Análisis World War Z, las oleadas zombis en la palma de tu mano (Switch)
Juegos con zombis hay muchos, muchísimos, y para todos los gustos. Lo que nos pilló un poco por sorpresa fue el anuncio de un juego basado en World War Z, tanto en la novela de 2006 escrita por Max Brooks como por el universo de la película de 2013 que protagonizó Brad Pitt, un éxito moderado que estuvo a punto de recibir secuela pero, tras años de retrasos, cambios de director –se habló de Juan Antonio Bayona y David Fincher- e incluso la prohibición de películas con zombis en el mercado chino llevaron a que Paramount cancelase el proyecto. Sin embargo, Saber Interactive supo ver en él un potencial como juego de acción en el que grupos de supervivientes se enfrentan al apocalipsis en varias ciudades del globo: Nueva York, Moscú, Jerusalén y Marsella –una ciudad que se sumó tras el lanzamiento-.
Algo más de dos años después de su paso por Xbox One, PlayStation 4 y PC, el estudio especializado en adaptaciones entre sistemas –son responsables de los Crysis Remastered, The Witcher 3: The Wild Hunt para la nueva generación, varios Halo en PC o Kingdom Come: Deliverance para Nintendo Switch- no podía dejar pasar la oportunidad de llevar el título a la consola híbrida de Nintendo, que ya está a la venta.
El estallido zombi en la palma de tu mano
World War Z es un shooter en tercera persona orientado al cooperativo que sigue las aventuras de varios grupos de supervivientes en distintas ciudades del mundo. La situación de cada equipo es diferentes pero todas tienen algo en común: transcurren entre cientos, miles de agresivos zombis. En nuestro análisis del original lo describimos como una especie de cruce entre The Division y Left 4 Dead, con el control del primero y un desarrollo más similar al segundo. No analizaremos de nuevo World War Z como juego, pero sí repasaremos brevemente lo que ofrece.
Los jugadores pueden elegir entre distintas clases de personajes que cubren las especializaciones típicas de este tipo de juegos, incluyendo el experto en combate físico, el control de masas, la curación, las estrategias ofensivas o defensivas, el ingeniero, el especialista en explosivos o el tirador.
Aunque está diseñado para disfrutar en compañía también es posible jugar en solitario acompañados por una inteligencia artificial que cumple con el mínimo para prestar ayudas en la reanimación y durante los combates, pero naturalmente el juego no explota todo su potencial así. Desde un minuto tenemos todas las misiones y localizaciones desbloqueas para que comiences por el grupo que más te guste.
A lo largo de estas misiones, de unos 30 minutos de duración, deberemos ir cumpliendo una serie de objetivos que consisten en llegar a un punto, sobrevivir a una oleada o defender una zona. Nos enfrentaremos a zombis, muchos de ellos "genéricos" y sencillos de derrotar, así como algunos más resistentes y duros; no muy original, pero siempre aporta más variedad al gameplay. Pero sobre todo está el peligro de las hordas, escenas donde multitud de zombis se abalanzan hacia el grupo y, como demostró la película, pueden formar montañas de cuerpos para alcanzar cualquier lugar elevado. Un efecto muy espectacular que también impide que nos sintamos seguros en cualquier esquina del escenario.
World War Z se completa con el sistema de progresión de las clases y armas, así que no está pensado para completar el juego y dejarlo aparcado, sino para repetir con diferentes amigos, intercambiando roles y probando nuevas habilidades. En cuanto al contenido, algunos modos y las misiones de historia en Marsella llegarán como descarga gratuita en un futuro, pero también están disponibles ciertas compras de pago apariencias y armas.
En definitiva, la versión para Nintendo Switch como juego nos ofrece las mismas virtudes y defectos que en otros sistemas, aunque quizás aquí parte con la ventaja de no tener tanta competencia dentro del catálogo como por ejemplo en PC: no hay un Left 4 Dead, no está Back 4 Blood y alternativas similares, con tema zombi o no. Desde luego si te apetece una aventura de acción para la híbrida especialmente pensada para el cooperativo, el juego de Saber es una buena opción. Y desde luego ha calado entre los aficionados a los zombis: más de 15 millones de jugadores en otros sistemas justifican por sí sola la adaptación de World War Z a la plataforma de Nintendo.
La versión para Nintendo Switch
De Saber Interactive, con su experiencia en la adaptación de juegos, sólo podíamos esperar un buen port y más tratándose de un juego con su propia tecnología, el Swarm Engine. Probablemente no sea la mejor conversión de Saber y el original tampoco era un portento técnico, pero siempre jugaba con esa cantidad ingente de zombis que pocas veces hemos visto salvo en juegos como Dead Rising y Days Gone. Lógicamente hay una pérdida visible en calidad de texturas, modelados, resolución, iluminación y número de personajes en pantalla, incluso sin entrar en comparativas directas se aprecia que el juego ha sufrido recortes.
Sin embargo la desarrolladora ha dado prioridad a una fluidez que se consigue en casi todo momento –a resolución 720p y reescalado cuando se necesita por la intensidad del escenario-, y con el alto número de zombis en acción en ciertos escenarios, tiene su mérito. Es un juego en el que no conviene fijarse en los detalles porque ahí muestra más sus carencias, sino en el conjunto, y ahí sabe trasladar el espíritu de las otras plataformas. El estudio se muestra orgulloso de las optimizaciones, únicamente gráficas, que no han modificado ningún aspecto de la jugabilidad. Recomendaríamos probarlo en modo portátil porque una pantalla hará más evidente una imagen ligeramente borrosa.
Conclusiones
World War Z en Nintendo Switch es una adaptación correcta, con las limitaciones que entraban dentro de lo esperado, de un juego igualmente aceptable que no cometer ningún error grave pero tampoco sabe destacar dentro del género. Toma un puñado de ideas de los grandes referentes y como única aportación tenemos las oleadas de zombis que actúan como una masa capaz de arrasar con todo; es entretenido y rejugable si lo disfrutas en compañía –la inteligencia artificial no da la talla, especialmente en dificultades altas- y el diseño de niveles o misiones tiende a ser repetitivo. Como sucede con la película en que se basa, puede enganchar con expectativas moderadas y a ratos ofrece tensión o momentos épicos. ¿Es una obra maestra? No, pero a veces el cuerpo tampoco te pide eso.
Hemos realizado este análisis con un código proporcionado por Focus Entertainment.