Si alguien espera una fecha concreta para el desenlace del proceso de venta de Warner Bros. Discovery, conviene rebajar expectativas: hoy por hoy, nadie la tiene. Lo único claro es el último movimiento en este tablero, y no es menor. La compañía ha rechazado de forma oficial la opa hostil lanzada por Paramount Skydance Corporation y ha optado por seguir adelante con el entendimiento alcanzado con Netflix.
Netflix capitaliza el no de Warner a Paramount y presume de ambición al mezclar franquicias: “Queremos marcar el próximo siglo”
El plazo que la junta directiva se había autoimpuesto para estudiar la propuesta de David Ellison, consejero delegado de Paramount, vencía ayer. Para entonces, la ofensiva ya había subido varios peldaños, tanto en términos económicos como en el tono del discurso, con ataques cada vez menos velados hacia Netflix. Aun así, Warner ha decidido no aceptar la oferta y cerrar esa puerta.
El desenlace era, en realidad, bastante previsible. Ya desde primera hora del día anterior se daba por hecho que Warner declinaría la propuesta de Paramount, y así ha ocurrido. Pero más allá de la decisión formal, hay señales claras de que Netflix juega con ventaja en esta carrera y que, salvo intervención de los reguladores, la plataforma de la N roja parte como favorita para absorber a una de las majors históricas de Hollywood.
La primera imagen potente llegó ayer mismo: Ted Sarandos y Greg Peters, los dos máximos responsables de Netflix, recorriendo los legendarios estudios de Warner Bros. en Los Ángeles junto a David Zaslav, CEO de Warner Bros. Discovery. No fue una visita discreta ni improvisada; de hecho, la propia Warner difundió las fotografías del encuentro, reforzando la sensación de normalidad y sintonía entre ambas compañías.
A ese gesto simbólico, Netflix añadió un movimiento mucho más calculado. La compañía ha puesto en marcha una web, pensada específicamente para los accionistas de Warner pero accesible al público, que funciona como una declaración de intenciones sobre el futuro conjunto de ambas empresas. En ella ya conviven propiedades de Netflix y de Warner Bros, con una imagen central que reúne a Harry Potter, en la piel de Daniel Radcliffe, y a Once, el personaje de Millie Bobby Brown en Stranger Things, junto a otras franquicias como Barbie o Las guerreras k-pop.
El sitio no se queda en lo visual. Incluye también detalles financieros clave de la operación: el valor propuesto por acción, fijado en 27,75 dólares, el reparto del pago entre efectivo y acciones de Netflix, y una estimación del calendario de la adquisición, que podría prolongarse entre 12 y 18 meses. Entre los compromisos que Netflix pone sobre la mesa figura la preservación del legado cinematográfico de Warner, manteniendo ventanas de estreno en salas tradicionales, así como la protección del empleo dentro de ambas estructuras.
Todo ello queda reforzado con una carta firmada por Sarandos y Peters dirigida directamente a los accionistas de Warner, con la que buscan consolidar su apoyo de cara a un proceso que se prevé largo, independientemente de que Paramount intente o no dinamitar el acuerdo en los próximos meses.















