El Universo Cinematográfico de Marvel ha conquistado el cine y ahora, con Los 4 Fantásticos: Primeros pasos llegando a los cines, parece que está de vuelta tras una mala racha. No es la única película, pues Superman de James Gunn está arrasando en medio mundo.
Entre medias hemos tenido fenómenos como The Boys de Prime Video, pero antes de todo eso y hace unos años, llegó una serie que no solo rompe con lo establecido, sino que redefine las reglas del juego. Ahora conviene volver la vista atrás y reivindicar una obra que, sin hacer ruido hoy, llegó a ser un auténtico terremoto narrativo. Hablamos de Watchmen de Damon Lindelof.
Nadie habla de ella, pero superó a ‘The Boys’ con creces: esta serie de DC es la mejor del género y está en streaming
Incluso el creador de la citada The Boys se ha rendido a ella. Y no es para menos. Lejos de limitarse a adaptar el cómic original de Alan Moore y Dave Gibbons —una obra totémica, irrepetible, nacida en los ochenta para enterrar el mito del héroe enmascarado—, la versión de HBO optó por lo impensable: construir una secuela. Y no una cualquiera. Lo que hizo Lindelof fue tomar la herencia crepuscular del original y escribir, en sus propias palabras, un Nuevo Testamento. Un salto temporal a una América fracturada, marcada por las secuelas del plan de Ozymandias, donde los ecos de Rorschach resuenan de forma oscura y peligrosa a través de un nuevo grupo supremacista: el Séptimo de Kaballería.
Estrenada en 2019, Watchmen se plantó como una de las miniseries más brillantes de la historia reciente de HBO. Con Nicole Kassell y Stephen Williams a los mandos de la dirección, su apuesta visual fue tan potente como su discurso. Capítulos como This Extraordinary Being, que exploraba los orígenes racistas de ciertos mitos americanos, demostraban que Lindelof entendía el legado del cómic y sabía cómo expandirlo.
Y aunque para muchos esta relectura moderna supera con creces la notable adaptación de Zack Snyder, el paso del tiempo no ha sido del todo justo. A pesar de lograr once premios Emmy, incluido el de Mejor miniserie, y de contar con un 96% en RottenTomatoes, Watchmen ha ido cayendo poco a poco en el olvido popular. Lindelof dejó claro desde el principio que no habría segunda temporada, y tal vez sea mejor así.
Pero no deja de ser una pena: con una narrativa tan milimétrica como el reloj de Manhattan, y unos personajes nuevos que no desentonaban junto a los mitos, HBO había tocado el cielo del género. y luego lo dejó atrás. Una obra tan densa como necesaria. Un recordatorio de que los superhéroes aún pueden ser arte.
