Análisis de Splinter Cell: Pandora Tomorrow (Game Boy Advance)

En junio del año pasado Splinter Cell, después de cosechar cierto éxito entre las tres grandes consolas de sobremesa, acabó siendo versionado para los 32 bits portátiles de Nintendo. Sin embargo en esta consola el juego resultó ser más bien flojo, los programadores no supieron trasladar con acierto aquellos elementos del juego que tanto lo caracterizaban en sus otras entregas, y el título acabó siendo más bien un plataformas basado en una historia de espías. Dados los títulos que coincidieron en su salida al mercado español, la opción de compra se relegaba a un segundo plano. Pero de nuevo Ubi Soft se anima con una segunda entrega: Pandora Tomorrow. Parece que en esta ocasión el protagonista trae algo más que una historia para introducirse sigilosamente en las 2D, y viene con una clara intención de sorprendernos a todos con las nuevas habilidades con las que los programadores lo han dotado; veamos qué nos ofrece.

El mundo en peligro: la excusa

En su nueva misión, Fisher deberá evitar la propagación de un virus a nivel mundial que bla bla bla…. La historia en la que se basa el juego en realidad es la excusa perfecta para afrontar este título, y acabarás el juego con la sensación de que no te has enterado realmente de qué va el asunto, pero eso sí, te lo habrás pasado en grande.

El diseño del juego es simple pero bien estructurado: tendrás que superar hasta nueve fases principales para acabar la aventura, dividida cada una en diferentes objetivos que te irán pidiendo uno a uno a medida que los vayas superando. Manejas a Sam F. a lo largo de corredores ubicados en distintas estancias, ya sean edificios, puertos comerciales o incluso un submarino, y muchas veces tendrás la libertad de elegir la forma en que quieres atravesar determinada zona. También te encontrarás con puertas que darán lugar a otras estancias en las que siempre habrá algo útil para la aventura, por ejemplo un ordenador que tendrás que hackear, recoger munición, o simplemente recuperar salud. Dichas puertas proporcionan al juego cierto aire laberíntico, pues habrá algunas que para poder atravesarlas tendrás que desactivar antes algún sistema de seguridad que hay normalmente en algún punto de las cercanías del mapa. Por supuesto el punto fuerte del juego lo pone el elemento infiltración, pues cada fase estará plagada de enemigos, cámaras de vigilancia, torretas automáticas, o cualquier otro tipo de trampas que al mínimo descuido harán saltar la alarma y pondrán en peligro la misión y la salud del bueno de Sam. Pero puedes estar tranquilo, antes de meterte de lleno en tal encarnizada misión, podrás acceder a una fase de entrenamiento donde familiarizarte con los movimientos básicos del protagonista, así como descubrir las nuevas habilidades del protagonista con respecto a su anterior aventura en la GBA, como por ejemplo obligar a un guardia a que se preste para hacer un scan de su retina y así poder acceder por esa puerta que se te resistía.

Lo primero que llama la atención cuando te pones a jugar es la cuidada animación de todos los elementos móviles que hay en pantalla. Por supuesto el protagonista de la aventura se lleva la palma, y se nota que los programadores lo han tratado con mucho mimo y cuidado, de forma que se podrán realizar un montón de movimientos que dotan al juego, esta vez sí, de ese aire característico de esta saga. Lo más destacable es la posibilidad de esconderse en las sombras o detrás de algún elemento del decorado (floreros, cajas, armarios…); con simplemente pulsar "arriba" en la cruceta de mando podrás hacer que Fisher se pegue a la pared, y si se encuentra en una zona de penumbra pasará totalmente inadvertido para los vigilantes: pasarán por él sin percatarse de su presencia, con todas las ventajas que ello supone, ya sea acercarse sigilosamente por la espalda para reducirlo, atravesar una zona de forma totalmente discreta, o por ejemplo esconderte por si ha saltado la alarma, desde luego esta nueva habilidad hace de Sam un auténtico espía. Pero por si acaso tendrás un medidor en la esquina inferior derecha de la pantalla que te indica el grado de "invisibilidad" del personaje.

Otro elemento tremendamente útil y que dota al juego de un mayor dinamismo es el radar. Está presente en todo momento en la parte superior central de la pantalla de juego, el centro representa la ubicación relativa del protagonista, y los demás personajes de la fase están representados por puntos rojos. Por supuesto el alcance es limitado y no detecta objetos, pero te da una idea aproximada del grado de peligro que hay por la zona en la que te estás moviendo.



También tienes disponibles tres tipos de visor. Con el normal, ves el juego tal y como lo capta el ojo humano. Con el de infrarrojos, puedes ver qué sucede en las zonas oscuras del escenario, la paleta utilizada en este caso es la escala de grises, y si lo usas en donde hay suficiente iluminación lo verás todo blanco sin apenas distinguir el borde de los objetos. Y por último el visor térmico, que resalta el calor que desprenden los enemigos con llamativos contrastes azules y rojos, las bombas lapa que actúan a modo de trampas diseminadas a lo largo y ancho del mapeado, o los detectores láser que harán saltar la alarma en cuanto los atravieses sin antes desactivarlos. También cuentas con la ayuda de los prismáticos, en cualquier momento puedes saber qué hay un poco más allá con sólo presionar un botón, así como ver el ángulo de vigilia de las cámaras de seguridad y prever sus movimientos.

En esta ocasión puedes utilizar el rifle para deshacerte de los enemigos. Es algo que en la anterior entrega estaba totalmente vetado, pero que ahora puedes disfrutar en su plenitud, y permite una mayor interactividad con el escenario. Por supuesto hay fases en las que no podrás matar absolutamente a nadie y otras en las que se te deja a tu libre albedrío. Algunas veces te encontrarás con que para poder pasar por determinado sitio la única manera es desactivando la susodicha cámara con un buen disparo, u oscurecer una zona disparando a los focos de luz. Hay que decir que no sólo se disparan balas, también hay disponible una especie de bombas que cegarán momentáneamente a los guardias para que puedas actuar en consecuencia. Ésta es sin duda otra de las herramientas que Sam Fischer debió echar mucho de menos en su anterior aventura portátil.
Hay que tener especial cuidado con las alarmas, pues se disparan si algo o alguien te detecta, incluso porque te has dejado a alguien inconsciente en el campo de visión de una cámara de vigilancia. En algunas fases tu misión se verá abortada si esto sucede, pero en otras aparecerá un cuerpo de élite recorriendo el escenario en tu búsqueda, y no dudarán un segundo en dispararte si logran verte. Esa situación dura unos intensos y estresantes segundos, tras los cuales volverá todo a la normalidad.

Para hacer un poco más amena y variada la aventura, se han vuelto a incluir algunos minijuegos. Principalmente se limitan a abrir cerraduras, desactivar torretas, o interactuar con los ordenadores. Hay variedad de situaciones, e incluso alguna vez tendrás que averiguar la clave de una manera poco ortodoxa.

Los gráficos son bastante buenos, como ya se ha dicho, las animaciones de todo elemento móvil son muy destacables, y el nivel de detalle llega a sorprender en más de una ocasión, por ejemplo, se logran ver algunas facciones del protagonista, algo loable dado el tamaño de su cabeza. Hay buenos efectos de luz, de tal forma que si atraviesas una zona de penumbra o de claridad, los gráficos se oscurecen o aumentan su brillo en consecuencia.

Las melodías presentes son las adecuadas, ni más ni menos, proporcionan tensión al juego, pero desde luego no son como para estar tarareándolas. Los sonidos fx tampoco es que destaquen, simplemente están ahí para cumplir y punto, tampoco es que el juego exija mucho más de este apartado.

En cuanto a la jugabilidad, hay que decir que esta entrega te mantendrá pegado a la portátil durante horas y horas. Te harás con el manejo del personaje casi de inmediato, y a medida que vas avanzando por las fases tropezarás con situaciones que te harán pensar en la mejor forma de pasar por ellas, y casi siempre verás diferentes formas de afrontar una misma situación, lo cual es una muestra más de que los programadores de Ubi se han empleado a fondo. La curva de dificultad es perfecta, las primeras misiones pueden considerarse una prolongación de la fase de entrenamiento, y en las últimas te las verás y te las desearás para encontrar la mejor forma de avanzar.

Conclusiones

En esta ocasión han realizado un juego a la altura, han añadido detalles que eran necesarios para saber que se juega a un Splinter Cell aparte de la presencia de Sam Fisher y también han potenciado otros, de forma que tanto el aspecto técnico como la jugabilidad en este título han dado un gran salto cuali y cuantitativo. Han trasvasado el espíritu del juego de forma más que correcta a las dos dimensiones, de tal forma que si te gusta el género, es una compra más que obligada. El juego pide que pienses y actúes como un espía, sólo así llegarás a completar la aventura. ¿A qué esperas para salvar el mundo una vez más?.