Análisis de 2K Drive (iPhone)

¿Son el iPhone o el iPad el volante perfecto? Es algo que hemos debatido largo y tendido a través de numerosos especiales y artículos, donde nos esforzábamos por mirar el lado más atractivo del género de la conducción en iOS, buscando sus mejores representantes en la App Store, y apostando por los aspectos más interesantes de su jugabilidad. Más concretamente, en los últimos meses -la tienda digital de Apple va y se mide por rachas-, los usuarios de dispositivos iOS, hemos asistido a una avalancha de juegos de conducción de gran calidad.

Desde que Real Racing 3 de EA Games abriera la temporada hace unos meses, títulos como Asphalt 8 de Gameloft o este 2K Drive, demuestran la buena salud del género automovilístico en el iPhone y el iPad. Ya sea por el aumento de la potencia técnica -que permite una mayor libertad para los desarrolladores-, como por la facilidad de control gracias a las interfaces táctiles y a los ingenios como los giroscopios y acelerómetros incluidos de serie, los dispositivos iOS parecen, cada día más, el recipiente ideal para este tipo de juegos.

El primer gran simulador de corte realista en iOS

2K Drive es una de las apuestas más ambiciosas de los últimos meses. Sus creadores no son otros que ex-miembros responsables de joyas de la conducción como Blur -uno de los juegos más injustamente valorados por los usuarios en sobremesa- o la reputada saga Project Gotham Racing que, hasta la fecha, permanece en paradero desconocido hasta que Microsoft decida rescatarla -quien sabe si para Xbox One-. Los chicos de Lucid Games han buscado impregnar a su nueva y esplendorosa app de aquella personalidad única vista en sus anteriores obras, intentando conseguir el equilibrio entre lo arcade y divertido, y lo pausado y realista de la simulación.

Así pues, teniendo en cuenta que estamos hablando de un juego para tablets y teléfonos inteligentes con pantalla táctil, os diremos que sí, 2K Drive es el título más realista en cuanto a conducción de toda la App Store, con unas reglas propias y un sistema de control más que trabajado y eficiente. Al contrario que otras propuestas y aplicaciones, donde la velocidad es frenética y constante, 2K Drive aboga más bien por la conducción reflexiva, con un comportamiento creíble a la hora del manejo de los coches. El control es, por su parte, más completo y complejo de lo que estamos habituados en iOS, con una respuesta algo más "pesada" si la comparamos con otros títulos similares. Ya sea tirando de acelerómetros -girando el terminal hacia ambas direcciones, izquierda o derecha- o del habitual control táctil, los vehículos responderán de una manera acorde al estilo y corte jugable de la app. Si buscamos una experiencia intermedia, y algo menos exigente, siempre podemos buscar el control híbrido, que hará las delicias de la gran mayoría de jugadores.

2K Drive, de la misma manera que Real Racing 3, también ofrece diversas guías y condicionantes a la jugabilidad, como asistencia de trazada, frenada y tracción, algo que recomendamos desactivar si queremos una conducción realista, pero que al mismo tiempo, aconsejamos tener en cuenta de cara a las primeras partidas, ya que son un excelente método de tanteo.

Gran diversidad de pruebas y opciones de configuración

Los coches tienen un peso propio y por lo tanto, cuentan a su vez con un centro de gravedad único que nos condiciona de forma irremediable en su pilotaje. Aparte, y como es lógico, gozan de una serie de parámetros -como la aceleración o la velocidad punta que son capaces de alcanzar- que nos obligará a adaptarnos cada vez que cambiemos de vehículo. Quizás el plantel de bólidos sea algo escueto -menos de treinta coches- Hasta la fecha, en iOS muy pocos juegos podían presumir de una conducción tan heterogénea y al mismo tiempo, tan coherente con sus propias reglas.

2K Drive, una vez más, atesora un desarrollo similar al de otras aplicaciones del género. Dispondremos de una gran cantidad de pruebas, campeonatos, desafíos y parámetros de configuración -los coches, como en un buen simulador, pueden obtener y mejorar sus características técnicas mediante la compra de piezas, así como cambiar su estética y forma a placer-. La oferta de pruebas y circuitos es abrumadora. Tendremos cientos de desafíos y retos -conducir por una angosta montaña rusa, esquivar un inquisitivo helicóptero-, a competiciones por tierra y asfalto -2K Drive ha incorporado un pequeño modo rally-, pasando por torneos de derrapes y aceleraciones. No será muy difícil aburrirnos a corto plazo, ya que siempre habrá algo que hacer, y lo que es más importante, algo distinto a lo que ceñirse. Es curioso que, un juego que pretende ser más realista y tangible en la conducción en iOS, presente tantas y alocadas pruebas, pero no es sino, apariencias aparte, una forma de confirmarse en su empeño.

Durante el juego, y conforme vayamos superando pruebas, progresaremos correspondientemente como pilotos, obteniendo dinero y bagaje, que nos ayudará a desbloquear contenido, como coches y otras mejoras -contenido que se desbloquea mediante los citados trofeos, estrellas o previo pago mediante dinero real y virtual-. 2K Drive, en otra de sus -esperemos- bien intencionadas intentonas de cara a ser más realista como simulador, nos obligará a pasar por el taller para reparar nuestros desperfectos y problemas mecánicos, teniendo que gastar una ingente cantidad de dinero en el caso de que la reparación sea grave -como un problema de motor o suspensión-.

Es aquí, donde entra un nada amigable destello de mecánica free-to-play, ya que se nos invita a pasar por caja -mediante micropagos de diversas cantidades- en caso de que no tengamos dinero virtual acumulado en nuestra cuenta y queramos reparar rápidamente el desperfecto ocasionado en nuestro vehículo. La otra opción, salomónica, es la de esperar un buen rato sin poder hacer nada al respecto, dejando que el tiempo pase antes de volver a jugar con la aplicación. El sistema empleado por 2K Games y Lucid Games es similar al de Real Racing 3 -juego con el que comparte muchísimos elementos, como os habéis podido imaginar-, pero no hay que olvidar que aquel era un juego gratuito en su totalidad, con lo que el punto de partida es radicalmente distinto. Es una decisión polémica, ya que 2K Drive no es una app económica o gratuita precisamente -su precio en la App Store es de 5.99 euros-, y coarta, en exceso, la libertad del jugador que ha desembolsado una considerable cantidad de dinero por jugar sin tener que mirar continuamente a su cartera.

Descontando estos puntos negros en el modo para un jugador, 2K Drive completa su oferta en cuanto a modalidades con un multijugador, pero desgraciadamente -y aquí viene otro paralelismo con el juego de conducción de EA- no es en tiempo real. 2K Drive apuntala su modalidad multitudinaria con un sistema de juego asíncrono, donde competimos contra jugadores y sus tiempos, o recorridos. Para que nos entendáis, es como una suerte de modo "fantasma", pero en el que correremos contra los recorridos de otros jugadores o amigos y contactos. Es divertido, ya que es una buena forma de batir el cronómetro y ser mejores pilotos, pero no deja de ser un mero espejismo de lo que podría dar de sí un verdadero multijugador -aunque fuese a nivel local, opción que no entendemos que no se haya contemplado-.

Un apartado técnico notable

Por norma general, los títulos de conducción en iOS -sobre todo en los últimos tiempos, con una potencia casi desmedida en los dispositivos y generaciones más recientes de iPhone, iPad o iPod touch-, suelen tener un apartado gráfico espectacular. 2K Drive es un juego realmente bello, con algunos de los efectos de iluminación más increíble que jamás hemos visto en pantalla táctil alguna. Los modelados de los vehículos son impresionantes, y fieles a sus homólogos reales. Como es habitual, comenzaremos con coches corrientes a todos los mortales, como el Nissan Cube y el Fiat 500 o el mejor avenido Dodge Dart GT, pasando pronto por los Chevrolet Camaro más vintage y terminando en pequeñas bestias de la ingeniería de la velocidad como el McLaren MP4-12C. Y todos ellos, aparte de ser ofrecidos con licencia oficial, cuentan con desperfectos en tiempo real en sus carrocerías. La variedad de vehículoS es corta -como ya hemos comentado con anterioridad- pero es lo suficientemente representativa como para que siempre tengamos una opción diferente con la que superar y ajustarnos a los requerimientos jugables de cada prueba.

Quizás las sensaciones globales sean más dispares de lo que deberían -hay elementos en pantalla que no terminan de convencer o estar al nivel de otros títulos del género, como, paradójicamente, escenarios y decoraciones colindantes-, pero 2K Drive ofrece una sensación más que satisfactoria cuando corre y funciona -de forma fluida- en nuestras pantallas. La interfaz, y aquí nos ponemos algo más críticos, pese ser una buena intentona en esa corriente visual tan minimalista y habitual en las pantallas táctiles, no termina de funcionar. Es agobiante, y muy complicada de usar, plagada de números, barras y elementos anexos y contextuales que poco o nada dicen al jugador.

Sea como sea, la app va y se escucha -brillante, aunque un tanto oculto el trabajo de sonido que atesora el juego- a las mil maravillas en dispositivos con pantalla retina, siendo especialmente interesante el jugarlo en cualquiera de los iPad más recientes. La app es compatible con Game Center.

Conclusiones finales

2K Drive es una gran aplicación, con algunos de los elementos más interesantes vistos hasta el momento en iOS y en el género, añadiendo características de su propia cosecha, como es el nuevo sistema de conducción -más que nuevo, exigente- y una asombrosa variedad de pruebas y desafíos. Es esto último, quizás, su mayor atractivo, ya que el abrumador catálogo de campeonatos, pruebas y retos consigue que el jugador no se aburra en ningún momento, teniendo algo distinto y diferente siempre entre manos a la hora de conducir y competir.

Por el contrario, y ligado a esto último, tenemos una de sus mayores pegas: el ofuscado y cerrado planteamiento para las reparaciones. 2K Drive no es ninguna app gratuita -5.99€ en la App Store-, y pese a ello, cuenta con un sistema de micropagos y esperas, idéntico al de una aplicación similar. Esto acaba matando al juego de una forma casi absoluta, siempre y cuando, no hayamos sido coherentes en la conducción o hayamos sufrido algún golpe mayor.

2K Drive es un buen juego de conducción y simulación, con un gran sistema de control, realista y reflexivo -unas credenciales destacables dada la naturaleza táctil de la plataforma-, y con un más que notable apartado gráfico. Su planteamiento y desarrollo es francamente discutible, pero sus virtudes, prevalecen sobre sus defectos y características de avance y progreso. Ojalá en un futuro, en una segunda intentona, 2K Drive sepa administrarse mejor, y presente un título todavía más redondo.