Lo que comenzó como una plataforma de vídeos breves vistos en solitario frente al ordenador ha evolucionado hasta convertirse en el epicentro del entretenimiento doméstico. YouTube, lejos de ser un mero portal para clips virales o tutoriales, se ha transformado en el principal competidor del streaming tradicional y de la televisión lineal. Según los últimos datos de Nielsen, representa ya el 12,5% del tiempo de visualización televisiva en EE.UU., superando incluso a gigantes como Netflix.
Es España la tendencia es la misma
En España, la tendencia no es distinta. Un estudio de Barlovento destaca que más de 10 millones de usuarios accedieron a YouTube desde sus Smart TV solo en junio de 2025. El sofá se ha convertido en el nuevo escenario de consumo colaborativo, donde familias y grupos de amigos ven vídeos de Ibai Llanos, Jordi Wild o Clavero como antes se veían concursos en prime time. Las pantallas grandes, sumadas a una interfaz más intuitiva y contenidos con mayor calidad de producción, han consolidado a YouTube como plataforma central en los hogares.
Este cambio ha reconfigurado también la narrativa y duración de los contenidos. Vídeos de más de 15 o 30 minutos se imponen frente a los tradicionales clips cortos. Creadores como MrBeast o Rhett & Link (con su programa Good Mythical Morning, visto mayoritariamente en televisores) han adoptado un enfoque casi televisivo, con estructuras narrativas más elaboradas y producción profesional. Los beneficios no son solo creativos: retener al espectador durante más tiempo implica más anuncios intermedios y mayores ingresos.
Pero no todo es idílico. El auge del consumo en Smart TV ha traído consigo una notable saturación publicitaria. Según estimaciones recientes, entre el 15% y el 20% del tiempo de visionado en televisión puede estar ocupado por anuncios. YouTube ha endurecido su política contra los bloqueadores y empuja cada vez con más fuerza su suscripción Premium. A ello se suman nuevos formatos interactivos, como los códigos QR en pantalla que permiten comprar productos en tiempo real.
Aun así, YouTube mantiene su esencia multiformato: los Shorts conquistan el móvil, mientras los contenidos largos dominan la televisión. Y con funciones como canales temáticos, recomendaciones inteligentes y temporadas completas, el ecosistema se parece cada vez más a una fusión de TikTok, Netflix y televisión por cable.















