El cineasta Robert Eggers, reconocido por su estilo inconfundible y su meticulosa atención al detalle, ha anunciado su próximo proyecto cinematográfico: Werwulf, una película de terror ambientada en la Inglaterra del siglo XIII que explorará el mito del hombre lobo desde una perspectiva histórica y visceral. Tras el éxito arrollador de Nosferatu, su más reciente adaptación del clásico de Murnau, Eggers vuelve a unir fuerzas con el guionista islandés Sjón Sigurdsson, con quien ya colaboró en El hombre del norte. La película será producida por Focus Features y contará con Chris y Eleanor Columbus como productores ejecutivos. La elección de Eggers de sumergirse en una era de violencia, superstición y misticismo promete una visión única de la licantropía, fiel a su estilo característico de recreación histórica precisa y una atmósfera inquietante.
Un estreno navideño para un terror gótico sin concesiones
Siguiendo la estrategia que funcionó con Nosferatu, tal y como recoge The Hollywood Reporter, Werwulf llegará a los cines el 25 de diciembre de 2026, consolidando la Navidad como una fecha clave para el cine de terror de Eggers. La elección de la fecha de estreno, aparentemente en contraste con la temática oscura de la cinta, ha demostrado ser un éxito comercial para el director, ya que su versión de Nosferatu superó todas las expectativas con una recaudación de más de 156 millones de dólares a nivel global. La estrategia de Focus Features de capitalizar el ambiente festivo para atraer tanto a los cinéfilos de horror como al público general ha sido efectiva, y se espera que Werwulf siga la misma senda, combinando una narrativa absorbente con un despliegue visual que, sin duda, destacará en la cartelera navideña.
Del blanco y negro a la inmersión cromática
En un principio, Eggers contemplaba la posibilidad de rodar Werwulf en blanco y negro, tal como hizo con El faro, para otorgarle una estética más evocadora y cercana a la tradición del cine de terror gótico. Sin embargo, el cineasta ha decidido finalmente apostar por una fotografía en color, una decisión que sugiere un enfoque más dinámico y detallado en la ambientación histórica de la Edad Media. Esta elección permitirá explorar con mayor profundidad la crudeza del entorno medieval y resaltar los matices de la transformación del protagonista en hombre lobo. Si bien el director mantiene su obsesión por la autenticidad visual, esta nueva dirección cromática podría añadir una dimensión distinta a su ya distintiva filmografía.

Eggers y su fascinación por el pasado oscuro
Desde su debut con La bruja, el cineasta ha demostrado una clara predilección por trasladar a la pantalla relatos ambientados en épocas remotas, donde el folclore y la superstición juegan un papel crucial en la narrativa. Werwulf no será la excepción, ya que se situará en un periodo turbulento de la historia británica, en el que las creencias en lo sobrenatural estaban profundamente arraigadas en la vida cotidiana. Su capacidad para recrear estos periodos con una autenticidad abrumadora, apoyada en un lenguaje fiel a la época y en una meticulosa dirección artística, sugiere que el filme no solo abordará el mito del hombre lobo desde una perspectiva de horror, sino también como una exploración de los miedos y ansiedades de una sociedad marcada por la incertidumbre y la violencia. Van a tener que dejarle a él solito el regreso de los monstruos de Universal.