Análisis de Darkstone (Android, iPhone)
Lo reconocemos: nos encantan las mazmorras. Cualquier aficionado al género de rol reconocerá que en las mazmorras, se encuentra la génesis de la identidad de este tipo de videojuegos, y que a la postre, una buena red de cuevas, castillos, catacumbas… Acaban por perfilar nuestro recuerdo de un determinado título. Darkstone es un juego de rol clásico, en el sentido más primigenio de la palabra -el juego original salió para PSX y PC, siguiendo el rebufo del famoso Diablo-, adaptado para iOS y Android. Ofrece una serie de elementos conocidos por todos, y los adapta, con soltura, a las vicisitudes y bondades de las pantallas táctiles de los dispositivos de Apple y Google.
El monolito del mal, los ocho elegidos y los cristales legendarios
La historia de Darkstone es exactamente la misma que se vivió en su día. En la tierra de Uma, el maléfico y taimado Draak -un hechicero de lo más poderoso-, decidió aliarse con la Muerte para instaurar un régimen de terror y asolarlo todo a su paso. La última y desesperada esperanza para los habitantes de Uma, no es otra que la de reunir a los mejores y más valientes héroes para que vayan en búsqueda de los siete cristales legendarios a fin de encontrar una solución al mal que acecha en el horizonte.
El argumento de Darkstone puede sonar un tanto inocente a estas alturas, y de hecho lo es, pero es inevitable acordarse de las clásicas historias y bien hilvanadas excusas del género, tan divertidas y gratificantes -y menos grandilocuentes que las que encontramos ahora-. Quizás no esté bien narrado, y todo avance a trompicones, pero en Darkstone la historia cumple con su propósito, que no es otro que instar al jugador a embarcarse en una aventura.
Como heredero de Diablo -el título original se inspiró fuertemente en la senda marcada por el título de Blizzard-, Darkstone ahonda en la fantasía épica de tintes medievales, así como en las características de reglas y juego de juegos de tablero como Dragones y Mazmorras. Al comienzo podemos elegir entre ocho personajes -cada uno sus propias características jugables-, y combinarlos en grupos de dos. Es decir, a nuestra disposición tendremos dos perfiles con los que jugar en nuestra aventura, con lo que es bastante inteligente saberlos emparejar con cabeza. Por ejemplo, en una de nuestras primeras partidas, decidimos combinar un guerrero -físico, experto en el cuerpo a cuerpo- con un mago, ideal para el ataque a distancia con brujerías y hechizos sanadores. Antes de cada elección podemos repasar sus atributos, así que, pese a que existe un cierto componente de ensayo y error, no nos arriesgaremos demasiado antes de entablar batalla.
Un buen control adaptado y un sistema de progresión clásico
La estructura de Darkstone es la conocida por el aficionado al género. Comenzaremos nuestra aventura sin saber nada, explorando bosques, poblados y villas, así como torreones, de forma un tanto anárquica. Los primeros compases son duros, pero el sistema de control, mejora y personalización es bien sencillo. El control está pensando hasta última instancia para la pantalla táctil del iPhone o el iPad, con una mecánica que intenta emular el point and click del ratón en PC, algo que agradecemos por la rapidez de reacción que se nos brinda en los combates. Además, si juntamos dos dedos, podemos girar la pantalla para observar el mejor ángulo -hay que recordar que el juego, en tercera persona, es completamente tridimensional-, una opción útil si creemos que hay alguna entrada oculta o un tesoro enterrado en algún sitio que no termina de verse en pantalla.
El avance y la progresión de los personajes, es heredero directo de Diablo. Cada personaje tiene una serie de ranuras, donde equipar objetos, armas, accesorios, y una serie de atributos básicos -salud, resistencia, poder, velocidad y capacidad de magia- que podemos ir aumentando con asignaciones de puntos que se nos darán para que las distribuyamos al gusto conforme vayamos ganando niveles. Aunque hay cierto margen para la personalización de cada rol según nuestro estilo de juego, las clases están muy bien divididas entre ellas, con lo que cada evolución de personaje está marcada, en última instancia por la clase a la que pertenece. Dicho en otras palabras: un guerrero no puede ser jamás un buen arquero.
El combate en Darkstone es sencillo y muy directo. Tal y como decíamos al hablar del control táctil, los escarceos y combates contra casi todo tipo de criatura se resuelven en unos segundos, de forma automática y con solo pulsar al enemigo en cuestión conforme se acerque a nuestra posición. En manos del jugador, y en función del tipo de personaje escogido, tenemos un estilo de juego u otro. Por ejemplo, el guerrero tiende a acercarse para vencer en el combate cuerpo a cuerpo, mientras que el pícaro o el mago, suelen mantener las distancias y atacar desde una posición más alejada. En caso de vernos rodeados por enemigos y criaturas de diferente tipo -el bestiario de Darkstone abarca más de un centenar de variedades monstruosas, desde orcos y trasgos a esqueletos, zombis, abejas, arañas, trolls, minotauros o dragones-, la estrategia es fundamental. Habrá enemigos más potentes en las distancias cortas, otros que tiendan a envenenarnos o producirnos estados alterados, mientras que otros simplemente vienen a atacarnos en gran número. Lo más importante es lo que destacábamos anteriormente: el combate táctil funciona a la perfección.
Darkstone es un título casi infinito. El juego se preocupa por generar escenarios, mazmorras y algunas misiones de manera aleatoria, a fin de que cada partida sea diferente cada vez que decidamos empezarla. La estructura básica es idéntica, claro está, pero el camino es ligeramente distinto cada vez. Esta capacidad de sorpresa tiene su representación en los castillos, mazmorras y torreones que se irán generando con cada juego distinto, algo que emula la capacidad de sorpresa del género de rol en papel y lápiz y que busca complicidad con un jugador que verá que no es tan fácil conseguir los siete cristales mágicos. Además, es un verdadero plus encontrar villas y pueblos diferentes, con sus respectivos habitantes, distintos en cada aventura. No esperéis transformaciones brutales, pero es de agradecer. Darkstone como buen juego de rol, premia al jugador que más explora y se aventura, ya que detrás de cada árbol o en cada estancia, siempre puede existir la posibilidad de hallar esa poción o esa armadura que nos ayude a marcar la diferencia más adelante en el juego.
Técnicamente, Darkstone es una adaptación exacta de su homólogo original de 1997. Sí, se han mejorado texturas, se han añadido algunos efectos de luz y se han revisado los modelados, pero la estructura básica, visual y artística, es la misma del juego de finales de los noventa. Todo esto se nota, y mucho, pero no nos parece ningún problema de cara al jugador que haya disfrutado del Darkstone original en PC o PSX. La aplicación se comporta de forma excelente en iPhone o en un smartphone de características similares de potencia y pantalla, pero se deja jugar con mayor satisfacción y soltura en pantallas grandes como las del iPad o tablets de corte idéntico. Nosotros hemos probado la app -que está perfectamente traducida al castellano- en un iPad retina de tercera generación y en un iPhone 5S, y en ningún momento, hemos tenido cuelgues o problemas de ningún tipo.
Conclusiones finales
Joystick Replay ha dado a luz un remake -o mejor dicho, una adaptación- más que notable de uno de los juegos que más marcaron a toda una generación de jugadores -sobre todo en consola-. Es un título de rol clásico, en todos sus aspectos, como la exploración de mazmorras -punto fundamental de su planteamiento jugable- o la evolución de personajes.
Como app gratuita -aunque tiene compras in-app para eliminar anuncios- es más que recomendable, teniendo en cuenta su duración, alrededor de las diez horas, y su increíble rejugabilidad gracias a la generación aleatoria de algunas mazmorras y lugares. Quizás los años hayan hecho algo de mella en su apartado técnico, sobre todo teniendo en cuenta algunas apps que compiten en el género con esta Darkstone, pero sigue siendo una opción notable, recomendable y muy divertida.
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