Elon Musk vendió el negocio del robotaxi, como la promesa de futuro que aspira a revolucionar la movilidad urbana. Lleva años advirtiendo de su llegada pero, pese a que muchos expertos no se fían y Tesla no pasa por su mejor momento, está lejos de ser solo una visión futurista.
Gigantes como como la citada Tesla, Google y Baidu llevan años apostando por esta tecnología, convencidos de que el transporte autónomo será la gran fuente de ingresos en la próxima década. Aunque la rentabilidad aún es un horizonte distante, los planes para conquistar mercados estratégicos no cesan. Ahora, Europa aparece como el nuevo escenario de esta competencia global.
Tesla y Baidu lanzan la batalla por el robotaxi en Europa mientras el sector se reanima tras quiebras
Según revela The Wall Street Journal, Baidu —conocido como el Google chino— ha iniciado negociaciones en Suiza para desplegar autobuses autónomos a través de PostAuto, la filial de transporte público suizo. Este proyecto, que podría comenzar sus pruebas antes de que termine el año, es solo el primer paso de una estrategia que incluiría a Turquía como siguiente destino. El objetivo es claro: posicionarse como pioneros en suelo europeo y ganar terreno antes que los rivales occidentales.

Mientras en Estados Unidos y China la movilidad autónoma avanza a buen ritmo —con servicios ya en marcha y operativos en varias ciudades— Europa ha mostrado más cautela. Aquí, aunque existen proyectos pilotos con autobuses autónomos, la implantación de servicios de robotaxis a gran escala sigue sin un calendario definido. La complejidad regulatoria y las estrictas normativas europeas son uno de los mayores frenos para esta tecnología, que en países como Estados Unidos aún enfrenta el reto de alcanzar la rentabilidad.
De hecho, General Motors decidió abandonar su ambicioso proyecto de robotaxis Cruise después de años de pérdidas millonarias, mientras que Waymo, a pesar de su liderazgo, mantiene operaciones limitadas en términos geográficos y comerciales. Tesla, por su parte, ha puesto toda su maquinaria en marcha bajo la batuta de Elon Musk, aunque incluso dentro de la propia compañía algunos accionistas cuestionan si esta es la ruta correcta para la empresa, que ha postergado otros lanzamientos más accesibles.
China, sin embargo, lleva la delantera con servicios como ApolloGo de Baidu operando ya en 12 ciudades, y una competencia feroz con empresas como WeRide, Pony.ai y Momenta, todas en plena expansión internacional. WeRide, por ejemplo, ha firmado un acuerdo con Uber para operar robotaxis en Emiratos Árabes Unidos, con ambiciosos planes de llegar a 15 ciudades próximamente.

Pese a las dificultades, Tesla y Baidu mantienen firme su apuesta, convencidos de que la movilidad autónoma será un mercado milmillonario. La diferencia es que Tesla, con capacidad para fabricar su propio hardware y desarrollar software internamente, busca una integración vertical que le dé ventaja frente a sus competidores, mientras que otros, como Baidu, se apoyan en alianzas con fabricantes de vehículos para montar su tecnología. Europa, pues, será el nuevo tablero de juego donde se decidirá quién lidera la próxima revolución en transporte.