Una vez más ha sido nuestro compañero Jorge Cano quien ha propuesto el juego Retro de la semana. El mérito es todo suyo, porque un servidor había enterrado en lo más profundo de su senil mollera la existencia de esta recreativa de Sega, y eso que hablamos de una producción de AM2, con Yu Suzuki como productor y el mismísimo Hiroshi "Hiro" Kawaguchi, el compositor de las inolvidables banda sonoras de OutRun y After Burner, al frente la música.
Dynamite Düx derrochaba toneladas de encanto, pero el hecho de aparecer en 1988, entre dos lanzamientos tan populares como After Burner (1987) y Power Drift (1988), acabó eclipsando a esta placa Sega System 16, el mismo hardware utilizado por la compañía en otros pelotazos recreativos como Golden Axe, Shinobi y Altered Beast.
Los protagonistas de Dynamite Düx no eran musculosos action heroes, sino una pareja de patos, Bin y Pin, decididos a rescatar a su ama Lucy de las garras del hechicero Achacha (el cual guarda un asombroso parecido con el actor Luis Tosar). Todo ello con una sorprendente y colorida estética cartoon, donde no faltaban las onomatopeyas y unas muecas que habrían hecho las delicias de los animadores de la Warner.
Por si el concepto de ver a dos patos repartiendo cera al estilo Double Dragon no fuera suficientemente chiflado, el juego nos enfrenta a un surrealista ejército de enemigos: alces y perros sin piernas, cerdos convertidos en luchadores de sumo, lobos al cargo de morteros, caimanes boxeadores, rinocerontes con equipación de fútbol americano… Hasta el mismísimo Coronel Sanders hace acto de presencia en el arranque del primer nivel, frente a uno de sus locales del Kentucky "Friend" Chicken.
A diferencia de otros arcades de la época, Dynamite Düx permite atacar en las ocho direcciones, inicialmente a base de puñetazos y patadas, pero también con diverso armamento que podemos recoger del suelo, como bombas, misiles, lanzallamas, ametralladoras e incluso a pedrada limpia.
La localización de los seis niveles en los que se divide la placa es otro absoluto despiporre. El juego arranca en una ciudad (bautizada como Down Town, al más puro estilo "engrish"), para luego dar tumbos sin sentido a lo largo del planeta: Japón, la jungla, Chicago, Texas (ojo, con un ejército de pingüinos ejerciendo de mid bosses en mitad del desierto) y por último Achacha, el templo que sirve de morada al jefazo final.
La mecánica de Dynamite Düx es bastante simple. Cada uno de los jugadores (uno controla a Bin, el pato azul, y el otro a Pin, el pato rojo) dispone de dos botones, uno para atacar y otro para saltar. Además, es posible "cargar" el botón de disparo para soltar un puñetazo XXXL, al estilo Popeye, aunque por desgracia el personaje deja de caminar mientras prepara "el molinete", lo que nos deja bastante vendidos debido a la incesante aparición de enemigos en pantalla.
En momento puntuales la aventura se detiene para enfrentar a los dos jugadores (o un jugador frente a la CPU) en una ronda de bonus consistente en un combate de boxeo animado por conejas cheerleaders y con el Coronel Sanders ejerciendo de árbitro. Con un botón se propinan puñetazos (aquí también es posible "cargar" el ataque) y con el otro se realizan fintas para esquivar las tollinas del rival. Simple pero realmente divertido, sobre todo entre dos humanos.
Dynamite Düx tiene unos gráficos encantadores que incluso muestran pequeños efectos de scaling, y las animaciones de los personajes, tanto los protagonistas como sus enemigos, son realmente tronchantes. Pero la mecánica queda lastrada por un sistema de colisión bastante errático y una dificultad diseñada para sacarte los cuartos a la mayor velocidad posible. Salvo los mid-bosses y los jefes finales, el resto de enemigos pueden liquidarse con un par de mamporros, pero sus disparos son un verdadero tormento, especialmente los misiles teledirigidos que te siguen acosando por toda la pantalla como auténticos perros de presa.
Como ya hemos comentado, Dynamite Düx no provocó el mismo impacto en los salones recreativos que otras placas de AM2, pero eso no supuso un obstáculo a la hora de recibir las consabidas adaptaciones domésticas. Activision se hizo con los derechos para los ordenadores de 8 y 16 bits. Una labor que recayó en manos de Core Design.
Los ingleses, que años más tarde cobrarían fama mundial gracias a Lara Croft, crearon en 1989 unos ports bastante decentes, dentro de las limitaciones de la época, para ZX Spectrum, CPC, C64, Amiga y Atari ST. Nos vamos a detener en las versiones para ordenadores de 16 bits, porque tienen su miga.
A la hora de buscar información sobre los ports domésticos de Dynamite Düx me he encontrado con dos de los easter eggs más demenciales que un servidor ha visto en 26 años de profesión. Como usuario tardío de Amiga (no pude comprármelo hasta 1992), el port de Dynamite Düx jamás pasó por mi radar, pero me he quedado de piedra al descubrir las "sorpresitas" que Core Design ocultó en el port de Amiga. No he tenido el valor de comprobar ambos, pero aparecen en diversas fuentes, así que me temo que no estamos ante un fake. Ojalá lo fuera, porque esto va a mancillar muchos recuerdos infantiles.
Uno de estos easter eggs consiste en teclear NUDE durante los combates de boxeo para ver cómo las conejas cheerleaders se desprenden de su uniforme para seguir bailando en topless. Una cosa demencial que solo tiene dos explicaciones: o la entrega Amiga fue obra de unos pioneros del fandom furry más extremo o estamos ante una sibilina venganza hacia Activision por un crunch demoledor durante el desarrollo.
Esta última teoría tiene aun más sentido al descubrir el segundo easter egg, una intro alternativa que durante 30 años se catalogó como una leyenda urbana, tras aparecer en las secciones de trucos de las revistas de la época. Aquel truco no funcionaba… hasta el pasado año, cuando Codetapper descubrió la manera de activarlo. A través de un editor HEX hay que cambiar parte de una línea de código del juego y… bueno, vedlo por vosotros mismos en este vídeo:
Ni Sega ni Activision tenían la más mínima sospecha de que aquellos disquetes encerraban los gráficos de una Lucy en lencería y un Achacha con tanga. Por supuesto, nada de esto aparece en el único port para consola que recibió Dynamite Düx. Master System fue la afortunada, en un cartucho firmada por la propia Sega en 1989, que solo llegó a ver la luz en las Master europeas y brasileñas. En esta entrega se alteró por completo la historia del juego, convirtiendo a Bin en el novio de Lucy, el cual acudía en su rescate tras ser transformado en pato por Achacha. También se eliminó el modo de dos jugadores y el nivel de la jungla.
Durante muchos años Dynamite Düx fue solo un recuerdo, hasta que en 1996 la propia AM2 decidió rendir homenaje a su pareja de patos en Sonic The Fighters. Entre los personajes que podíamos seleccionar en este juego de lucha estaba un palmípedo con foulard llamado Bean The Dynamite, claramente inspirado en Bin y Pin.
Bean regresaría ese mismo 1996, como personaje desbloqueable, en el Fighters Megamix de Saturn, y más recientemente hizo una aparición breve, pero muy celebrada, en uno de los niveles de Sonic Mania, junto a Fang The Sniper y Bark the Polar Bear.
¿Nos reencontraremos con Dynamite Düx en alguna futura entrega de Sega Ages? ¿Alguno de vosotros conocía la existencia de los dos infames easter eggs de la versión Amiga? ¿Os dejasteis mucho dinero en la recreativa? Como siempre, esperamos vuestros comentarios y anécdotas.