La industria del videojuego, al menos en lo que se refiere a importancia en cuanto a beneficios, ingresos y ruido mediático, se encuentra en un momento dulce. Con la irrupción de determinadas franquicias y sagas, la presencia o cobertura en medios tradicionales de lanzamientos y ferias -sobre todo en fechas señaladas- y redes sociales, el videojuego ha pasado de ser un ocio menor o de nicho y público cerrado y concreto, a rivalizar con el mismo cine. Paradójicamente, son dos medios que tienen mucho en común -al fin y al cabo, muchos videojuegos nos cuentan y narran historias-, y por lo tanto, es también lógico que acaben influenciándose y desviviéndose el uno por el otro para asegurarse un futuro recíproco. En la unión, tal y como dicen, nace la fuerza.
Dicho futuro común, viene dado por dos sendas bien diferenciadas. Una de ellas adolece a los típicos intereses comerciales de lanzar el consabido videojuego basado en el blockbuster o taquillazo de turno, la mayoría de las veces, con nefasto y más que discutible resultado. La otra, que aquí nos atañe, es aquella que se centra en adaptar los diferentes éxitos intrínsecos del mundo del videojuego, a la pantalla grande. No siempre las cosas salen bien, como hemos podido comprobar en el pasado, con lo que la verdad es que es bastante probable llevarse una desilusión grande una vez pagamos por nuestra entrada y nos adentramos en la oscuridad de la sala -y más si somos fanáticos de un juego o saga en concreto-.
Pero es un negocio tentador. Producir, rodar, montar y proyectar una película es un arte, y promocionarla, otro. Y cuando hablamos de una película basada en un videojuego -al igual que cuando lo hacemos de un film basado en una novela, un cómic o una serie de televisión-, se tiene gran parte del camino de producción, desarrollo y publicidad andado. ¿Qué mejor qué decir que se va a rodar una película basada en Minecraft, Angry Birds o Assassin´s Creed para así atraer a propios y extraños al multicine más cercano? Un uso de una licencia tan poderosa como las citadas, es casi una garantía de éxito a corto plazo. Pero, ¿qué pasa con la calidad?
Bajo estas premisas, y con los antecedentes de fallidos estrenos y adaptaciones siempre en mente, nos aventuramos a una nueva oleada de producciones cinematográficas. Muchas de las películas citadas en el presente especial llegarán en dos o tres años, y otras, como estamos acostumbrados a ver últimamente, permanecerán en un cajón hasta que la productora de turno decida hacer caja o cuadrar un trimestre fiscal. Quizás muchas de ellas jamás vean la luz.
En cualquier caso, reconocemos que para incluso el aficionado y jugador más escéptico, el poder vislumbrar hasta qué punto es fiel un film basado en un videojuego, tiene hasta su punto morboso. Y además a largo plazo, pues a más de uno le produce cierta excitación el poder volcar a posteriori la frustración en el foro o la red social de turno. Algo así como un retorcido ciclo de la vida o la pescadilla virtual que se muerde la cola. Es por eso que las películas con un fundo de videojuego o con una importante licencia detrás, son proyectos, adaptaciones y productos tan atractivos. Consiguen que dejemos el mando -o el teclado y el ratón-, para que nos pongamos a hacer fila en la taquilla de nuestro cine preferido.
Producciones y estrenos inminentes (2015 a 2016)
Tanto 2015 como 2016, bien podrían servir como la dupla o pistoletazo de salida para una nueva hornada de producciones basadas en videojuegos. Muchos de los presentes proyectos reflejados en este especial, tienen fijada una fecha de estreno bastante cercana, siendo 2015 el año escogido por muchas productoras para estrenar sus films en salas. Así mismo, mega-producciones de holgado presupuesto como Warcraft o Assassin´s Creed, han preferido, por decisión propia o vicisitudes del rodaje, llegar en 2016 y así ampliar su tiempo de producción, trabajo y rodaje.
Dead Rising: Watchtower (2015, Zach Lipovsky)
Si amáis el género zombi, en cualquier expresión o medio artístico, estáis de enhorabuena. Desde hace casi una década -quizás desde el estreno de el remake El Amanecer de los Muertos (2004, Zack Snyder)- vivimos a un aluvión de libros, cómics, películas, series y videojuegos con los zombis y las hordas de muertos vivientes como protagonistas y telón de fondo. La calidad ha sido muy dispar, está claro, pero de vez en cuando hemos topado con joyas como la novela de Max Brooks, Guerra Mundial Z y la saga de juegos de Capcom, Dead Rising. Lo que empezó hace unos años como un juego de acción y arcade en régimen de mundo semi-abierto en Xbox 360 -y que ha acabado llegando a otras plataformas, como PlayStation 3 o Nintendo Wii, incluso lanzándose una versión para teléfonos móviles-, ha traspasado la frontera del videojuego, saltando directamente, al formato película.
La saga Dead Rising siempre ha bebido muchísimo del cine más clásico del género, ofreciendo guiños, detalles y referencias al propio George Romero -alma, corazón y padre de lo que hoy en día conocemos como cine de zombi moderno- y bebiendo sin vergüenza ni reparo -en el mejor sentido- del panorama trash y gore. Echar una partida a cualquier juego de la franquicia, es disfrutar de armas disparatadas, hordas de zombis ávidos de carne y enormes raciones de casquería. Por lo tanto, era de esperar que viéramos -más pronto que tarde- una adaptación al cine de las aventuras del periodista Frank West y compañía.
Dead Rising: Watchtower adaptará de forma libre las aventuras de los juegos de Capcom, presentándonos a varios protagonistas de los primeros juegos, y llevándolos a un escenario completamente nuevo, en el que deberán cooperar para sobrevivir y descubrir el origen de la pandemia que está convirtiendo a la gente en infectados devoradores de carne. Su director no obstante, es experto en estas lindes. Zach Lipovsky es un cineasta criado entre films de baja estofa y serie B de la talla de Leprechaun: Origins (2014) y Demonios de Tasmania (2013). El reparto por su parte, está plagado de caras conocidas para la pequeña pantalla, con Jesse Metcalfe (Dallas, Mujeres desesperadas) y Meghan Ory (Érase una vez…) entre ellas. Como curiosidad -de esas que os pueden hacer ganar algún que otro concurso cinéfilo-: el guionista de Dead Rising: Watchtower, es el mismo que el de el maravilloso juego de acción en mundo abierto ambientado en el mundo de las triadas y mafias asiáticas, Sleeping Dogs.
Pero no estaría más recalcar una cosa: el carácter de película o serie episódica de bajo presupuesto de Dead Rising: Watchtower. No esperéis un film de altos vuelos, promoción desmesurada o estreno en cines -pese a estar apadrinada por una de las filiales de Legendary Pictures, Legendary Digital Media- y la propia Sony. Es más: Dead Rising: Watchtower ha sido producida y diseñada para el estreno directo en DVD y VOD -vídeo bajo demanda-, con lo que la distribución será enteramente digital y en formato doméstico. La película, que ha sido calificada por su propio director como una suerte de "Indiana Jones con zombis", tiene previsto su lanzamiento el próximo 27 de marzo de 2015.
Hitman: Agente 47 (2015, Aleksander Bach)
Sí, lo sabemos: la primera película de Hitman (2007, Xavier Gens) fue una experiencia traumática para todos aquellos que cometimos el error de verla -algunos incluso en el cine-. Era tan mala, que quizás, a su lado la adaptación del también videojuego Max Payne (2008, John Moore), era aceptable. Quizás lo único a salvar de toda la producción era un pobre Timothy Olyphant que al menos, parecía creerse su papel. Tras el descalabro de la película, las críticas de los fans y de la prensa especializada -y el más que discreto resultado en taquilla-, la maquinaria cinematográfica decidió darle una segunda oportunidad y comenzó a proyectar lo que sería un nuevo reinicio a la saga, mostrándonos una visión más fiel al videojuego.
El videojuego de IO Interactive lo merece. Para todo aquel que desconozca la serie de juegos -que esperamos, seáis muy pocos-, en Hitman, encarnaremos al Agente 47, un mercenario y asesino a sueldo, que deberá realizar los más variados encargos con el mayor sigilo y pulcritud posible. Los juegos de Hitman, narrados y enmarcados desde una perspectiva en tercera persona, nos invitan a ser tácticos y muy cuidadosos, planteando con tiempo y paciencia cada asesinato en función del nivel que recorramos. Y a eso, como no podía ser de otra manera, hay que sumarle un pasado traumático, una organización secreta, cazas al hombre… En definitiva, todos los ingredientes y elementos para poder construir una historia cinematográfica.
El argumento de Hitman: Agente 47 intentará aglutinar todas las características de los citados juegos, intentando no caer como es lógico, en querer adaptarlo todo en una escueta película de apenas de dos horas. No ha trascendido demasiado, pero sabemos que versará sobre el origen y pasado del personaje, y una búsqueda incesante de una misteriosa mujer que quiere saber quién es su padre. Rodada casi en su totalidad en Alemania y Singapur, Hitman: Agente 47 nos parece, a simple vista, una producción bastante más inteligente que su predecesora. Para empezar, tenemos al eficiente Rupert Friend (Homeland) haciendo del Agente 47, a Zachary Quinto (Star Trek 2009, Héroes) haciendo de John Smith y al siempre recurrente actor alemán, Thomas Kretschmann (King Kong 2005, El Hundimiento) interpretando al villano y némesis de la historia, Le Clerq. El contrapunto femenino lo llevará a cargo Hannah Ware, a la que conocimos en la polémica Shame de 2011.
El film se encuentra ahora mismo en un avanzado estado de post-producción -es cuando una película entra en su recta final, montándola, añadiendo efectos digitales, sonidos- con lo que su estreno está previsto para el 28 de agosto de 2015 -es decir, este mismo año- en Estados Unidos. Con suerte, y en función de las decisiones de la distribuidora y la productora en España podremos verla también a finales del verano.
Ratchet & Clank (2015, Jericca Cleland, Kevin Munroe)
Pocos juegos se han acercado tanto al cine de animación digital, como Ratchet & Clank. La serie de juegos de Insomniac Games, exclusiva de consolas PlayStation, siempre ha parecido una película de animación 3D con esteroides, que además, nos permitía disfrutar de amplios mundos para explorar y míticos personajes -como la brillante pareja protagonista que da nombre a todos los videojuegos-, así como de cientos de disparatadas armas con las que dar caza a los enemigos y criaturas espaciales que nos hacían frente. Su adictiva mecánica de juego y su increíble afán por llevar los plataformas tridimensionales y juegos de acción desenfadados a un nivel nivel, le han hecho merecedora de innumerables secuelas y adaptaciones a distintas plataformas, y como no podía ser de otra forma, de la oportunidad de trasladar sensaciones y carisma, al cine.
Pese a que se había rumoreado mucho, e incluso la propia Sony había hablado de tener planes al respecto, la película oficial de Ratchet & Clank no comenzó a tener forma real hasta bien entrado 2013, cuando a través de un vídeo de Youtube pudimos comprobar una suerte de teaser o adelanto en el propio blog de la compañía. Fue casi el pistoletazo de salida a una producción que llegó a ser presentada, por todo lo alto, durante la charla de Sony en el E3 en junio de 2014 -en la que también vimos el primer trailer oficial-.
La película de animación de Ratchet & Clank -a cargo de Rainmaker y Blockade Entertainment- adaptará los eventos del primero de los juegos de la trilogía original, contándonos el primer encuentro de ambos cazadores de recompensas, y su disparatada misión por salvar la galaxia de Solana de la amenaza del malvado Drek, Blarg y el Doctor Nefario -que tendrá su papel a juzgar por la sinopsis oficial-. Además, y casi por expreso deseo de Insomniac Games -que supervisa el desarrollo de la película en todas sus facetas-, se contará con las voces originales de los personajes, estando James Arnold Taylor (Ratchet), David Kaye (Clank) y Jim Ward (Capitán Qwark) repitiendo papeles en su versión original, en esta ocasión, en pantalla grande. Esperemos que el doblaje al castellano tenga el mismo mimo, pues estaría más que bien disfrutar una vez de lo que consideramos uno de los mejores trabajos de localización jamás hechos en videojuego alguno.
Ratchet & Clank debería estrenarse -si no ocurre nada en la post-producción- en 2015, al menos en Estados Unidos, pero ni Sony Pictures ni Cinema Management Group -distribuidoras de la cinta, en cines y DVD, Blu-ray y plataformas digitales- han querido facilitar más datos concretos.
Warcraft (2016, Duncan Jones)
Warcraft es, sin el menor género de dudas, el proyecto basado en un videojuego más ambicioso de cuantos se están preparando en Hollywood. Su producción ha ido cambiando de manos, productoras y directores -hasta el inefable Uwe Boll se postuló para dicha labor, negándose en rotundo el mismísimo Chris Metzen, vicepresidente de Blizzard y responsable del diseño y las historias de las sagas de casi todos los juegos de la empresa-. El origen del proyecto se remonta a comienzos de 2006, cuando Sam Raimi y Blizzard se reunieron para entablar contacto y levantar una película basada en su licencia más importante. El enfoque sería el de una épica película de acción y fantasía -recordad que, El Retorno del Rey y las películas basadas en El Señor de los Anillos de Peter Jackson estaban todavía muy recientes-, y se contaría con un presupuesto holgado y en consonancia.
Los años pasaban, y la producción, se hacía más complicada, dilatándose en el tiempo. Sam Raimi se veía inmerso en la producción de la tercera entrega de Spider-Man y sus secuelas -así como en otros proyectos-, y el tirón de las películas épicas de corte fantástico, se comenzaba a diluir. Desgraciadamente, para los aficionados a Warcraft, la cinta quedó en un punto muerto. Pero tras el resurgir de los videojuegos como entretenimiento social masivo, Metzen, que se encargaba además de escribir el guión de la película, decidió que era el momento ideal para que el film volviese a estar en marcha, pero esta vez, con una nueva cabeza visible: Duncan Jones.
La elección no podía ser mejor. Duncan Jones es actualmente, uno de los mejores directores de ciencia ficción de los últimos tiempos. Sus dos únicas películas, Moon y Código fuente, son la muestra fehaciente de que se puede ser original en tiempos de secuelas y reciclaje de guiones. Duncan entró con buen pie, y lo hizo deshaciendo parte del trabajo previo en la producción de Raimi, ya que según el director, se partía de un error de base. Según él mismo comentó en la última Blizzcon, "El guión anterior estaba enfocado en la sempiterna lucha de buenos y malos. Es complicado identificarse con uno de los bandos en una película bélica, ya que se tiende a demonizar a uno de ellos, y glorificar al otro. En las películas de fantasía, es algo incluso más raro de ver. Por eso creo que trabajar en "Warcraft" está siendo todo un reto".
Las intenciones de Duncan Jones y el propio Metzen son las de narrar el comienzo de las hostilidades entre humanos y orcos, ofreciendo al espectador una completa visión de ambos bandos, Alianza y Horda. O lo que es lo mismo: Lothar contra Durotan. De esta manera, dejó claro el tono y la dicotomía que tendría la película, que también en sus propias palabras, sería una suerte de mezcla entre Avatar (2009, James Cameron) y la anteriormente nombrada, El Señor de los Anillos. ¿Qué decir del reparto? Por un lado tenemos a Dominic Cooper (Need for Speed) y Ben Foster (3:10 To Yuma) interpretando a líderes de la Alianza, y a actores de la talla de Clancy Brown (Cadena perpetua), haciendo lo propio con el mando de la Horda. Más allá de las promesas o de las vicisitudes del proceso creativo y de escritura, en el mismo marco de la convención oficial de Blizzard, se decidió mostrar a algunos de los personajes y secuencias preliminares de lo que sería el film -con elfos y enanos haciendo acto de aparición-, consiguiendo cerrar el panel entre los vítores de los aficionados.
Warcraft está ahora mismo envuelta en el laborioso complejo de rodaje, algo que no trascendería demasiado si no fuera por las ingentes cantidades de filmación bajo captura de movimientos que necesita una película de esta índole, teniendo su estreno previsto para marzo de 2016.
Assassin´s Creed (2016, Justin Kurzel)
Lo cierto es que 2014 no fue el mejor año para Ubisoft. La desarrolladora, distribuidora y editora francesa, sufrió varios reveses en diversos ámbitos. Por un lado se discutió, con los lanzamientos de Watch Dogs y Assassin´s Creed: Unity, del control de calidad y el cuidado de sus propios juegos, que quedaron en evidencia ante la comunidad de jugadores y las críticas de la prensa especializada. Y por otro, se descubrieron todas las vergüenzas del proyecto cinematográfico que tenían entre manos. Hablamos, lógicamente, de la película de Assassin´s Creed.
Volvamos a las fechas en las que el primer Assassin´s Creed, llegó a nuestras consolas. En los albores de una generación prometedora, la salida de un ambicioso juego de mundo abierto en el que encarnábamos a un asesino ordenado por una secta milenaria, cambió, y nunca mejor dicho, las reglas del juego. El título ofrecía muchísimos elementos increíbles, diferentes y hasta la fecha, inéditos, así como un trasfondo y una historia lo suficientemente original y atractiva, como para pedir a gritos una adaptación cinematográfica. Mientras la saga avanzaba a ritmo acelerado -con una secuela año tras año-, los incesantes rumores de una película de Assassins´s Creed copaban muchísimos de los foros y tabloides especializados en cine y videojuegos. No fue hasta 2011 cuando a través de Variety, se confirmó lo que muchos ansiaban y deseaban: habría cinta basada en el credo de los famosos asesinos.
En un principio, allá por 2011, Ubisoft -mediante su propia filial, Ubisoft Motion Pictures- decidió acercarse a Sony Pictures para producir la película -que sería rodada en 3D-, y de paso, comenzar a barajar futuros nombres para la dirección y el reparto. Aquellas negociaciones no parecieron ir demasiado bien, desplazándose el interés rápidamente hacia 20th Century Fox, que decidió llevar las riendas de la producción elevando la categoría de la cinta y moviendo el proyecto por todo Hollywood. Se pasaría de un presupuesto medio a uno más cercano al de lo que sería un blockbuster, con todo lo que ello significa. Con respecto a esto, Jean-Julien Baronnet, jefe de Ubisoft Motion Pictures, dejó claro una cosa en la prestigiosa revista Variety: "Nuestro principal interés está en mantener la propiedad de la licencia y controlar el contenido de la película, todo ello sin dejar de trabajar con los distintos estudios cinematográficos que se interesen en nuestro proyecto". O en otras palabras: en Ubisoft no quieren que la franquicia se desperdicie en su salto al cine.
Es entonces, a finales de 2012, justo cuando aparece Michael Fassbender. El famoso actor escocés se interesó rápidamente en tomar partido en el film, postulándose como protagonista y cara visible, y trabajando también estrechamente en la producción. Sin ir más lejos, Fassbender recomendó a su compañero y amigo, Justin Kurzel -con el que había estado colaborando en una nueva versión de Macbeth- para ocupar la silla de dirección. Entrar a debatir y hablar del argumento de la película de Assassin´s Creed es quizás, aventurarse demasiado. Se ha discutido hasta la extenuación, pero parece que se contará la historia de Desmond Miles, Abstergo y el Animus, y que de paso, se basará en al menos, los dos primeros juegos de la saga de Ubisoft. No se sabe si se narrará la historia entera de Altair y los asesinos durante las cruzadas o se le dará prioridad a la de Ezio -uno de los protagonistas más queridos del videojuego-, centrada en el Renacimiento italiano.
En cierta manera -y siguiendo el argot del propio juego-, producir una película de gran presupuesto, es un salto de fe. Tras varios retrasos y el traumático cambio de productora, la galerna y deriva creativa pasó, y se emprendió de nuevo -en esta ocasión, bajo el amparo de 20th Century Fox- un proceso de re-escritura de guión, siendo la dupla formada por Adam Cooper y Bill Collage -responsables del libreto de la reciente Éxodo: Dioses y Reyes- los encargados de tamaño encargo. El borrador debería estar finiquitado a estas alturas, pues una de las últimas noticias que tenemos, es que Ubisoft y Fox quieren un estreno con vistas a las Navidades de 2016, intentando arañar el máximo beneficio en taquilla -y así hacerlo coincidir con un eventual título de la saga en consolas-.
Angry Birds (2016, Clay Kaytis y Fergal Reilly)
¿Quién nos iba a decir que un simple app para móviles llegaría a ser una de las sagas más exitosas de la historia de los videojuegos? Angry Birds, el pelotazo todoterreno de Rovio, ha ido ampliando sus miras hacia los más variados negocios, lanzándose al mundo de los muñecos y peluches -algunos interactivos-, las series de dibujos animados… Y el cine. La película de Angry Birds es toda una realidad, y se encuentra, a diferencia de otras de las cintas de este especial, en un estado muy avanzado. Sin ir más lejos, tiene su estreno fijado para verano de 2016.
A su cargo se encuentran dos de los creativos más en forma del panorama del cine de animación, como lo son Clay Kaytis y Fergal Reilly, responsables y escritores de films laureados y notables como ¡Rompe Ralph!, Frozen, Enredados, El Gigante de Hierro o Lluvia de albóndigas. Por si fuera poco, el trío creativo lo completa Jon Vitty, uno de los guionistas más divertidos y en forma del actual panorama, con amplia experiencia en series como Los Simpsons o The Office. Son importantes y relevantes credenciales, que si bien no garantizan que Angry Birds sea una película excelente, si sirven para hacernos ver que el resultado final, será al menos decente y entretenido.
En una película de animación, las voces son un importante reclamo para el espectador y de paso, marcan en cierta manera el proceso de creación de los protagonistas y personajes. Es decir, en función del reparto escogido y de la personalidad del doblaje, se pueden dar unos resultados muy distintos en pantalla. Y tranquilos, que Angry Birds tendrá a uno de los mejores repartos de dobladores jamás vistos -o escuchados-: Jason Sudeikis (Cómo acabar con tu jefe) interpretará al pájaro protagonista, Red, mientras que Danny McBride (Juerga hasta el fin) y Josh Gad (Frozen) harán lo propio con Chuck y Bomb. Pero hay más: el archiconocido Peter Dinklage (Tyrion en Juego de tronos), se encargará de ponerle la voz a la mítica y legendaria Águila -que más de una partida nos ha salvado-. Al conjunto de estrellas, y como es tónica en el género de animación, se sumarán decenas de estrellas y famosos Youtubers, como los veteranos chicos de Smosh.
¿Qué podemos esperar de ella? Pues una suerte de versión gamberra de Rio (2011, Carlos Saldanha), con interminables gags y esperemos, algún que otro diálogo desternillante. Sea como sea, Angry Birds tiene casi garantizado ser un éxito de taquilla apto para todos los públicos.
Resident Evil: The Final Chapter (2016, Paul W.S. Anderson)
Si hay una serie de películas basadas en videojuegos que gocen de especial salud en taquilla -incluso en popularidad-, son las de Resident Evil. Iniciada en 2002, y protagonizada por Milla Jovovich -una actriz que es casi un seguro a todo riesgo en cuestiones de taquilla-, Resident Evil consiguió, al menos con sus dos primeras partes, mostrándonos personajes, lugares y pasajes de la historia con cierta similitud a los vistos en los archiconocidos y reputados juegos de Capcom. La saga cinematográfica se desvió pronto del terror de serie B y la acción comedida, dando rienda suelta a un disparatado e inconexo argumento -al igual que los propios videojuegos de Resident Evil, que se veían también envueltos en un retorcido camino hacia la parodia-.
Tras la disparatada tercera parte, Resident Evil: Extinción (2007,Rusell Mulcahy) ,en la cual el mundo se ve asolado por un cambio climático provocado por el virus de Umbrella -sí, tal y como estáis leyendo-, Paul W.S Anderson volvió a tomar las riendas de la franquicia, intentando llevar la película a los derroteros de la lucha de nuestros héroes contra la malvada corporación farmacéutica. El resultado, Resident Evil: Ultratumba (2010, Paul W.S. Anderson), no fue demasiado notable, pero la inclusión de la tecnología 3D -a día de hoy, sigue siendo una de las cintas que mejor reflejan ese tipo de formato- y la inclusión de múltiples guiños a los juegos más recientes hizo que consiguiera unos más que aceptables resultados en taquilla, atrayendo a propios y extraños a las salas de cine. A los dos años se estrenó Resident Evil 5: Venganza (2012, Paul W.S. Anderson) que nos introducía de nuevo a un caos global, con zombis asediando las ciudades de medio planeta y retorciendo, más si cabe, el inconexo argumento de las mediocres adaptaciones. Y una vez más, hizo los números necesarios para garantizar una última secuela, que en palabras del director y esposo de la protagonista, "sería el capítulo final".
Resident Evil: The Final Chapter pondrá fin a las aventuras de Alice y Chris Redfield, contándonos el término de sus interminables luchas contra Umbrella y el malvado Wesker. Parece que, según los únicos detalles que han trascendido de su guión, los protagonistas del heterogéneo grupo de héroes y villanos viajarán a las profundidades de la instalación en la cual se oculta la Reina Roja -inteligencia artificial que ha decidido arrasar a la raza humana-. El resto, nos lo podemos imaginar: zombis, monstruos mutantes y otras armas biológicas, harán lo posible para que eso no suceda. Otra cosa no, pero Paul W.S. Anderson es bastante arriesgado, único y distinto a la hora de filmar las secuencias de acción de su saga predilecta, y puede, sobre todo teniendo en cuenta el punto final que puede suponer esta nueva entrega, que nos sorprenda con alguna setpiece descomunal o con una toma del millón de dólares que nos deje pegados a la butaca.
La presumible última entre de la adaptación a la gran pantalla de Resident Evil debería haberse estrenado en 2015, pero el embarazo de Milla Jovovich -protagonista absoluta de la saga, y uno de los reclamos más importantes de cara a la taquilla internacional- ha acabado retrasando la producción del film, que si nada lo impide, se acabará estrenando el 2 de septiembre de 2016 en Estados Unidos. El rodaje está previsto para este mismo verano.
Producciones en estado prematuro, retrasadas, sin fechas determinadas o canceladas
Entramos en el terreno de la especulación, el mero anuncio y la interminable discusión. Actualmente pueden existir una docena de producciones basadas en videojuegos, que por diversos motivos -abandonos de director y guionistas, problemas con las productoras y las licencias-, han acabado retrasando su estreno o desarrollo, quedándose varadas en lo que se conoce como "el limbo cinematográfico". Muchas de estas películas apenas han sido anunciadas -algunas a bombo y platillo- y pude que la gran mayoría, no lleguen a estrenarse hasta dentro de mucho tiempo. Incluso nos atreveríamos a decir que puede que una gran multitud de las cintas nombradas en esta parte del especial, no sean más que el resultado de un impulsivo deseo relacionado con la compra compulsiva de derechos por parte de las diferentes majors de Hollywood, quedando relegadas en un polvoriento y olvidado cajón hasta que los que mandan, decidan cuadrar cuentas y años fiscales o aprovechar el tirón en ventas de una nueva secuela en consolas.
Minecraft (Retrasada, en producción, sin nuevo director confirmado)
¿Cómo iba a quedarse el, posiblemente, videojuego más jugado, aclamado y conocido de los últimos años? El fenómeno Minecraft -un juego que desafía a la imaginación, permitiéndonos construir, crear y modificar casi cualquier cosa que veamos en pantalla- ha traspasado fronteras, llegado a las audiencias más variadas y canalizado a través de medios digitales como Youtube -del que casi podíamos hablar como elemento más dentro de la mitología del famoso videojuego-. Con una base de jugadores y aficionados tan grande -y tan ávida de contenidos-, era normal que la película de Minecraft llegase más pronto que tarde. La historia de Minecraft, su desarrollo y Mojang -así como las idas y venidas de Notch, creador y padre del juego- daría para un especial propio, así que nos centraremos en el convulso proceso de producción de su adaptación cinematográfica, que no es moco de pavo.
Hace pocos meses, nos enteramos que, tras haberse anunciado a bombo y platillo en múltiples conferencias y convenciones, la película de Minecraft se quedaba parada y varada tras la marcha voluntaria del director. Al parecer, todo se originó tras el inesperado éxito de La Lego Película. Aunque la idea de una adaptación del famoso juego de bloques y píxeles había rondando por las cabezas de decenas de productores, la intención de Warner Bros. se revitalizó al ver que las piezas de LEGO y sus disparatadas aventuras y personajes, tenían una gran aceptación entre el público y la taquilla. Tras los ingentes y suculentos números en el box-office, la película de Minecraft pasaría de ser un posible, a convertirse en un hecho.
El productor Roy Lee (encargado también de coordinar la gestación de la citada película de LEGO) decidió que el indicado para hacer un film de este estilo, basado en un videojuego de corte familiar, sería Shawn Levy (Noche en el museo, 2006) un conocido de la casa con más perfil de realizador que de cineasta, pero que cuadraría con las intenciones de transmitir a las audiencias de que se trata de una cinta apta para toda la familia, y no únicamente para los fanáticos del juego.
Minecraft parecía adentrarse en un estado más o menos maduro y formado, con un guión sólido -firmado por Kieran y Michele Mulroney (Sherlock Holmes: juego de sombras, 2011) y un tono que pareció no cuajar del todo en Mojang. La idea de Levy era la de trasladar el mundo virtual de Minecraft a nuestra realidad, contando con animales y objetos pixelados pululando por las calles y ciudades. Así mismo, su director -tal y como confesó a The Wall Street Journal- comentó que quería darle un enfoque de película de aventuras clásica, cercana al estilo de los 80, lo que media prensa validó con una frase lacónica: "Hubiera sido un film tipo Los Goonies".
Shawn Levy, en el mismo medio, añadió: "Lo que ocurrió fue simplemente que Warner me pidió que desarrollara un borrador de lo que sería mi idea del film pero, ¿cómo podría ser Minecraft una película? No es un videojuego con una narrativa clara. Se nos ocurrió cambiar el enfoque, hacer algo con lo que nos sintiéramos a gusto, y se lo trasladamos a Mojang. Al ver que no era lo que estaban buscando, y defender mi propia versión -que era lo que podía ofrecer-, decidí de forma amistosa abandonar el proyecto."
Tras la marcha de Levy y su equipo creativo, Minecraft vuelve a la mesa de dibujo. Warner Bros. tiene intención de confirmar en los próximos meses la incorporación de varias figuras de renombre, y procurará hacer todo lo posible para un eventual estreno en 2016. Quizás, y si nos dejamos influir por los rumores, se apuesta por un enfoque de película de animación digital algo que sería más barato de producir y que costaría menos de lo proyectado en un principio. En cualquier caso, Mojang seguirá de cerca la producción y el desarrollo de la adaptación cinematográfica, algo que garantizará un cierto nivel de respeto y calidad con respecto a su propio videojuego. Y eso nunca está de más.
The Last of Us (En producción, sin fecha de estreno, ni director confirmado)
Si amáis el séptimo arte en todo su esplendor, y consideráis a los videojuegos como un formato capaz de narrar al mismo nivel que el cine -incluso de un manera más profunda, si tenemos en cuenta las cualidades interactivas de estos-, estaréis de acuerdo que pocos títulos ejemplifican mejor lo que queremos explicar, que The Last of Us. La obra maestra de Naughty Dog nos narra a la perfección la caída en desgracia del ser humano tras la aparición y propagación de un hongo que infecta a millones de personas, causando el caos más absoluto y la destrucción de la civilización tal y como la conocemos.
Pero The Last of Us es algo más. Es la madurez absoluta de la narración en un videojuego, capaz de hacernos nadar en un torrente de sensaciones pocas veces vista, fiel reflejo de la particular relación entre dos personajes como Joel y Ellie, ejes absolutos de la función que tiene como marco el más anárquico, abandonado y peligroso de los escenarios. En The Last of Us, y a través de las mecánicas jugables, ideas y desolados paisajes del propio juego -introducidas con inteligencia por Naughty Dog-, asistimos y experimentamos todo aquello que ya vimos y leímos en la obra maestra de la literatura La carretera (Cormac McCarthy, 2006), adentrándonos sin paliativos ni edulcorantes de ningún tipo -no hay buenos, ni malos, más bien una infinita escala de grises- en la naturaleza más primigenia del ser humano en un mundo carente de reglas y convencionalismos.
Con estos ingredientes y tratamientos narrativos, era evidente que The Last of Us daría el salto a la pantalla grande más pronto que tarde. Tras su lanzamiento en PlayStation 3 -plataforma original en la que publicó el juego-, los rumores comenzaron a golpear y aparecer en la red. Durante meses, no existió ninguna relación real de The Last of Us con respecto al cine -más allá de los dimes y diretes legales con Ellen Page y su parecido con Ellie-, y como siempre parece pasar con este tipo de ideas, las filtraciones y rumores que inundaron los tabloides, webs y revistas, se acallaron de manera repentina de la noche a la mañana.
Pero, cuando Sony y Naughty Dog anunciaron la remasterización de su juego -en esta ocasión, para PlayStation 4-, la idea una adaptación cinematográfica, volvió a despertar. Meses antes de que el nuevo juego en alta definición saliera en la cuarta consola de la empresa nipona, Screen Gems y Sony Pictures, anunciaron que, esta vez sí, se estaba trabajando en una película de alto presupuesto basada en The Last of Us. Y que Neil Druckmann, guionista también del juego, escribiría el guión y tal vez, se encargaría de la dirección del film -aunque esto último no es de esperar, pues Sony quiere un director de renombre para tales menesteres-. En la producción del film, como no podía ser menos -y al caso Warcraft nos referimos-, se encuentra el celebérrimo Sam Raimi.
Una vez confirmado el proyecto, encaminado el guión y preparada la producción para un eventual estreno en pocos años, y en la Comic-Con de San Diego, y coincidiendo con el panel de la serie Juego de tronos, se empezó a hacer especial hincapié en el casting y el reparto. Esto nos dio uno de los titulares más interesantes respecto a la creación del film: Maisie Williams (Arya en Juego de tronos) podría hacer de Ellie en la película. Este acercamiento de la productora y directora de casting a la actriz en el marco de la convención de videojuegos y cómics más importante del mundo vino dado, en principio, por una avalancha de apoyo a la actriz en las redes sociales, que empezaron a postularla como candidata ideal. Tanto Screen Gems como Sony Pictures no hicieron oídos sordos, y decidieron tomar la iniciativa en las negociaciones. Días después, la propia Maisie Williams daría las gracias efusivamente, sin dejar claro si habría acabado todo en buen puerto. Del supuesto actor candidato para papel de Joel, pese a las iniciativas de algunos fans que proponían a Hugh Jackman, no se ha filtrado nada fiable y sigue siendo una incógnita.
A nivel de guión si podemos aventurarnos algo más. The Last of Us contaría, en cine, con algunos de los elementos vistos en el videojuego, pero contaría una historia diferente. En palabras del propio director creativo y guionista del juego, Neil Druckmann: "Se trataría casi de una reinterpretación. No podemos condensar en apenas dos horas los cimientos de una historia entre dos personajes que está narrada a lo largo de veinte. Contará con muchos elementos similares, pero será distinta."
¿Qué podemos esperar, pues, de The Last of Us como película? ¿Qué enfoque sería el más correcto? Aunque suene reiterativo, creemos que podría contarse y enfocarse en la relación de los personajes protagonistas de la misma manera que la adaptación de La carretera. Es más: incluso John Hillcoat -director de la adaptación del libro de Cormac McCarthy al cine- podría ser el cineasta ideal para tales menesteres. The Last of Us debe apostar por la crudeza, el terror y la desesperanza -y posterior redención- vistas en el videojuego, sin apartarse ni un ápice de los elementos más controvertidos de su historia. Otro realizador que también podría hacer un buen trabajo en la película sería Danny Boyle, responsable de 28 días después, una de las cintas más terroríficas de las últimas décadas, y que podría casar a la perfección con la vertiente más truculenta.
Encontrarle el tono y el director ideal para una producción de este calibre, se nos antoja como algo esencial para garantizar el éxito de la adaptación de uno de los mejores videojuegos de la historia. The Last of Us ya bebía -sin discusión alguna- de afamados libros, películas y series apocalípticas -esto es, La carretera y 28 días después, con el siempre omnipresente y eficiente tono místico y salvaje de películas como 12 Monos, de Terry Gilliam e Hijos de los hombres, de Alfonso Cuarón-. El camino más correcto, sería tributarle el mismo sentido y sincero homenaje al pasar a la gran pantalla -pero a la inversa, claro está-. Actualmente, la película de The Last of Us está siendo sometida al siempre laborioso proceso de escritura, y de momento, no tiene ni fecha de estreno, ni director, ni actores principales confirmados.
Bioshock (Cancelada)
Desde la confirmación de su adaptación al cine, Bioshock se reveló al respetable como uno de los más ambiciosos proyectos basados en un videojuego. Bioshock apuntó muy alto, contando con el respaldo de algunas de las productoras más respetables y grandes de la industria cinematográfica -Fox, Buenavista y Sony Pictures entablaron una dura disputa por los derechos-. Pero tras varios desencuentros entre la dirección que debía tomar la película y el propio Ken Levine -creador de la saga de videojuegos, y responsable de Irrational Games, desarrolladora de los mismos-, el film quedó en un punto muerto irrecuperable.
La película de Bioshock narraría los eventos acontecidos en Rapture, la misteriosa y utópica ciudad sumergida vista en el primer juego lanzado en 2007. También se nos introduciría, a través de una gloriosa producción, en ese particular escenario y mundo pulp en el que se ambientaba el título -herencia de los años cuarenta y cincuenta-, añadiendo las ya conocidas notas de terror y misterio que tantos halagos cosechó por parte de público y crítica. Así, en la cinta basada en Bioshock, visitaríamos los mismos rascacielos, salones de fiestas y pasillos inundados, asustándonos -una vez más- por la presencia de los retorcidos habitantes de la Rapture y los famosos Big Daddies -santo y seña de la franquicia-.
El film, casi desde su mismo inicio a nivel de producción y diseño, contaría con la dirección de Gore Verbinski (Piratas del Caribe, El llanero solitario), experto en el cine de aventuras y capaz de aportar ese toque artístico y de autoría tan especial a la hora de rodar -sus películas pueden gustar más o menos, pero son absolutamente reconocibles y distintas de otras obras más impersonales, muy habituales en estos tiempos-. Su incorporación a Bioshock -pese a que no estuvo exenta de debate por parte de los fanáticos más recalcitrantes- fue una muestra del interés de Hollywood en adaptar una de las historias más originales de los últimos tiempos en el mundo del videojuego.
Pero el férreo control de las edades que mantiene la industria cinematográfica en las grandes producciones llevó al abandono de Gore a los pocos meses de su anuncio. El director de Rango (2011), quería trasladar la cruda y terrorífica visión de Levine a las salas y a los espectadores, y eso parece que no hizo demasiada gracia a los productores, que reclamaban una película más apta para todos los públicos, y así, que fuese más comercial y fácil de amortizar en taquilla -algo lógico en parte, pues se hablaban de 160 millones de dólares de presupuesto-. Verbinski se negó a pasar por el aro, y decidió dejar la silla de director. A los pocos días, declaró: "En cierta manera, podría decirse que la calificación R viene de serie en una película así. Las inyecciones de las Little Sisters, y todas esas cosas, eran difíciles de mostrar. Quería hacer un film así, que cuatro días después de verlo, te hiciera seguir teniendo escalofríos. Bioshock debía ser muy, muy terrorífica, pero además había que crear un mundo submarino completo, lo que la hacía cara. Es difícil encontrar financiación para una película calificada R".
Al poco tiempo, Juan Carlos Fresnadillo entró en escena. Fresnadillo había sido bendecido por 20th Fox, que le había dado el beneplácito para rodar 28 semanas después, la notable secuela de 28 días después (2002, Danny Boyle). Tras el buen resultado en taquilla, y la animosa recepción del público, parecía el candidato ideal. Pero los mismos problemas, también de corte creativo, aparecieron a las primeras de cambio. Pese a que el guión había cambiado, y el presupuesto se había recortado -se dijo que se habían pasado de 160 millones de dólares a unos más amortizables y recuperables 80 millones- Fresnadillo quería continuar con el estilo y la visión de su predecesor, queriendo contar de nuevo con el amparo de Ken Levine, que seguía de cerca el avance de la adaptación cinematográfica y desarrollaba su continuación para consolas, Bioshock Infinite.
Tras varios años de silencio informativo -el abandono de Gore Verbinski se produjo en 2011-, Juan Carlos Fresnadillo confirmó que también había dejado la silla del director de la película de Bioshock, quedándose parada la producción. Meses después, el propio Levine daría carpetazo a la prometedora adaptación, que por culpa de la falta de acuerdos creativos y comerciales, jamás vería la luz.
Uncharted (En punto muerto, ¿cancelada?)
Del film sobre Uncharted sabemos muy poco. Lo último que llegamos a tener claro entre la marea informativa de rumores y falsas filtraciones, es que David O. Russell, director de películas como La gran estafa americana y El lado bueno de las cosas, había abandonado el proyecto, pues sus intenciones con respecto a la película no habían calado hondo entre la productora. Al parecer, el realizador quería aportar a la adaptación una dinámica familiar parecida a la vista en Los Soprano -todavía no sabemos muy bien de que manera encajar esto-, con especial énfasis en las mafias y el negocio que rodea a los cazadores de tesoros que hurgan en tumbas perdidas y civilizaciones extintas. La intención de O. Russell era llevar al protagonista de la serie de videojuegos, Nathan Drake, a la comedia familiar más agridulce, mezclando conceptos como la acción y la aventura, y aportando una nueva visión a la saga de juegos de Naughty Dog. Además, antes de abandonar, acabó postulando a actores como Mark Wahlberg y Robert De Niro en el casting, que no terminó de cuajar.
Como es lógico, el film quedó en punto muerto. Los fans reaccionaron no demasiado bien a las intenciones de David O. Russell, y Uncharted, como film, quedó a comienzos del año pasado, en punto muerto. Desconocemos si realmente se trabajó en el guión de la película, pero el director de la excelente The Fighter no terminó contento con el trato a raíz de las divergencias que surgieron con la propia Naughty Dog, que tuvo que llevar a la cinta de nuevo al punto de salida y deshacer el trabajo realizado hasta el momento.
¿Qué sabemos nuevo? Muy poco, excepto que parece que existen intenciones de continuar con el proyecto adelante. La nueva entrega de la franquicia, que saldrá para PlayStation 4, Uncharted 4: A Thief´s End, está a la vuelta de la esquina y quizás el interés de Hollywood y la propia Naughty Dog se reactive para revitalizar la popularidad de la saga en los más diversos medios. De momento, y a tenor de lo poco que se filtró en su día del proyecto, parece que nos hemos librado de una adaptación un tanto libre.
Un cajón de sastre enorme… Y un atisbo de esperanza
A día de hoy, casi cualquier estudio de cine o productora tiene en sus manos varias carpetas repletas de licencias y proyectos, y día sí y día también, estamos seguros de que las importantes desarrolladoras -grandes y pequeñas-, reciben en su buzón de correo electrónico las más variadas ofertas por los derechos de sus juegos para realizar una futura película. ¿Qué hay de la esperada película de Metal Gear Solid -de la que incluso se ha llegado a decir que podría dirigir Guillermo del Toro, íntimo amigo de Hideo Kojima-?¿Se confirma entonces que Just Cause o Shadows of Colossus tendrán un film propio? Muchas de ellas -de las cuales, apenas existen detalles verídicos que puedan confirmar si alguna vez estuvieron o no bajo producción-, no verán la luz, y otras, como hemos visto a lo largo de este especial, puede que lleguen a buen puerto en el momento más inesperado.
Conforme el gran público comienza a aceptar a los videojuegos como entretenimiento mayoritario, en el que no se distinguen edad ni sexo, las producciones cinematográficas basadas en juegos, serán de mayor calidad y peso. Es decir, son los jugadores de hoy, y los espectadores del mañana los que lograrán que los futuros films que lleguen a nuestras pantallas, gocen de mejor calidad y sean más respetuosos con las obras en las que se basan -con la ayuda de desarrolladoras y editoras que se preocupan cada vez más al respecto-.
Por sugerencia de nuestros usuarios añadimos una película más al especial:
Sly Cooper (2016, Kevin Munroe)
Sly Cooper ha logrado, por méritos propios, hacerse un hueco entre los personajes más queridos de las plataformas de Sony. El lustroso y hábil mapache de guante blanco, ha ido robándole los corazones a los aficionados entrega tras entrega, desde que en 2002 hiciera acto de aparición en un notable título que combinaba plataformas, acción y sigilo en PlayStation 2 -y que desde hace unos años, cuenta con una trilogía remasterizada en alta definición para PlayStation 3 y una cuarta entrega no desarrollada por el equipo original, Sucker Punch-. Ante un personaje tan carismático, y un universo tan especial, era lógico que Sony decidiera dar el paso para realizar una adaptación cinematográfica de sus aventuras y míticos robos -no obstante, el juego de Sucker Punch siempre ha coqueteado con técnicas propias del cine de dibujos animados-, que se adentraría en la pantalla grande a través de la animación digital en tres dimensiones.
La producción se filtró a principios del año pasado, contando con dos pequeños teasers y trailers oficiales a través del portal del videos Youtube para su anuncio, y marcando a fuego una fecha aproximada en el calendario de estreno: 2016. Pero pronto, surgieron algunos problemas. Sly Cooper contará con todos los dobladores originales de la franquicia de videojuegos, destacando las voces de Matt Olsen para Bentley y Chris Murphy para Murray, pero el actor que ha interpretado a Sly en las numerosas entregas lanzadas en consolas de Sony, Kevin Miller, no estaría a cargo de hacer lo propio con el mapache. Muchos jugadores comenzaron a especular sobre el tema -diferencias y acuerdos no fructíferos en el salario, luchas de egos- pero poco ha trascendido, y lo único es que, Ian James Corlett, doblador canadiense de reputada experiencia y lustrosa carrera, pondrá el tono necesario para que no echemos en falta a la voz original del personaje. Por su parte, la banda sonora volverá a ser cargo de Peter McConnell, que ya puso notas y partituras de acompañamiento a los tres últimos juegos de la saga.
Sly Cooper -que eventualmente puede llegar a tener un subtítulo, pues los planes de Sony llegarían a algo más que una simple película, buscando la trilogía si se tiene suerte en taquilla- nos mostrará las aventuras las aventuras del primer juego, siguiendo de manera próxima la infancia de Sly en el orfanato y la formación del grupo de original del ladrones, contando con Bentley y Murray, la tortuga y el hipopótamo rosa que de tantos apuros les ha sacado. La idea de los productores y el director del film -que no es otro que Kevin Munroe, responsable del brillante film de animación basado en las Tortugas Ninjas, TMNT, estrenado en 2007- es explorar el pasado de Sly pero sin desviarse demasiado de su confrontación con Clockwerk, el metálico y peligroso villano absoluto de la saga. Bajo esta premisa, podemos esperar una producción para toda la familia, contando con los ácidos e hilarantes diálogos de los personajes principales -Sly Cooper, aunque parezca lo contrario, siempre ha gozado de un concienzudo y bien hilvanado guión detrás de sus juegos- y las habituales secuencias de acción entre los tejados a los que nos tienen acostumbrados.
El film de Sly Cooper podría acompañar a la película de Ratchet & Clank en 2016 para su estreno en cines, contando así Sony Pictures con dos pesos pesados de los videojuegos en las pantallas y quizás, compitiendo con otras películas de animación programadas para ese año, como la citada adaptación de Angry Birds.
