Woody Allen alcanzó la nada despreciable cifra de 90 años este 30 de noviembre, una edad a la que muchos directores ya se habrían retirado del cine, si no de la vida misma. Pero él no es de los que se sientan a mirar el tiempo pasar: hace apenas unos meses, Allen firmó un acuerdo con la Comunidad de Madrid para rodar un nuevo largometraje.
Si se convertirá en un hito de su filmografía, el tiempo lo dirá. Lo que sí es seguro es que, incluso a estas alturas, el cineasta no tiene problemas en cuestionar su propio legado.
Woody Allen rompe el mito de la perfección de su obra: "Una de mis mejores películas me defraudó"
El filme que dejó a Allen especialmente insatisfecho fue nada menos que Manhattan, la obra que muchos consideran capaz de disputar a Annie Hall el título de su mejor película. Sin embargo, el propio director llegó a plantearse impedir su estreno. En una confesión para The Hollywood Reporter, Allen recordó el momento.
"Cuando hice Manhattan y la vi, me decepcionó mucho. Hablé con Arthur Krim [director de United Artists] y le dije: ‘Si no estrenáis esta película, haré una gratis para vosotros’. Me respondió: ‘Estás loco. Nos gusta la película y tenemos una inversión. Pedimos dinero prestado para hacerla. No podemos gastarnos millones de dólares y luego no estrenarla. Es una locura’. Así que la estrenaron, y fue un gran éxito. A menudo he dicho que es una gran suerte, y que nos atribuimos el mérito de cosas que escapan a nuestro control", comenta.
Ni la negativa del estudio ni el éxito comercial hicieron que la opinión de Allen cambiara. Años después, en Woody Allen: El documental, fue todavía más contundente. "Simplemente pensé: ‘En este momento de mi vida, si esto es lo mejor que puedo hacer, no deberían darme dinero para hacer películas'", concluye.
Manhattan se estrenó finalmente el 25 de abril de 1979 y resultó un éxito rotundo en Estados Unidos, recaudando casi 40 millones de dólares frente a un presupuesto de 9 millones. Quedaba claro que el público pensaba muy distinto a su autor. En declaraciones a New Haven Register, Allen subrayó su decepción. "Cuando la vi, no me entusiasmó. Hasta el día de hoy, la recuerdo como decepcionante. No digo que no estuviera bellamente filmada -era Gordon Willis, rodada en blanco y negro- y los actores eran buenos. Pero el guion era demasiado moralista, demasiado presuntuosa", matiza.
Hollywood, como era de esperar, no compartió su opinión. La Academia nominó Manhattan a dos Óscar -mejor actriz secundaria y mejor guion original- aunque la película se fue de vacío en la edición que coronó a Kramer contra Kramer.















