Análisis de Super Pokémon Rumble (Nintendo 3DS)
Aunque ya hemos visto a los populares Pokémon en todo tipo de juegos, en 2009 y para WiiWare apareció Pokémon Rumble, un título de acción del estilo Smash TV, Gauntlet o Diablo, para que lo entendáis, y que no tuvo demasiado éxito, al menos entre la crítica especializada. Desarrollado por los japoneses Ambrella, estos se han especializado en crear curiosos spin-off de la saga, como Hey You, Pikachu! de Nintendo 64, aquel juego que funcionaba mediante un micrófono y reconocimiento de voz, el peculiar Pokémon Channel de GameCube, las carreras de Pokémon Dash en Nintendo DS, o My Pokémon Ranch para WiiWare.
Ahora nos llega Super Pokémon Rumble para Nintendo 3DS, la primera aparición de la saga para la nueva portátil de Nintendo, si exceptuamos la Pokédex 3D, esa aplicación gratuita que apareció hace unos meses en la Nintendo eShop.
Casi como si se tratara de una secuela o sucesor espiritual del Pokémon Rumble de WiiWare, nos encontramos un juego muy similar, tanto para lo bueno, como sobre todo para lo malo. En principio nos parece una buena idea que los Pokémon se pasen a la acción, el problema es cómo se ha ejecutado esta idea, y lo limitada, repetitiva y simple que resulta la propuesta.
El juego transcurre en el mundo de los juguetes Pokémon, una especie de universo paralelo en el que solo conviven estas criaturas, sin ningún rastro de los humanos. A través de una ligera y anecdótica historia, tendremos que ir superando diferentes mundos enfrentándonos a numerosas hordas de juguetes Pokémon. Nosotros manejamos a estas criaturas directamente, con unos sencillos controles en los que apenas usamos tres botones. Movemos al Pokémon activo y realizamos uno o dos ataques, dependiendo de cada uno, y estos pueden ser golpes físicos, a larga distancia, o incluso otros que causen estados alterados, como veneno, parálisis o descenso de la velocidad.
Cada región cuenta con una serie de mazmorras o zonas, divididas en varios escenarios, habitualmente unos cinco o seis. Estas zonas no se tardan en superar más de tres o cuatro minutos, y siempre en la última sala nos espera un poderoso jefe final, que al derrotarlo se une a nosotros. Vamos avanzando y derrotando a numerosos grupos de Pokémon, casi siempre pulsando repetidamente un único botón, y sin apenas tener que molestarnos en evitar sus ataques o realizar táctica alguna. Es en los jefes cuando tenemos que tener más cuidado y evitar sus poderosos, y previsibles, ataques.
A veces cuando derrotamos a algún juguete Pokémon, una figura de este se queda tendida en el suelo, y si la recogemos, este Pokémon pasará a formar parte de nuestras filas, pudiendo reunir un montón de ellos. Cada uno cuenta con sus propias características, de fuerza –la más importante-, el tipo –agua, bicho, planta, fuego, psíquico, tierra, fuego, fantasma, y un largo etcétera-, los puntos de vida PS, y un par de ataques máximo. En total podemos conseguir hasta 600 juguetes Pokémon, una cifra más que respetable, aunque realmente todos se controlan igual y lo único que cambian son sus ataques, y tampoco demasiado.
No existe progresión de los Pokémon, las características de estos permanecen inalteradas por más que luchemos con ellos, y lo conveniente es intentar hacerse con Pokémon cada vez más fuertes. También constantemente recogemos unas monedas que sirven para comprar movimientos, y que también se obtienen al "vender" aquellos Pokémon que nos sobran y ya no queremos. Estos movimientos son bastante caros y nos permiten enseñar un ataque específico a un Pokémon, el problema es que no compensa, ya que siempre en la siguiente mazmorra encontraremos otros Pokémon más fuertes y mejores que los que ya teníamos, y pasaremos a usar estos dejando de lado los más débiles.
Es cierto que es importante usar el tipo de criatura contraria a la que nos estamos enfrentando, por ejemplo usar Pokémon de agua contra los de fuego, pero la verdad es que el juego es tan sencillo que simplemente con molestarnos en equipar el más fuerte que tengamos seguiremos para adelante sin problemas. Podemos cambiar en cualquier momento de criatura, en tiempo real, simplemente accediendo al menú, y hay que tener cuidado en no quedarnos sin vitalidad. Para superar cada mazmorra tenemos tres llaves o vidas, que se pierden si nos vencen algún Pokémon, pero como habitualmente llevaremos un enorme grupo, con estar atentos y cambiar de criatura antes de quedarnos sin vitalidad, es complicado que nos vayan a vencer en alguna de estas zonas.
Las mazmorras son repetitivas, clónicas, vacías, lineales, sin nada más que hacer que luchar una y otra vez con numerosos enemigos en escenarios desérticos. El jefe que nos espera al final no es mucho más complicado, ya que cuenta con un par de ataques como mucho, que se ven venir a la legua y son fáciles de esquivar, y con buscarle la espalda y no atacar a lo loco, los venceremos fácilmente. El toque de variedad a estos lugares lo ponen las aldeas, una por región donde podemos curarnos, hablar, aprender movimientos, ver unas completas estadísticas y vender los Pokémon que nos sobren.
También tenemos los Battle Royale, unos torneos que son batallas multitudinarias con distintas reglas, y que tenemos que superar para poder seguir avanzando en la aventura. Para acceder a estos combates tenemos que cumplir ciertos requisitos, como tener Pokémon superiores a determinado nivel de fuerza, de cierto tipo, o incluso haber conseguido algún objetos especial. Hay tres tipos de Battle Royale. Las normales, en las que no podemos cambiar de Pokémon hasta que no se debilite el que controlamos, y solo podemos hacer tres cambios. Además tenemos que tener cuidado con el tiempo que se agota, recogiendo relojes, y nuestro objetivo será acabar con todo los contendientes. Luego hay otras en equipo, en las que tenemos que elegir dos compañeros que maneja la CPU, y por último los combates de choque, batallas campales en grupos de numerosos Pokémon, en las que tenemos que pulsar repetidamente un botón y gana el equipo más fuerte.
Hay juego local para dos jugadores, aunque cada uno necesita tener su propia tarjeta, volviéndose la aventura cooperativa y ayudándose para avanzar, pudiendo curar uno los Pokémon del otro. También cuenta con funciones StreetPass, y usa las monedas que nos dan al caminar con Nintendo 3DS, pudiendo invitar a Miis a visitar nuestra colección, o incluso pudiendo tener combates con otros usuarios del juego. Un detalle que hay que advertir, y que nos sorprende que a estas alturas todavía se caiga en el error, es que no cuenta con diferentes ranuras de guardado, y la tarjeta está hecha para que solo la disfrute un único jugador.
Técnicamente muy poco podemos decir, unos gráficos que perfectamente podrían ser de la anterior portátil, Nintendo DS, y que son pobres tanto en detalle como en la calidad de su diseño artístico, aunque al menos no cuentan con fallos que lastren la experiencia. Mediante un cel shading o efecto de dibujos animados muy sencillo, intentan diferenciarse de otros productos Pokémon, y los modelados son tan rudimentarios que muchas veces costará distinguir unas criaturas de otras, en unos escenarios vacíos y sin nada que los decore o adorne. El efecto 3D tampoco pasará a la historia, dado que las perspectiva aérea no permite grandes florituras, y al final acabamos jugando con él desactivado El sonido más o menos cumple, con melodías sencillas y olvidables, y unos efectos un tanto estridentes y molestos, que se limitan a generar ruido.
Esperando el próximo Pokémon
Un juego muy complicado de recomendar, que como mucho gustará a los más fans de la saga que no les importe estar durante horas pulsando repetidamente un botón de ataque. Quizás también recomendable para un público infantil, al tampoco le importe estar haciendo constantemente lo mismo con sus personajes favoritos, con una dificultad tirando a muy baja que no causa problemas. Para todos los demás, una aventura insípida, terriblemente repetitiva, que puede entretener en sus primeros compases, pero que no tarda mucho en destaparse cómo es, y no nos parece la mejor manera de hacer debutar una saga estrella como esta en Nintendo 3DS. Al menos nos queda el consuelo de es casi seguro que el siguiente Pokémon para la consola será mejor (es complicado hacerlo peor…), pero Nintendo debería tener más cuidado en manos de quién pone esta saga tan popular, y con un poco más de ganas e inspiración, creemos que se puede hacer un buen juego de acción con estos personajes.