Análisis de Battlestone (Android, iPhone)
Los tiempos cambian, y con ellos, las tendencias y modelos de negocio. De los juegos de móvil vía SMS y suscripción, pasamos a las tiendas digitales y a las aplicaciones a 0.79€ -ahora nos encontramos con los 0,89€ como precio mínimo, tras las correcciones pertinentes a impuestos como el IVA-, y ahora, varios años después, nos adentramos en los sistemas de pago por contenido, donde mientras el juego base es gratuito, tenemos la posibilidad de ampliar la experiencia con objetos y misiones extras que se desbloquean previo desembolso.
Actualmente, tanto en Google Play como en la App Store, nos encontramos con una oferta cada vez mayor de estos títulos, que parecen tener todo el apoyo de las distribuidoras y desarrolladoras, que ven en este tipo de negocio una manera de reportar beneficios de forma más abultada que de costumbre.
Battlestone es el último gran representante por parte de Zynga, una empresa que parece ir un poco a cuatro gatas -con dimes y diretes en bolsa y numerosas pérdidas-, y en el que parece depositar parte de sus esperanzas en salir a flote.
Las piedras de la batalla
Battlestone, a efectos prácticos, es un juego de acción y combate en tres dimensiones bastante clásico, pero su principal atractivo, y parte diferencial en su propuesta es que al mismo tiempo incorpora evidentes elementos provenientes de otros títulos de corte más rolero, mientras acarrea destellos más propios de juegos de cartas coleccionables. Como os podéis imaginar, hablamos de un action RPG, con lo que tendremos subidas de nivel, objetos mejorados... Y toneladas de experiencia por distribuir.
La presentación de Battlestone es bastante somera, con una introducción parca en detalles y que simplemente servirá de prólogo para nuestras futuras correrías en el videojuego. Nuestra misión como héroes de esos que salvan al mundo, será la de expulsar a las fuerzas del Vacío y hacernos con las poderosas piedras de la batalla, unos misteriosos artefactos que pueden inclinar la guerra a nuestro favor. Estas piedras nos ayudarán a recopilar más y mejores héroes, así como invocar a otros más poderosos en un futuro. Así pues, en la historia de Battlestone, recaeremos en los habituales tópicos de las historias de fantasía más clásicas, con malos y buenos, bien y el mal, y un montón de tesoros y enemigos por machacar.
Como buenos héroes, utilizaremos nuestros poderes para abrirnos paso a través de diferentes niveles y localizaciones en 3D -la app tiene muy buen aspecto-, mientras acumulamos energía y poderes. La clave en Battlestone, y de lejos, su valor más atractivo, será la combinación de varios de ellos, lo que nos servirá para tener un poderoso frente de combate en los variados terrenos y contra los distintos enemigos a los que nos enfrentaremos. Al comienzo del juego, arrancaremos con una suerte de bárbaro, capaz de arrear a los pequeños goblins con una enorme cachiporra.
Los ataques serán muy básicos, y limitados, y al principio, no tendremos nada con lo que protegernos. Poco a poco, y en función de la experiencia, ganaremos mejores y más completas armas, aumentaremos las estadísticas de la salud, defensa o ataque y ganaremos objetos y armaduras acordes. En cambio, a los pocos segundos, disfrutaremos de compañía en la aventura, ya que tendremos a una aguerrida arquera que nos solventará los problemas del combate a distancia.
En cierta manera, Battlestone pretende seguir la estela de Skylanders -el famoso videojuego de Activision que mezcla juguetes, aventura y cooperación en consola-, pero de una forma un poco más burda y simple. Aquí se enfoca todo, presumiblemente, desde una perspectiva rolera, aunque de rol, en el sentido más clásico y fiel, la verdad es que hay muy poco. El sistema de combate, tanto físico, como a distancia -así como con los personajes y héroes con grado de magia- es muy limitado. Básicamente, tocaremos a los enemigos que queramos abatir, y nuestro personaje, de forma automática -ataques especiales a parte-, acudirá a golpear. Ya está. Ni combos a placer, ni más elementos que proporcionen riqueza a los combates. Para hacerlos más llevaderos y variados, a nuestra disposición están las piedras de la batalla, que ganaremos en los combates más difíciles -como los que disputaremos contra los jefes finales y criaturas más poderosas-, así como en algunos tesoros que encontraremos en los niveles, y que servirán para invocar a los nuevos héroes en la aventura.
Hay héroes de todo tipo, desde enanos azules con poderosos martillos a salvajes, pasando por exploradores, arqueros o poderosos elfos. Cada uno con sus propios ataques especiales -todos tienen uno- y características de defensa, salud, magia o combate. Al mismo tiempo, estos compañeros, tienen un poder elemental y un rango. En función de lo que invirtamos en ellos a la hora de invocarlos, serán más o menos fuertes. Eso sí, podemos fusionarlos, o incluso, utilizarlos para luchar contra otros jugadores vía online y así ganar más piedras de la batalla con las que mejorar su condición.
Los enemigos serán sencillos y torpes al comienzo -apenas encontraremos problemas- pero más allá de los primeros mapas y niveles -el juego tiene unos escenarios delimitados, con una recompensa fija por su superación-, encontraremos serias dificultades si no contamos con héroes o habilidades de postín. Y es aquí, donde uno de los principales problemas del juego sale a la luz.
Un juego gratuito... ¿pero hasta qué punto?
Battlestone un juego free-to-play, con lo que en principio, no necesitaremos pagar por jugar y disfrutar de sus mieles. De hecho, quizás nos paguemos nunca, sobre todo si nos cansamos pronto del juego o tenemos una paciencia casi divina. Y es que, por la mínima, nos veremos asfixiados continuamente a la hora de avanzar por cientos de compras in-app, mejoras y demás contenido, que en este juego, son francamente necesarios. Primero, por su gran componente online. La app trae consigue un sistema de gremios, torneos y competiciones online, y la única forma de participar en ellas con dignidad... Es pasando por caja. Conocemos casos donde las compras in app están presentes en el desarrollo del juego, pero no de una manera tan evidente ni descompensada.
Hay varios elementos -piedras de batalla, gemas y monedas- que combinadas o por separado, nos permiten el avance y la compra de objetos, misiones y personajes. Una vez tengamos una falta de alguna de ellas, tendremos una partida descompensada, que será muy difícil de levantar y volver a equilibrar para nuestro disfrute.
Conclusiones finales
Battlestone es un juego de acción -y en teoría- componentes roleros para iOS y Android muy decepcionante. Su apartado técnico sí es digno de mención -buenos entornos en 3D, y curiosos modelados de enemigos y personajes-, y puede que sus posibilidades y combinaciones jugables -grupos de héroes con sus respectivas mejoras- sean interesantes para un determinado tipo de público, pero su esquema de pago y gestión, lo hacen injugable al poco tiempo. La app de Zynga no está demasiado equilibrada, y nos obligará a pasar por caja a poco que nos despistemos e intentemos avanzar rápido. El jugador decidirá, con más o menos piedras de batallas en su bolsillo, si realmente le merece la pena.