Análisis de Eternal Darkness (GameCube)
Sería injusto e incorrecto decir que Eternal Darkness es un "Resident Evil made in Nintendo". Cierto es que hay una mansión tétrica, que hay algún que otro Zombie y muchas más similitudes entre ambos juegos, pero Eternal Darkness posee su propio estilo, su propia esencia y, para dejar las cosas claras desde el principio, es simple y llanamente mejor que el remake de aquel hit de 1996 que tanto ha vendido Capcom; salvo en la apariencia externa, naturalmente, puesto que Silicon Knights ha optado por entrar en el siglo XXI y mostrarnos un entorno completamente 3D, que por supuesto no es tan vistoso como los fondos 2D a alta resolución que Capcom, pero permite ciertas cosas como una cámara simplemente perfecta o una mayor interacción con el escenario, aunque esto último no se ha aprovechado demasiado en ED.
El desarrollo del juego va por capítulos, con breves intermedios de Alexandra en la época actual, y hay que alabar cómo ha planteado Silicon Knighst el juego.
No nos veremos obligados a visitar lugares donde ya hemos estado –al menos, no con el mismo personaje- como ocurre con otros juegos del estilo, y los primeros capítulos contienen una excelente curva de aprendizaje; en el primer capítulo aprenderemos a luchar, en el segundo a controlar nuestra locura, en el tercero aprenderemos algo de magia... y así hasta que vayan entrando en juego todos los elementos que hacen de Eternal Darkness una verdadera maravilla jugable.
El otro apartado donde hay una cierta ambigüedad generacional es el de los efectos gráficos: mientras que los efectos de luz son geniales, cosa que podemos comprobar cuando portemos una antorcha, otros efectos como las chispas parecen también desfasados.
Más allá de estos dos detalles, el apartado gráfico de Eternal Darkness es de sobresaliente: Un entorno completamente 3D con framerate constante que nos muestra unos preciosos escenarios con un alto número de polígonos por donde se mueven el personaje y sus enemigos, la mayoría de ellos de muy buena factura mientras que otros algo más "acartonados" poligonalmente. La animación también está a un buen nivel, destacando por encima de todo la animación facial, que sin intentar llamar la atención es capaz de expresar y complementar las palabras y emociones de nuestro personaje, coordinada con su lenguaje corporal.
Pero sin duda lo mejor de todo el trabajo gráfico, que influye directamente en la jugabilidad, es la cámara, que en ningún momento nos molestará como ocurre en los juegos de este tipo, y que es utilizada magistralmente a la hora de explorar objetos (como los cuadros de la pared). La cámara se mueve automáticamente y siempre está donde tiene que estar; cuando no está donde nos gustaría, es a propósito, como en algunos corredores llenos de trampas. Las escenas cinemáticas, sin parecer de una superproducción, cumplen a la perfección su cometido.
Como conclusión del notable apartado gráfico hay que indicar que, como en todo proyecto "traspasado a", éste mejora a medida que abandonemos los niveles diseñados para la plataforma inferior y entrando en los que han sido diseñados desde cero para GameCube. El entorno 3D y su cámara deberían ser la pauta a seguir por todos los juegos de su estilo.
Entrando en el tema de la jugabilidad, decir que la de Eternal Darkness está cuidada al milímetro, otorga mucha menos importancia al combate cuerpo a cuerpo con los enemigos que a la historia y a la resolución de puzzles. Pese a esto, Silicon Knights no ha descuidado en absoluto los combates; en ED nos encontramos con más de 20 clases de enemigos y una forma muy inteligente de enfrentarnos a ellos: El gatillo R. Con él podremos elegir la parte del cuerpo que queramos atacar, ya sea tronco, brazo izquierdo, derecho o cabeza. Al principio puede parecer un poco estúpido pero es increíblemente útil; hay ocasiones en las que nos encontramos con cantidades ingentes de enemigos, por lo que una de las salidas más recomendables es dejarles mancos para que no puedan dañarte o directamente arrancarles la cabeza –bastante menos trabajoso que matarles- para de ese modo dejarles confundidos y sin posibilidades de atacarte.
Golpearles con el arma no es la única manera de deshacerte de estos monstruos, pues las magias también hacen acto de presencia en el juego. Con ayuda de las combinaciones de runas que hallaremos por el camino, podremos formar hechizos que, entre otras muchas cosas, nos ayudarán a acabar con los enemigos. La variedad de hechizos es inmensa también, y nos servirán para encantar objetos, resolver puzzles y rellenar los tres tipos de medidores –rojo, azul y verde-, los cuales nos indican respectivamente el nivel de vida, de maná y locura de nuestro héroe. Como ya todos sabréis, ED se destaca del resto principalmente por este último indicador, el cuál es una de las novedades del juego y una de sus señas de identificación. Cuando el llamado medidor de locura empieza a vaciarse nos advierte que el personaje está empezando a perder la cordura, esto pasa debido a las fuertes escenas en las cuales se verán expuestos los personajes, demasiado crueles y sanguinarias para las personas normales, lo que causa una fuerte conmoción en los protagonistas. A medida que vayamos perdiendo la cordura empezaremos a oír murmullos, voces, ruidos... e incluso tendremos alucinaciones, y en muchas momentos confundiremos la realidad de los acontecimientos con los efectos de la locura. El número de locuras es muy alto por lo que tendremos que acabarnos el juego varias veces para ver todas.
Centrémonos ahora en otro apartado: los puzzles. Al principio manejaremos a Alex Roivas que, como ya os mencionamos antes, intenta buscar mediante libros el porqué de la muerte de su abuelo. Gracias a esto nos introduciremos en distintas épocas de la humanidad, en las cuales nos encontraremos con unos perfectos puzzles intachablemente trazados pues en ningún momento nos cansarán ni harán que nos bloqueemos en demasía, pero tampoco son demasiado fáciles y requerirán de nuestra astucia para ser resueltos. Tampoco hay puzzles tontos de esos que no tienen sentido, todos tienen una buena lógica y concuerdan perfectamente con el hilo argumental de la historia, y en considerables ocasiones tendrás que utilizar los ítems que vayas encontrando, magias e incluso una combinación entre ambos.
Para los que estén preocupados por la longitud del juego decirles que cuenta con aproximadamente 15 horas de duración –todo depende de tu habilidad y de las horas que dediques a investigar por los rincones del juego-, eso sin contar con que consta de tres distintos caminos. En un momento del juego tendremos que elegir una de las tres piedras, azul, verde o roja, que representan a los tres dioses del juego; esto cambiará algunos aspectos del juego como los enemigos, muchas escenas cinemáticas o el desarrollo de la historia.
El sonido fx sigue siendo igual de impresionante, cada sollozo, cada lloro, cada grito... todo se escucha con una claridad endiablada, sobre todo cuando estamos a tope de locura, que es cuando realmente oímos tal acongojantes sonidos. Las voces son igualmente extraordinarias –aunque para mal de algunos, están en inglés-, pues, no sólo expresan con gran realismo las sensaciones del personaje sino que se adaptan soberbiamente a su gesticulación. También tiene otros detalles como el que según donde pises sonará de un modo u otro –alfombra o distintos suelos-, o según el material de la superficie a la cual golpeemos con la espada, sonará de un modo u otro. La guinda del pastel es el uso del Dolby Pro Logic II que sube aún más la calidad de este apartado.
Mucha gente tiene la mala costumbre de valorar un juego antes de probarlo, y eso ha pasado con Eternal Darkness. Muchas personas lo han etiquetado ya como una "copia de Resident Evil". Se equivocan. Eternal Darkness va mucho más allá que cualquier título de la famosa saga de Capcom; puede que la primera impresión no sea tan notable –esos fondos renderizados enamoran a cualquiera- pero a medida que avanzamos en el juego nos damos cuenta de que ED es más profundo y de que todos y cada uno de sus apartados están cuidados hasta el más mínimo detalle.
Como conclusión decir que si lo que buscas es un juego de terror, Eternal Darkness no te defraudará pues es distinto a todo lo visto hasta ahora, un soplo de aire fresco al casi estancado género del survival horror. Silicon Knights y Nintendo han conseguido con éste, su primer juego del género del terror, un magnífico juego que cualquier poseedor de una GameCube debería, como mínimo, probar. En cuestión de una hora ya habrá caído a sus pies porque Eternal Darkness: Sanity’s Requiem es un juego largo, profundo, con una historia muy sólida y con un sonido y una jugabilidad fuera de normal; sin duda uno de los mejores juegos del catálogo de GameCube y una compra obligada para todo amante de los juegos de terror.
Pablo Glez-Sabariegos
No viene precedido de una gran expectación, ni ha tenido una buena acogida en las tiendas americanas, ni es el juego insignia de Nintendo, por lo que parece que Eternal Darkness está condenado a la indiferencia por parte de la gran mayoría de los jugones. La coletilla de "Resident Evil made in Nintendo", y el que ahora GameCube posea la exclusividad de la famosa saga de Capcom, harán que este excelente juego de Silicon Knights quede en el olvido, salvo para los que tomen la acertada decisión de probarlo.
Eternal Darkness es, hoy por hoy, uno de los mejores juegos del año, tal vez el mejor de GameCube rivalizando con Mario Sunshine, y sin duda mejor, pues hay que mojarse, que el remake de Resident Evil. Aunque, vuelvo a repetir, pasará desapercibido en las tiendas, Eternal Darkness ha puesto en evidencia a las demás compañías creadoras de Survival Horror fijando la pauta a seguir por el género y derrochando originalidad y jugabilidad. Un caso análogo al de ICO en PS2. Sólo me queda recomendaros encarecidamente que os atreváis a sumergiros en este mundo de locura que ha estigmatizado a la desgraciada familia Roivas durante siglos.
Pablo Grandío