Análisis de WarioWare Gold (Nintendo 3DS)

No vamos a negar que echamos muchísimo de menos un nuevo Wario Land, pero lo cierto es que el carismático y avaricioso villano (o antihéroe, según le dé) de Nintendo no ha dejado nunca de ofrecernos grandes dosis de diversión con sus diferentes entregas de WarioWare.

En vez de proponernos un título de minijuegos al uso, su propuesta es la de hacernos superar multitud de "microjuegos" uno tras otro.

Estas pruebas apenas duran tres segundos, tienen unos controles sencillísimos, son muy intuitivas y son tan disparatadas y variadas que acaban por enganchar con una facilidad inusitada. Y todo ello a un ritmo endiablado en el que casi no nos da tiempo a respirar entre un desafío y otro.

Desde entonces, la saga ha recibido varias entregas y en cada una de ellas se ha atrevido a experimentar con diferentes tipos de control para crear microjuegos únicos, ya sea usando la pantalla táctil y el micrófono de DS, los botones de toda la vida, un giroscopio para GBA o las posibilidades del Wiimote. También ha probado suerte creando minijuegos más tradicionales en Wii U con Game&Wario, aunque dicho experimento no salió demasiado bien parado.

De este modo llegamos a WarioWare Gold para Nintendo 3DS, el juego que hoy nos ocupa y con el que Intelligent Systems y Nintendo EPD se han sacado de la manga la mejor y más completa entrega de toda la serie.

Las maravillosas locuras de Wario

Resumiendo de forma rápida, estamos ante una especie de recopilatorio a lo bestia con los mejores microjuegos de la saga, algo a lo que tenemos que sumarle una cantidad más que considerable de pruebas totalmente nuevas e inéditas hasta la fecha, lo que da como resultado un total de más de 300 desafíos para poner a prueba nuestros reflejos y habilidad.

En vez de limitarse a un único estilo de control, aquí nos tocará jugar microjuegos con los botones, con la pantalla táctil, con el giroscopio de la portátil e incluso con el micrófono. Si hay algo que podemos decir de todos ellos es que hasta los más "tontos" han conseguido sacarnos una sonrisa ante el derroche de creatividad que desprenden, tanto en lo jugable como en lo artístico.

Estos pueden ir desde sacar la Espada Maestra de su pedestal en Ocarina of Time aporreando el botón A hasta sorbernos los mocos, contar el número de pecas que tiene una extraña caricatura en la cara, nadar con nuestra familia de patos o dirigir un trozo de comida por todo nuestro aparato digestivo hasta expulsarlo por donde no da el sol. No hay dos pruebas iguales, todas ellas tienen diferentes estilos visuales y con la brevísima duración (repetimos, apenas tres segundos para cada una) que tienen resultan perfectas tanto para echarnos una partida rápida como para jugar durante horas.

Sí, hay muchísimo contenido reciclado, pero también es cierto que hay ciertos desafíos clásicos que se han rediseñado para adaptarse a nuevos tipos de control y que el número de nuevos microjuegos es bastante alto, así que no penséis que no hay contenido original suficiente como para justificar su compra si ya disfrutasteis de sus predecesores.

Como siempre, estas pruebas van apareciendo una tras otra, y cuanto más duremos, más difíciles se van volviendo y menos tiempo nos van dando para resolverlas, llegando a puntos de frenetismo extremo en los que necesitaremos tener unos reflejos y una velocidad de respuesta altísima si queremos alcanzar una puntuación alta.

Probablemente, uno de sus mayores aciertos resida en cómo se han estructurado sus contenidos, tanto a la hora de enseñarnos a jugar como a la de darnos siempre incentivos para que sigamos jugando y desbloqueando.

Por un lado tenemos el clásico Modo Historia, donde Wario ha organizado un torneo de videojuegos con la idea de que nadie sea capaz de superar sus microjuegos y forrarse con la tarifa de entrada de los participantes. Para ello pide ayuda a sus amigos, quienes nos contarán unas alocadas tramas argumentales con mucho humor que son una mera excusa para ponernos manos a la obra completando pruebas.

Cada historia se centra en un tipo de control distinto y en una categoría concreta, como desafíos relacionados con los deportes, con los juegos de Nintendo o de temática fantástica, por poner unos pocos ejemplos. Gracias a esto, podremos acostumbrarnos poco a poco a ellos, y para completarlas por primera vez solo nos hará falta llegar hasta el primer "jefe final" de cada una (un minijuego algo más largo y elaborado) y completarlo con éxito, una tarea muy sencilla.

Evidentemente, en la recta final nos mezclaran tanto las temáticas como los tipos de control, añadiendo a la mezcla alguna que otra sorpresa que será mejor que descubráis por vosotros mismos y que aportan un toque de frescura.

Completar todo esto apenas nos llevará entre dos y tres horas de juego, dependiendo de nuestra habilidad (puede que incluso menos), momento en el que comienza la auténtica diversión.

Por un lado desbloquearemos el Modo Desafío, donde encontraremos multitud de listas de microjuegos (muchas de las cuales tendremos que desbloquear jugando una partida a las que ya tengamos) con condiciones especiales que las hacen mucho más difíciles e intensas que las del Modo Historia. Por ejemplo, en una de ellas empezamos con la dificultad y la velocidad al máximo, y con tan solo una vida, mientras que en otra los microjuegos van cambiando entre la pantalla inferior o superior sin darnos tiempo para respirar entre uno y otro, ya que el siguiente comenzará justo al terminar el anterior.

Cada lista tiene una buena cantidad de variantes (pudiendo centrarnos en microjuegos de un tipo de control concreto o mezclándolos todos, ya sea con o sin ayudas que nos indiquen cómo jugarlos antes de que empiecen).

Como veis, hay muchísimas formas diferentes con las que disfrutar de sus 300 microjuegos, aunque para que no sea un simple "jugar por jugar", sus desarrolladores han tenido la acertada idea de introducir una especie de sistema de logros (llamados "Misiones") que nos recompensa con monedas por superarlos.

De esta forma, el título siempre nos está planteando metas y objetivos, como alcanzar una determinada puntuación en una lista concreta. Lo mejor de todo, es que estas monedas (también las ganaremos por jugar a cualquier modo) las podremos invertir en una máquina para desbloquear aleatoriamente todo tipo de extras, como escenas de vídeo a las que podremos doblar nosotros mismos, minijuegos completos tanto para un jugador como para varios, una galería de productos Nintendo, extraños gadgets, despertadores, etcétera.

Entre logros, desbloqueables y lo que nos queramos "picar" nosotros mismos, os podemos asegurar que hay juego para semanas, especialmente si tenemos en cuenta lo divertida que resulta su propuesta en todo momento y que los extras son verdaderamente interesantes y locos.

A nivel gráfico se trata de un título muy cuidado y con una presentación impecable y muy simpática, tanto en las diferentes secuencias de historia como los menús y, por supuesto, los microjuegos, los cuales hacen gala de tal variedad de estilos artísticos y visuales que resulta increíble que todo esto tenga cabida en un solo título. Evidentemente, no es el juego más potente de Nintendo 3DS y ni siquiera llega a utilizar el efecto 3D de la consola, pero tampoco lo necesita.

En lo sonoro, cabe destacar una buena banda sonora que sabe marcarnos perfectamente el ritmo en todo momento, algo muy importante para no perder la concentración y ubicarnos bien entre prueba y prueba. Los efectos también mantienen el mismo nivel, siendo variados, de calidad y en algunos casos muy útiles en lo jugable.

Finalmente, nos toca comentar que el juego nos llega completamente doblado al español. Sí, esto significa que escucharemos, por primera vez en la historia de Nintendo, hablar a Wario con frases completas y elocuentes, de modo que no le escucharemos con la icónica voz de Charles Martinet, su actor habitual. Aunque al principio resulta muy extraño e incluso chocante, lo cierto es que el doblaje nos ha gustado muchísimo en líneas generales, así como la traducción, con frases y expresiones muy nuestras.

Conclusiones

WarioWare Gold es un auténtico juegazo y todo un regalazo para los fans de la saga. Reúne en un solo título una cantidad ingente de microjuegos y contenidos extras, y estructura su desarrollo y progresión de tal forma que siempre tendremos algún incentivo para seguir jugando y desafiándonos a nosotros mismos.

Sí, hay una buena cantidad de contenidos reciclados, pero todos ellos siguen siendo divertidísimos a día de hoy y hay las suficientes pruebas nuevas como para que la experiencia se mantenga fresca.

Lo mejor que podemos decir de él es que es uno de esos juegos en los que sabes cuándo vas a empezar jugar, pero no cuándo apagarás la consola, ya que su capacidad para enganchar está fuera de toda duda. No dudéis en darle una oportunidad.

Hemos realizado este análisis gracias a un código de descarga de la versión final que nos ha facilitado Nintendo.