del combustible, esencial y parte vital de la mecánica de conducción. Esto motiva, y mucho, a que estemos pendientes de sacar lo mejor de nosotros mismos, repitiendo carreras y copas en la búsqueda del oro y de la puntuación más alta o en pos de desbloquear ese nuevo coche que podría darnos el empujón necesario en esos últimos coletazos de la app. Así pues, podemos afirmar sin temor a equivocarnos que el índice de rejugabilidad de Horizon Chase es enorme. Cada partida, pese a lo limitado del planteamiento, se puede volver un reto constante contra nosotros y nuestros amigos, siempre contando con el soporte completo a redes como Game Center y Facebook.
Técnicamente, no creemos que exista en estos momentos en su género, un juego tan hermoso gráficamente. Es un homenaje a los 16 bits sin caer en el lodoso terreno de la copia barata, contando con numerosas referencias a los títulos anteriormente citados -como Lotus Turbo Challenge, Rush o Top Gear-, con el impecable uso de la perspectiva, los rústicos polígonos de aristas claras y evidentes o los vívidos y brillantes colores. Pero hay más. Horizon Chase usa ciertos elementos de cambio de día a noche o incluso coquetea con los efectos meteorológicos, todo con un gusto exquisito en las animaciones. Horizon Chase cuenta a su vez, con otro as en la manga: una banda sonora electrónica a cargo de Barry Leitch, compositor de juegos como >Rush o Top Gear, siempre presente con toques muy rítmicos y melódicos, que acabarán por encandilarnos. La app está en completo castellano -con unos comentarios por parte de nuestro piloto que son la verdadera monda-.
Conclusiones finales
Horizon Chase (2,99 € en la App Store) es un juego redondo. Su mecánica, su presentación y su control -tanto directamente desde la pantalla táctil como a través de un pad o mando de control físico vía Bluetooth- están depurados y perfeccionados hasta el límite, ofreciéndonos una aplicación redonda pocas veces vista en el género. Horizon Chase es algo más que un vacuo homenaje. Es un título con personalidad propia dentro del género de conducción, que nos lleva al volante de un verdadero torrente de sensaciones nostálgicas circuito a circuito.