Las excavaciones para la futura estación de Madrid Río han revelado un hallazgo arqueológico de gran importancia: el tramo más largo y mejor conservado del Real Canal del Manzanares, una infraestructura del siglo XVIII que intentó convertir a Madrid en una ciudad con conexión fluvial hasta Lisboa.
El canal que quiso convertir Madrid en una ciudad navegable
Bajo la losa de la nueva estación, operarios y arqueólogos han identificado vestigios de este ambicioso proyecto, cuya construcción se remonta al reinado de Carlos III. El canal, que discurría en paralelo al río Manzanares, tenía como objetivo unir Madrid con Aranjuez y, desde allí, facilitar el transporte hasta la desembocadura del Tajo en Lisboa. A pesar de sus pretensiones, la infraestructura quedó en desuso a finales del siglo XIX, desplazada por la expansión del ferrocarril.
Según la arqueóloga Esther Andreu, el tramo encontrado en Madrid Río fue el más utilizado y de mayor longitud de los descubiertos hasta la fecha. Los restos hallados muestran cómo funcionaba el canal: con una anchura de nueve metros y una profundidad reducida, las barcazas que lo recorrían eran arrastradas por bueyes o caballos que avanzaban por los márgenes de la vía fluvial.
Además, los arqueólogos han encontrado gran cantidad de restos óseos de estos animales, que aparentemente eran desechados en el canal una vez fallecían. Debido a las exigencias de la obra, el tramo del Real Canal no podrá conservarse in situ, pero la Comunidad de Madrid ha anunciado que creará un espacio museístico en la futura estación para exhibir algunos de los materiales en mejor estado.

Madrid Río, una estación clave en la ampliación del metro
Allí, los viajeros podrán conocer más sobre esta infraestructura histórica a través de planos, dibujos y otros elementos explicativos. La construcción de la estación de Madrid Río forma parte de la ampliación de la Línea 11 de Metro, que conectará Cuatro Vientos con Valdebebas, facilitando el acceso al Aeropuerto de Barajas. Con un ritmo de trabajo calificado como “récord” por la Consejería de Transportes, esta obra no solo reforzará la movilidad de la ciudad, sino que también ha permitido redescubrir una pieza olvidada de la historia de Madrid.