Sydney Sweeney ha tenido un 2025 para olvidar. La actriz estadounidense ya venía arrastrando cierto desgaste desde 2024, ya que pese al éxito de Cualquiera menos tú en taquilla, títulos como Madame Web o Immaculate pasaron sin pena ni gloria tanto para la crítica como para el público. La situación no ha mejorado en 2025. Proyectos como Eden decepcionaron en pantalla grande -pese a tener una segunda vida en Prime Video-, y sus proyectos independientes se le pegaron en territorios como Estados Unidos.
Para complicar aún más la cosa, también avivaron algunas polémicas fuera de ella, como una polémica campaña publictaria. Incluso su biopic de la boxeadora Christy Martin, Christy, ha sido un fracaso histórico de esos que hacen mella. La última esperanza de la actriz se llama La asistenta (The Housemaid), un thriller dirigido por Paul Feig (Cazafantasmas) y que comparte cartel con Amanda Seyfried (El largo río de las almas) y Brandon Sklenar (1923). El filme llegará a cines estadounidenses el 19 de diciembre, mientras que los espectadores españoles tendrán que esperar hasta el 1 de enero para verlo.
Sydney Sweeney busca redimirse en 2025 con su nueva película inspirada en un bestseller
Las primeras reacciones de la crítica ya han comenzado a llegar y, de momento, el recibimiento ha sido positivo. Los analistas destacan el tono oscuro y exagerado del thriller, los giros de guion y, sobre todo, las interpretaciones de Sweeney, Seyfried y Sklenar. Aunque, como suele ocurrir, la percepción en redes sociales y la calificación final podrían diferir bastante. No es la primera vez que vemos un cambio en este tipo de reacciones positivas.
La asistenta adapta la novela de Freida McFadden y sigue a una joven que, tras quedarse sin empleo, acepta trabajar como criada en una mansión de lujo. Pronto descubre que algo no funciona: los patrones de la casa se comportan de manera inquietante y los secretos comienzan a aflorar. El principal desafío de la película está fuera de la historia: su estreno en Estados Unidos coincide con el de Avatar: Fuego y ceniza -que no las tiene todas consigo en taquilla-, lo que podría complicar su desempeño en el mayor mercado cinematográfico del mundo.
Todavía es pronto para sacar conclusiones. La asistenta podría convertirse en el respiro que necesita Sydney Sweeney para salir de su mala racha, o la actriz tendrá que seguir confiando en que la temporada 3 de Euphoria la coloque de nuevo en el radar del público y la crítica.















