Análisis de Hana Samurai Art Of The Sword eShop (Nintendo 3DS)
Cuenta la leyenda que una princesa de una gran belleza dotaba de calma y armonía los corazones de todo Japón, dando un largo periodo de paz y prosperidad a esa tierra. Sin embargo, un malvado Lord japonés la capturó y la encerró, desesperando los corazones de la gente, lo que llevó a un periodo de guerra. Escrito estaba que un magnífico samurái vendría a desafiar el vil Lord y rescatarla, pero pasaron los años y este no aparecía... hasta que tú te pones a jugar. Así empieza la nueva joya descargable que nos trae Nintendo a nuestra querida 3DS, que no para de darnos grandes y únicas novedades a través de la eShop. Desarrollado por el estudio independiente Grounding (fundado por Mineko Okamura, quien trabajó en Sega en los estudios de United Games Artist, Team Sonic y también para Microsoft Game Studios Japan) pero siempre bajo la producción de Nintendo, nos encontramos ante uno de los juegos de samuráis más fieles a la realidad de cuantos hemos jugado. Os contamos en detalle por qué nos encanta Hana samurái Art of the Sword y donde ha faltado un poco más para que sea un juego de 10.
Siéntete en la piel de un samurái de Leyenda
Como podéis imaginar, nosotros seremos el samurái del que habla la leyenda, quien en su travesía se cruza con Kappa, el señor del estanque (una criatura del folclore japonés considerado una deidad del agua, pero que aparece también como un animal malvado en algunos escritos) quien nos encomienda la tarea de rescatar a la Princesa Flor de Cerezo. Para ello, iremos recorriendo una parte de Japón seleccionando en un mapa puntos de destino, del mismo modo que recorremos los mapas en un New Super Mario Bros, con algunos caminos alternativos y algunos poblados donde descansar, comprar algunos objetos o mejorar nuestra espada. En el resto de paradas por el camino siempre nos espera un combate, sin ningún tipo de añadido.
El sistema de batalla entra en la categoría del subgénero de acción llamado hit & dodge (esquivar y atacar), o lo que es lo mismo, al más puro estilo Punch Out solo que en esta ocasión es algo más complejo y profundo, empezando por que nos enfrentamos a grupos de enemigos en lugar de individuales. Controlamos al samurái con el Slide Pad, quien adopta la posición de guardia automáticamente al entrar en combate (podemos desactivar la guardia manteniendo X, pero os aseguramos que es un suicidio).
Combinando el movimiento con el botón B, realizamos un movimiento de finta en la dirección en la que nos movemos, lo que nos permite esquivar los ataques de los enemigos. Con el botón A realizamos los ataques con nuestra katana, mientras que con Y realizamos un ataque especial que daña a los enemigos que tenemos enfrente, muy útil para reducir grupos rápidamente pero que requiere de un número elevado de acciones evasivas para recargarse. Con los botones L o R realizamos una maniobra de cobertura que nos permite parar los ataques enemigos, aunque no recomendamos su uso ya que el acero de nuestra katana sufre demasiado con los impactos y pierde corte fácilmente.
Sin duda esto último es de vital importancia, ya que como en la vida real, el acero japonés es de muy mala calidad y sus espadas frágiles por ello (de ahí que la maestría de forjadores y magníficos samuráis fuese tan mitificada en el medievo japonés). En Hana Samurai sucede exactamente así y por ello tendremos que ser muy precisos con nuestros ataques para que nuestros rivales no los bloqueen y nuestra espada no sufra demasiado, y es por eso que la técnica de batalla se basa más en esquivar y contraatacar con precisión y no tanto tratar de tajar al rival en cualquier momento, por que después de un ataque fallido del rival tenemos un tiempo en el que se encuentra sin guardia y podremos asestar uno o varios cortes.
Los enemigos siempre nos atacan uno a uno, y la cámara enfocará en todo momento al que intenta agredirnos, siempre y cuando estemos en guardia. Menos mal que podemos hacer uso de objetos para atacar a distancia, desconcentrar al rival, recuperar vida o afilar la espada, no obstante, para potenciar la técnica se nos recompensa con puntos de precisión, un contador que va sumando cuando esquivamos un ataque enemigo en el momento ideal y que deja de contar cuando realizamos un ataque bloqueado o recibimos un impacto. Estos puntos de impacto podemos luego registrarlos en la tienda a modo de récord personal, donde también nos dan un beneficio económico por ello que puede ser importante si la cifra es buena, pero hay que tener en cuenta que cuando se registran también se pierden, por lo el jugador tiene que decidir si sigue arriesgando o no, un componente de apuesta muy presente en todo el juego.
Recorriendo el país en busca del Lord malvado
Como decíamos antes, nuestro objetivo es recorrer el terreno madurando nuestro conocimiento del arte de la espada para finalmente llegar al castillo y una vez superadas las hordas enemigas, enfrentarnos a un Lord, así hasta dar con la Princesa. Cada vez que superamos un punto del camino, se nos abren otros nuevos, y si procuramos despejar todos los posibles caminos, daremos con los poblados, donde podemos dormir, mejorar nuestra espada o hacernos con una serie de objetos, que van desde ranas hasta un amuleto que nos permite volver a vivir en caso de que nos maten.
El inventario es muy limitado, así que no tendremos que preocuparnos de gestionar demasiado contenido, algo que nos ha recordado mucho al clásico de Konami: Gambare Goemon. Otra cosa importante y que da mucha vida, es que en los poblados tenemos una serie de personajes que nos ofrecen jugar a retos especiales, como puede ser cortar melones al vuelo o cortar melones con caras tristes. Son juegos que si bien son sencillos, exigen mucha concentración y precisión, nada fáciles al principio y difíciles incluso cuando creemos que los dominamos. Lo mejor de todo es que nosotros podemos participar en estos juegos apostando dinero o en busca de premios por acumulación de sellos, y sobretodo en el primer caso, resulta más que adictivo y emocionante, con algunas apuestas que nos han hecho temblar por el riesgo que supone (conseguir oro no es fácil ni rápido, por lo que las apuestas son la mejor manera para incrementar nuestra capacidad económica).
Fuera de los poblados, como decíamos, todo se reduce a batallas y más batallas, donde poco a poco nos encontraremos con nuevos rivales cuyo estilo de combate nos obliga estar aprendiendo constantemente sus movimientos. Y es que podemos decir que todos los ataques se pueden anticipar más o menos siempre, salvo los ataques en cadena que nos hacen. Cuando esto sucede, un haz de color amarillo nos advierte de que nos van a hacer un ataque de varios golpes, y sino sabemos cual es el estilo del rival, lo mejor es tratar de alejarse y observar los movimientos. También nos enfrentaremos a rivales que atacan a larga distancia o que usan habilidades ninja para desorientarnos y atacar, por lo que el sistema de combate se mantiene fresco mientras dura la epopeya.
Sencillo pero efectivo
Lo cierto es que quitando el sistema de combate y los retos en los pueblos, Hana Samurai no ofrece mucho contenido para mantenernos enganchados. A nivel gráfico busca un estilo tradicional japonés que está bien logrado, aunque resulta muy escaso e incluso repetitivo. Se nota que es una producción de bajo coste al respecto, ya que los escenarios de batalla se pueden contar con los dedos de nuestras manos, y la parte de los poblados, todos repiten todos los detalles, tanto en lo referente al escenario como a los personajes. Eso si, el estilo que tiene rebosa personalidad y recrea fielmente las villas japonesas de esa era, algo que también nos resulta muy familiar (Goemon de nuevo). Lo malo es que no pasa mucho, no hay eventos, no hay historia y contenido solo da para luchar, luchar y luchar, con las escapadas a los poblados a recuperar o ganar dinero, y poco más. En ese sentido, la música sorprende más, por que hay bastante temas con una composición de bastante calidad, que resulta variada y pegadiza, cuyo estilo también os recordará al clásico de Konami.
Eso si, a poco que os guste la ambientación, creemos que será suficiente para que os sintáis a gusto en el mundo de los Samuráis, ya que el aspecto y la sensación que nos ha dejado es positiva, por mucho que nuestro ojo crítico nos pida texturas más definidas o una resolución mayor. Hay algunos modos extra como un jardín de las piedras (un jardín en cual con los pasos registrados van floreciendo nuestros cerezos y algunas plantas) o la posibilidad de jugar los niveles de los Lords una vez superados en el modo historia, o un modo difícil que se desbloquea al terminar la historia por primera vez, y en el cual un par de golpes y estamos muertos (aquí la habilidad lo es todo), pero lo cierto es que nos hemos quedado con ganas de más.
Nunca nos habíamos sentido tan samuráis antes
Llegamos al final de nuestro análisis encantados con la experiencia que hemos tenido con Hana Samurai Art of the Sword. Se trata de otro juego único dentro del catálogo de Nintendo 3DS e incluso podemos decir que único en la historia de los videojuegos, por que no recordamos otro igual, y lo cierto es que dentro del panorama actual es un soplo de aire fresco. Su técnica de combate es seria y apasionante, con un progreso tanto de dificultad como de cosas alternativas por hacer muy bueno. Eso si, nos quedamos con las ganas de que no se haya explotado más y mejor, pues con una buena historia, un estrato de exploración y más profundidad en la gestión de armas y demás, estaríamos hablando de un grande del videojuego. No obstante, con lo que nos ofrece tenemos más que suficiente para pasar unas buenas horas con él, y estamos seguros de que acabará entre los favoritos de muchos usuarios.
Por jugabilidad única, la técnica que requiere y el mundo que nos presente sin duda lo recomendamos para cualquier jugón que aprecie los juegos técnicos y de acción, sobretodo teniendo en cuenta su precio (6,99 €) y que tenemos para aprovecharlo durante media docena de horas la primera partida, y mucho más si queremos completarlo en modo difícil. Es una pena que el juego venga con textos en inglés, aunque tampoco afectará mucho a entenderlo. En parte, tenemos la sensación de que con Nintendo 3DS se está recuperando un estilo de hacer juegos que parecía perdido: el desarrollo de juegos buenos, originales y rejugables, aunque no sean super producciones y no duren una eternidad. ¡Que no decaiga!