Que bien se llevan Nintendo y Konami. Pese a la pasividad aparente de Konami en cierta consola -ejem.. GameCube...- las relaciones entre las dos mayores compañías de videojuegos en Japón son del todo amistosas. Solo hay que fijarse en Game Boy Advance. Ambas compañías fundaron al 50% una sociedad, Mobile 21, destinada a la promoción de software online para GBA. Además, Konami es la Third Party que más juegos ha lanzado hasta hoy para GBA. Uno de ellos es Konami Kracy Racers, un clon a todos los efectos de Mario Kart. Ambos juegos compartieron cartel en el Spaceworld 2000, y se esperaba que el juego de Nintendo eclipsara al de Konami en el lanzamiento. Pues, fijaros donde llegan las buenas relaciones entre las compañías, que Mario Kart fue aplazado, dejando via libre a las carreras de Konami para tener su lugar en el mercado. Si es que no hay nada como la buena fe...
Fuera bromas, lo cierto es que este Konami Kracy Racers (Wai Wai Racing en Japón) es, simple y llanamente, un clon de Mario Kart. Pero ya ha llegado un punto en que la afluencia de clones de dicho juego es tal, que es obligado dirimir cada uno de los aspectos de los plagios. Despues de todo, uno entiende como copia un juego del mismo género, dado que Mario Kart fue el inagurador de las carreras de karts. Así que, a riesgo de hacer enfadar a Mario y compañía, tenemos que decir que no todos los clones son iguales. Konami sabe que un clon en toda regla no lo hace todo, y que hace falta un poco de esa magia que solo Nintendo posee. Ni siquiera Konami la tiene, pero si que dispone de una alternativa bastante buena. La magia Konami. Y Kracy Racers la tiene, y a borbotones.
Ocho emblemáticos corredores
Ocupando los veloces bólidos, es decir, los rudimentarios Karts, se colocan los personajes mas emblematicos de la factoria Konami. De momento son ocho, más tres secretos que no os desvelaremos todavía. El octeto inicial se compone de: Goemon, de la saga Mystical Ninja
Pastel, la piloto del Twinbee, de Pop'n Twinbee.
Nyami, criatura bailarina en Pop'n Bounce.
Dracula, en versión Super Deformed. De CastleVania.
Ninja, también deformado. De Metal Gear Solid.
Moai, la cabeza de la isla de pascua. De Gradius.
Takosuke, el pulpo de Parodius.
Y Power Pro-Kun, el cabezón jugador de beisbol de la saga Power Pro-Kun Baseball.
Estos personajes, más o menos conocidos por todos, rebosan carisma y simpatía por los cuatro costados. Como, al contrario que en Mario Kart, cada uno proviene de una saga distinta, de larga trayectoria, tienen una personalidad propia muy diferenciada. Cada uno de ellos tiene sus pistas propias, circuitos alegóricos a cada personaje, que recuerdan instantaneamente al juego original de cada uno. Acompañando el circuito, también una melodía característica de cada personaje. Todo junto, un paquete explosivo de carisma y personalidad, que realmente rebasa el de Mario y sus amigos. Aunque parezca mentira, la idea de mezclar personajes de sagas contrastadas como Metal Gear, Goemon y Castlevania, no acaba por confundir, sino que dota al juego de una personalidad propia realmente rompedora. El aspecto de los menús también contribuye a ello. En una especia de parodia del Mac OS, los menús del juego se encuentran situados como si de un PC se tratara. Incluso tenemos un foro de rumores en el que documentarnos. Konami ha conseguido dotar de personalidad propia a un juego con vocación de clon: algo realmente dificil de conseguir, y que entraña un gran mérito. Un 10 para Konami.
Gráficos rompedores
Gráficamente, el juego destaca. Vayamos por partes. Konami Kracy Racers usa un modo 7 bastante rudimentario, el visto en tantísimos juegos de SNES. Nada que ver con las fulgurantes rutinas usadas en F-Zero, que rebosan modernidad por todas partes. Hasta aquí todo parece normal, pero las 16 pistas que contiene KKR son de una belleza espectacular. Alejandose de las pistas monotonas de Super Mario Kart, los circuitos del mundo Konami son bellos a más no poder. Texturas detalladísimas -son sprites, pero ya nos entendemos- numerosos tipos de terreno por pista, detallados fondos, montones de obstáculos, y unos efectos de transparencia y reflección impresionantes. Los personajes no se quedan atrás, detallados sprites, que corren a gran velocidad por las pistas. Además, se expresan de maravilla: decenas de frames de animación para dotarles de una expresividad envidiable. Sencillamente, uno de los mejores juegos de Game Boy Advance a nivel gráfico: sino el mejor. Konami ha hecho un gran trabajo en este juego, y el aspecto colorista, pero muy variado, le dota de todavía más personalidad propia. Cada vez se parece menos a Mario Kart...
Si solo pudiera derrapar...
¿O sí? Entremos en el siempre delicado aspecto de la jugabilidad. Aquí es donde se deja relucir claramente la inspiración de este Konami Kracy Racers. Se juega exactamente igual que Super Mario Kart. Y digo Super Mario Kart, no confundir con Mario Kart 64. La jugabilidad del original de Super Nintendo no fue perfectamente reflejada en su contrapartida 3D, y eso lo notó mucha gente. Konami, por cuestiones obvias, se ha basado en la versión original, y es de agradecer. La velocidad es la perfecta, los items siguen allí, y las pistas son abundantes y variadas. Como ya sabeis, compiten 8 corredores en pistas de no más de 50 segundos de duración por vuelta, plagadas de obstáculos, saltos, y demás. Los items también son los de siempre, Misil rojo perseguidos, misil azul de trayectoria rectilinea, bomba que se deja atrás, rayo que fríe a todos los adversarios... Mario Kart puro, vamos. Pero no acaba aquí la cosa. Konami no se ha querido detener copiando los items, y ha añadido otros nuevos, y muy interesantes. Por ejemplo, teneis un item que convierte en cerdos a vuestros adversarios, otro que invoca a un compañero de la saga a la que pertenezcas para que moleste a los rivales, un artefacto para volvernos invisibles, etc. Muchos añadidos para un sistema de items ya de por sí completo. También inspirado en SMK tenemos las monedas. Esas monedas que desaparecieron en la transición a Nintendo 64 han sido recoradadas por Konami para su visión particular de las carreras de Karts. Todo muy completo hasta este punto, viendo como Konami ha tomado lo mejor del pionero de las carreras de Karts y añadiendo aún más de cosecha propia. Pero hay algo que Konami se olvidó de copiar. Sí... KCR se juega de maravilla, corren y giran perfectamente... pero... no derrapan. El clásico derrape, que tanta profundidad dió a la saga Mario Kart no hace acto de presencia en Konami Kracy Racers. Si existe el salto con el botón R, pero tras él los bólidos no derrapan. Hacen un amago de ello, pero no es más que un giro forzado. Realmente, es un fallo grave, que se hace más y más acuciante conforme se va jugando. Es un juego muy completo, muy bien realizado, pero el correr-girar-tirar items acaba haciendose monótono. No se puede adelantar haciendo un uso adecuado del derrape, ni se puede depurar técnica de la misma manera en la que lo haciamos en Mario Kart. Duele decirlo, pero es el único fallo que tiene.
Genial selección musical
Si el aspecto gráfico brilla, la música no se queda atrás. El equipo sonoro de KCEK ha hecho un excelente trabajo con este juego, me atrevería a decir que hasta mejor que el hecho con CastleVania: Circle of the Moon. La melodía introductoria, que suena durante todos los menús, es una delicia de escuchar, y realmente rompe moldes. Alegre, y con unas voces realmente nítidas; lo nunca visto en una portátil. Una vez en carrera, las melodías alegóricas a cada saga también suenan de maravilla. Konami ha hecho también un excelente trabajo de selección, y cada juego ha visto escogido su melodía mas emblemática. Desde los tradicionales tonos de Goemon, a las clásicas melodías de CastleVania, simplemente no escapa al oído ninguna de las canciones, siempre que se haya jugado al juego en cuestión, claro. Mención especial merecen los temas de Gradius y Pop'n'Twinbee, tanto tiempo sin escucharlos hacen saltar la nostalgia en cada uno. Los efectos sonoros también destacan sobremanera. El rugido de los karts es totalmente adecuado, sin molestar ni sobresaltar en ningun momento. Pero donde de verdad brillante los efectos de sonido es en las voces. La expresividad de cada personaje salta a cotas insospechadas cuando gritan y jadean en medio de las alocadas carreras. Varios samples de sonido, realmente logrados, combinados con las excelentes melodías, hacen de Konami Kracy Racers uno de los mejores juegos de Game Boy Advance a nivel sonoro. Sino el mejor. Eso sí, auriculares obligados.
Rebosante de opciones
Ante este tipo de juegos, siempre sale una duda existencial. Su duración. Como buen juego de Karts, Konami Kracy Racers está orientado al juego multijugador. En ello de nuevo destaca por la multitud de opciones que ofrece: carreras y diversos tipos de batalla, como una curiosa adaptación del juego del "tu la llevas", hasta una no menos curiosa manera de ver las pruebas de frenado de los Gran Turismo. Por desgracia, todas estas opciones solo podrán ser disfrutadas por un máximo de 2 jugadores. En el caso de tener 4 amigos con ganas de jugar, la única opción está en F-Zero: Maximum Velocity. En lo que concierne al juego para un solo jugador, Konami ha brindado multitud de opciones para que el juego no resulte corto. Para empezar, todas las opciones multijugador, incluidas las batallas, estan disponibles para jugarlas uno solo contra bots controlados por la máquina. Además de esto, KCEK ha ingeniado una curiosa manera de alargar la vida y las posibilidades del juego. Para acceder a los campeonatos superiores, uno se ha de sacar un carné. Sí, como en Gran Turismo, pero en Karts, y con personajes Konami. Sacándose carnés y completando copas se desbloquean nuevas pistas y personajes. Todo ello contribuye a alargar mucho más el tiempo de juego, para un tipo de juego tradicionalmente efimero. Otro tanto para Konami.
El mejor juego de Karts del momento
La verdad es que Konami ha hecho un espléndido trabajo con este Kracy Racers. Mejora a Mario Kart en todos los sentidos, pero la ausencia del derrape, por estupida que pueda parecer, influye directamente en la jugabilidad, y la hace mucho más simple. Por lo demás, Konami ha dado una lección a Nintendo en lo que a priori es su campo: el carisma de los personajes. El estilo propio de este juego desborda al de cualquier juego similar. Pero, aún con esa personalidad, con sus multiples modos, y con la diversión que asegura, Kracy Racers no deja de ser un clon de Mario Kart. Pero, eso sí, un gran clon. Hasta hoy, el mejor juego del género. Si no fuera por un par de detalles puntuales, este sería una compra obligada. Uno de ellos es la simpleza de su jugabilidad. La otra, la inminente llegada de Mario Kart: Super Circuit. A ver si Konami y Nintendo no se van a llevar tan bien al final de todo...