Análisis de Brothers in Arms 3: Sons of War (Android, iPhone)
Hace unos años, cuando el boom de iOS y Android comenzó a ser un hecho para los ojos de miles de jugadores, usuarios y clientes de todo el mundo, empezamos a vislumbrar lo que sería una política sólida de lanzamientos en cuanto a videojuegos se refiere: el spin-off. Temerosas de manchar multitud de franquicias, muchas desarrolladoras decidieron programas versiones, grandes y pequeñas, de sus juegos de siempre. No había semana en la que no se viera una adaptación, un nuevo título o una versión móvil de la franquicia de turno. Unas mejores, otras peores, pero todas aprovechando el tirón de un buen nombre para ganarse un hueco en las listas de descargas para dispositivos de Google y Apple.
Más tarde, nos encontramos con una política parecida: las adaptaciones y remasterizaciones de juegos lanzados en sobremesa, para iPhone y iPad. Con un parqué de móviles de nueva cuña que en teoría, llegan a las capacidades técnicas de las consolas de la pasada generación -esto es, PlayStation 3 y Xbox 360-, la idea de embutir y recortar juegos lanzados entre 2005 y 2013, es bastante tentadora. BioShock, un juego lanzado en 2007 y que en su día fue todo un logro técnico y narrativo, es un buen ejemplo. Y no solo eso: empresas como Telltale Games comienzan a lanzar de manera episódica sus series de juegos al mismo tiempo que en consolas y PC.
Con estas premisas, llegamos a Brothers in Arms 3: Sons of War -tercera entrega, en exclusiva para móviles y tablets- una de las sagas más queridas dentro del género bélico ambientado en la Segunda Guerra Mundial. Gameloft se apoya en un nombre conocido para realizar un tercer capítulo, que desgraciadamente, promete muchísimo y cumple poco.
Hijos de la guerra
El lanzamiento de Brothers in Arms, intentó arrojarnos una nueva perspectiva de un sobresaturado género en primera persona. Apostó por un revolucionario sistema de escuadrones táctico, adentrándonos en las complicaciones derivadas de una operación de invasión masiva en la Francia ocupada por los nazis. Se dejaba jugar, contó con varias secuelas y llegó incluso a tener una entrega en Xbox 360 y PS3, cayendo a posteriori, la franquicia en el más profundo de los olvidos. Brother in Arms 3: Sons of War intenta cubrir un hueco oficial tras la segunda parte, también editada por Gameloft, Global Front.
En Brothers in Arms 3: Sons of War no hay una historia propiamente dicha, ni un argumento en el perdernos en el modo para un jugador. Por haber, no hay ni un mínimo detalle por el realismo histórico o a los hechos acontecidos en Francia durante los últimos estertores del conflicto bélico que asoló Europa a mediados del siglo XX. En Brothers in Arms 3: Sons of War, simplemente, iremos resolviendo pequeñas misiones, ganando experiencia y logrando objetivos concretos, para seguir avanzando y desbloqueando nuevas armas, nuevos hermanos y compañeros de patrulla y más equipamiento. Tiene la estructura de un juego free-to-play clásico, con fases y niveles que superar, energía que respetar partida tras partida -aunque no es esencialmente dañina de cara al jugador- y un número de objetos intercambiables por dinero real para mejorar nuestros rifles y armas.
Para nuestra sorpresa, Brothers in Arms 3 es quizás, el título más jugable y divertido de su género en iOS y Android. Puede que su sistema de evolución sea inherentemente complejo para satisfacer sus propias necesidades de monetización -y para tener al jugador enganchado-, pero su control, en el combate real de cada fase, es adictivo, fresco y entretenido. Su estructura de shooter en tercera persona, con niveles y escenarios cortos y un tanto lineales, la hace ideal para partidas esporádicas de corta duración.
Brothers in Arms 3: Sons of War es un juego de tiroteos intensos, en los que la cobertura, es esencial para tener éxito. En este sentido la app, salvaguardando las enormes distancias que lo separan, se parece mucho a Gears of War. Cada nivel tiene una serie de momentos concretos en los que tendremos que reaccionar con buenos reflejos, mejor pulso y una constante y casi sobrehumana velocidad. Así, el juego nos presentará varios tipos de misión, que irán desde las más movidas de asalto y asedio, a otras más pausadas -sigilo y francotirador-.
Comenzaremos nuestro periplo bélico en solitario, pero poco a poco, y según nuestro éxito y la puntuación obtenida -y los objetivos conseguidos-, tendremos varios compañeros cada uno con su propia habilidad y ventaja táctica. De esta manera, dispondremos de soldados y hermanos que, una vez reclutados, serán capaces de convocar ataques aéreos, lanzar fuego de mortero y cócteles molotov o de proporcionarnos cobertura con lanzacohetes y misiles. Además, con cada victoria, recibimos experiencia y puntos de habilidad, que podemos invertir para mejorar las características de cada soldado -incluso de nosotros mismos-, permitiéndonos así la app, cierta permeabilidad a nuestro estilo de juego.
Gameloft ha estructurado de forma inteligente su app. El sistema free-to-play no frena a las primeras de cambio, y la personalización, amplia, permite que cada jugador decida en qué gastar las medallas y estrellas conseguidas con moderación. Pero no es perfecto. Al poco tiempo de jugar, entenderemos que hay niveles muy sobredimensionados en dificultad, y requisitos para avanzar -como armas concretas- muy difíciles de conseguir. Cada usuario decidirá afrontar este punto negativo del juego de una manera u otra, pagando o esperando un buen número de horas.
En lo que a gráficos se refiere, Brothers in Arms 3: Sons of War, supone un salto importante respecto a la anterior entrega en iOS y Android, y añade un estilo visual rico y propio, cercano al de los dibujos animados pero con claras inspiraciones realistas. No es un juego puntero, pero sí impactante a nivel gráfico, con texturas en alta definición, modelados complejos y algún que otro efecto de iluminación bastante lustroso. La app está traducida al castellano, y en el caso de iOS -sistema operativo en el cual hemos analizado la app, concretamente en un iPhone 5S y un iPad 2 y de tercera generación-, goza de soporte para Game Center.
Conclusiones finales
Brothers in Arms 3: Sons of War es un juego que, si bien abandona la senda melodramática de sus predecesores, apuesta por un renovado sistema de tiroteos en tercera persona fresco y adictivo -su control es sólido y está bien pensado para la pantalla táctil-. Quizás la constante sombra del sistema free-to-play le perjudique -aunque no es un sistema de monetización tan molesto como en otro juegos-, y puede que la evolución y la experiencia sean algo tramposas de cara al jugador, pero reconocemos que funciona sin entorpecer en demasía nuestro avance.
En definitiva, si bien no revolucionará el género, Brothers in Arms 3: Sons of War supone una entretenida secuela, con un buen control y una estructura ideal para hacernos sacar el teléfono en cualquier momento para disfrutar de una sesión de intensos tiroteos en Normandía.