Análisis de Candy Crush Saga (iPhone)
No os adelantamos, ni os descubrimos nada nuevo, si os decimos que gran parte de los juegos gratuitos o de gran éxito en la App Store, son -o tienen algo que ver, de forma directa o indirecta- con el género puzle. Ya hemos hecho hincapié en más de una ocasión en dicha cuestión, dejando patente que la inmediatez y la pantalla táctil de los dispositivos iOS, comprenden y ofrecen un caldo de cultivo ideal para este tipo de juegos.
Dulce y adictivo
Candy Crush Saga, a simple vista, es el mismo juego de siempre. Colores, gemas -en este caso, dulces- y un montón de niveles y puzles. De hecho, todos aquellos jugadores que esperen encontrar dentro algo completamente original o diferente, pueden que quedan defraudados, pues no lo hallarán. En cambio, lo que sí es cierto, es que su azucarada mezcolanza, su jugabilidad y sus opciones de juego, nos llevarán, irremediablemente, a disfrutar de sendas y largas partidas cada vez que decidamos arrancar la aplicación.
Candy Crush Saga está exquisitamente planteada, y en lugar de ofrecernos un ritmo frenético y caótico -propio de otros juegos similares-, aboga por la tranquilidad, la reflexión y la estrategia. No es que sea un juego sesudo, ni mucho menos, pero sí es una aplicación donde el pensar la jugada o el movimiento a realizar, se destila bastante.
Es decir, en contra de la tónica habitual, donde se premia la rapidez o lo instantáneo -en ocasiones, sin pensar-, en Candy Crush tendremos nuestro tiempo para unir caramelos en complicadas combinaciones. En cierta manera, Candy Crush Saga es una versión de aquel mítico Hexic HD -incluido de serie en el disco duro de las primeras Xbox 360-, pero más azucarada y llena de caramelos y pasteles. Nuestro objetivo, será conseguir una serie de puntuaciones o combos, teniendo para ello, un número muy limitado de movimientos. Básicamente, sobre todo al comienzo y en los primeros niveles, tendremos que conseguir unir tres o más chucherías para hacerlas desaparecer, y así, obtener una puntuación por ello.
En la pantalla irán apareciendo nuevos caramelos una vez destruyamos y combinemos aquellos que nos apetezcan, con lo que tendremos que ir modificando nuestra estrategia una y otra vez. Si lo hacemos bien, y unimos varios de un mismo tipo -supongamos, que más de tres o cuatro- realizaremos un movimiento especial, que traerá consigo un nuevo tipo de caramelo, bizcocho o dulce, único. Este tipo de piezas de repostería serán las que marquen el camino a la consecución de grandes combos -capaces de hacernos conseguir tanta puntuación como seamos capaces de manejar-, y a la larga, se revelan como el elemento más básico para lograr los retos que se nos marquen sin gastar demasiados movimientos. La intuición también es un factor a considerar, ya que muchas veces -sobre todo cuando estemos atascados- nos dejaremos llevar por las corazonadas y los movimientos menos sopesados.
¿Free to play encubierto?
Candy Crush Saga está planteado de forma en la que iremos pasando y sorteando niveles alrededor de una especie de tablero -de marcada ambientación fantasiosa y dulce-, con distintos escenarios que nos servirán de fondo para cada uno de los niveles y fases a los que tendremos que enfrentarnos. Como hemos dicho, al principio serán fáciles, pero llegados a cierto punto, deberemos invertir nuestra experiencia y nuestros logros, en determinados power-ups o amuletos que modificarán a nuestro favor, parcialmente casi siempre, las características y opciones del juego. Estos irán a amuletos que nos ayudarán a congelar el tiempo y los movimientos, a otros que nos servirán para pintar "rallas" en los caramelos -un paso previo para realizar los brutales combos que hablábamos con anterioridad-.
Estos cambios o modificadores de partidas, pueden parecer poco útiles en un principio, pero se acaban revelando como factores esenciales llegados a determinadas alturas de la partida. Los boosters -casi todos ellos, así como las vidas, esenciales para los retry de la partida si fracasamos-, pueden adquirirse vía compra in-app. Quizás abuse demasiado de este sistema, ya que si tenemos mala suerte, o nos quedamos excesivamente atascados y nos equivocamos de manera reiterada, podemos acabar en la cuneta.
Candy Crush Saga no es especialmente bello en cuanto a diseño artístico o gráficos -más de uno acabará empalagado ante tanto azúcar-, pero teniendo en cuenta que el objetivo del juego es "unir tantas piezas o dulces como podamos" para conseguir una puntuación en concreto, y así, pasar de nivel, pues tampoco podemos exigirle demasiado. Funciona bien en el iPad y en iPhone, tiene un apartado gráfico colorido... Y poco más. Eso sí, el juego está traducido al castellano, y goza de una sincronización total con Facebook y la red de logros de Game Center.
Conclusiones finales
Candy Crush Saga es un "juego tipo" de Facebook, convertido a iOS, con un par de aciertos en el control y el contenido. Es un juego de habilidad y puzles muy entretenido, pese a su evidente falta de originalidad. Puede pecar de ser un juego free to play en gran parte de su planteamiento -como os hemos dicho, si fallamos en exceso, podemos vernos atascados a la espera de que podamos comprar o adquirir un amuleto o modificador externo- y eso le repercute mucho en cuanto a juego. Y es una pena, porque lo que podría ser una dulce e incuestionable app, acaba dejando cierto sabor y regusto amargo al final. Sea como sea, el título es divertido, se deja jugar, y tiene el suficiente gancho como para tenernos un buen rato -parada de bus o metro mediante- machacando y juntando tantos caramelos como podamos.