Hace meses ya adelantábamos uno de los aniversarios que tendrían lugar a lo largo de este 2016, y lo que entonces era solamente un homenaje enmarcado dentro del año, llega esta semana a su fecha exacta, a aquel 26 de septiembre de 1986 en el que Castlevania nacía en Famicom Disk System quedando marcado a fuego en los anales del videojuego.
Hoy continuaremos con la segunda parte de aquel artículo, "Aquarius". Tocata y fuga del clan Belmont – Parte I, en el que avanzaremos hasta finales de 1993 para recorrer desde el lanzamiento de aquel primer Akumajo Dracula X –conocido como Rondo of Blood– y llegar al punto de inflexión con el clásico de Koji Igarashi y las últimas entregas de siglo.
1792. Richter, el descendiente
A la llegada de Castlevania: Rondo of Blood –que además con "Rondo" inició la tradición de poner el nombre de una forma musical clásica en el título– se produjeron una serie de cambios en el apartado sonoro. El principal es la calidad que aportaba el formato CD de PC Engine, haciendo uso del red book audio y a su vez usando el chip de complemento. En cuanto a la composición, ahí la cosa no cambiaría mucho, trabajo que como siempre llevaron a cabo entre varios músicos internos: Akira Souji, Keizo Nakamura –no confundir con Kozo Nakamura, también parte de Konami Kukeiha Club–, Tomoko Sano y Mikio Saito.
El juego abre con el "Overture" que acompaña a la espectacular intro animada, otra de las sorpresas de esta entrega, para dar con los icónicos cantos del "Requiem" en la pantalla de menú. Y entonces comienza el juego con ese "Opossing Bloodlines" que hace de tema principal recuperando el motivo de la obertura a la guitarra eléctrica de Motoaki Furukawa, líder de la in-house band, que como siempre estaba presente hasta cuando no componía. De hecho todos los solos de guitarra de la banda sonora están grabados por él mismo.
"Cross A Fear", "Slash", "Opus 13", "Ghost Ship Painting" o "Den" son algunas de las joyas musicales que tiene esta entrega, mezcladas con otros clásicos de juegos anteriores. Es aquí donde oiremos también por primera vez el famoso "Dance of Illusions" para Drácula. El "Cross Your Heart" de Haunted Castle iba a aparecer aquí también, pero fue descartado.
Castlevania: Vampire’s Kiss es la versión que llegó a Super Nintendo –que sí fue lanzada en Europa– y que incluye cambios notables. El que nos interesa en este caso es la gran pérdida en el sonido, ya que la BSO es a grandes rasgos la misma pero no se beneficia de las mejoras de audio que tenía en PC Engine. Esta adaptación musical corrió a cargo de Tomoya Tomita, Masanari Iwata, Harumi Ueko y Masahiro Kimura, que repitió en la saga.
Llegan nuevas líneas de sangre
Y mientras eso sucedía en las consolas mencionadas, la 16-bits de SEGA se disponía a recibir su propia medicina, un tal The New Generation que con el tiempo se quedaría en el colectivo por su título americano, Castlevania: Bloodlines.
Pero si hay algo que de verdad se queda grabado cuando uno lo juega es su gran banda sonora, la primera que contaría con una ya por entonces veterana Michiru Yamane, que llevaba en el seno de Konami desde 1988. Tanto esta como la música del Rondo of Blood serían recopiladas en 1993 en un doble álbum titulado simplemente Akumajo Dracula X.
A la sintonía de presentación se suma ese "A Vision of Dark Secrets" que recorre el opening del juego. Una vez llega la primera fase se desata el tema principal, un corte épico de reminiscencias barrocas –trinos, obstinatos y otras hierbas– que lleva por nombre "Reincarnated Soul". Le siguen grandes piezas como "The Sinking Old Sanctuary", "The Prayer of a Tragic Queen", que riza el rizo de las influencias de Bach, "Moon Fight" o el famoso "Iron Blue Intention" de la Fase 4, una composición que brilla con luz propia.
Tampoco faltan los muchos temas rescatados del catálogo de Castlevania, cerrando con un tranquilo "Requiem for a Restless Victims" que se desplaza con maestría junto a los créditos. Por supuesto, al igual que todos los juegos de esta época y los que ya vimos en el anterior artículo, tendría sus remixes de Naoto Shibata en los Perfect Selection Dracula Battle, siendo de hecho junto al Rondo uno de los que más temas recibieron arreglos.
Encarnando al hijo del Conde
Y tres años después llegamos al que para muchos es la joya de la corona, no solo porque contaría de nuevo con Michiru Yamane, sino porque supuso el gigantesco golpe de timón que llevaría a la franquicia a fragmentarse en dos vertientes diferenciadas con la que sin duda es la colección musical más completa que tuvo hasta la fecha, una difícil de igualar. Ese fue Castlevania: Symphony of the Night, en Japón llamado Nocturne in the Moonlight.
El juego arranca con un Richter Belmont en su momento de gloria al ritmo del "Prologue" y la guitarra de Oyaji-sama para desembocar en el "Illusionary Dance" (Dance of Illusions) durante el mítico enfrentamiento revivido contra Drácula. Así la primera parte termina para dar paso al "Nocturne in the Moonlight" que acompaña al texto de introducción. Tampoco debemos olvidar el grandísimo "Prayer" que ameniza el menú como ya hiciera en Rondo.
A partir de ahí aparece Alucard con ese fantástico "Dracula’s Castle" –que en este caso lleva guitarras grabadas por Tak Fujii y Akira Yamaoka– y los grandes momentos musicales suceden uno tras otro: "Marble Gallery", el clave de "Wood Carving Partita", más s.XVII imposible, el pipe organ de "Requiem for the Gods", "Crystal Teardrops", "Lost Paintings" –una de las mejores del juego– "Trangic Prince" de nuevo con Yamaoka o ese fantástico "Wandering Ghosts" que nos deja Oyaji-sama en la zona del Colosseum. La lista es enorme y cualquiera que haya jugado reconocerá la mayor parte de la música.
El cierre llega con una balada vocal, "I am the Wind", escrita por Rika Muranaka y cantada por Cynthia Harrell. Aparte hay otro tema vocal en el juego, ese "Nocturne" que da nombre al artículo y solo suena en cierto lugar oculto; escrito por Masanori Oouchi y con la voz de Hekiru Shiina. Como curiosidad, al introducir el juego original en un reproductor de CD se podía escuchar la voz de Alucard dando paso a una pista adicional a modo de bonus. La BSO completa se llamó Dracula X ~Nocturne in the Moonlight~ Original Game Soundtrack.
Últimos juegos de siglo
Tras esto, y antes de que los Castlevania se dieran de lleno a las portátiles y la vertiente "Metroidvania", salieron otros tres juegos a finales de los 90. El primero de ellos fue título de Game Boy, ese Castlevania Legends de 1997 que lleva música de Kaoru Okada y Youichi Iwata.
Por otro lado, estarían los dos de Nintendo 64, Castlevania (64) y Castlevania: Legacy of Darkness, que no están entre los más recordados pero tienen piezas destacables a pesar de que muchas de ellas sean tomadas de títulos anteriores; lo cual no quita que salgan grandes adaptaciones, como ese "Candidate’s Concerto" (Opposing Bloodlines) que abre. Masahiro Kimura se encargó de ambos junto a Mariko Egawa y Mr. Furukawa en el caso del 64.