Más de 25 años después del estreno de Sé lo que hicisteis el último verano (1997), Jennifer Love Hewitt ha regresado a la franquicia que la convirtió en una estrella. Sin embargo, lo hace con una mirada muy distinta sobre aquella etapa, cargada ahora de conciencia feminista y dolor retroactivo.
En una reciente entrevista con Vulture, la actriz ha confesado que no fue hasta ver el documental Framing Britney Spears cuando comprendió que, al igual que la cantante, ella también fue víctima de una maquinaria mediática misógina que cosificó su imagen desde la adolescencia.
Se dio más importancia a su físico que a su actuación
“Me hablaban así. Yo también pasé por eso”, recuerda entre lágrimas al revivir el documental. La actriz, que apenas tenía 18 años cuando rodó la primera entrega del slasher, relata cómo su trabajo fue sistemáticamente eclipsado por titulares centrados en su cuerpo: “Trabajé muy duro en esa película. Di cosas buenas. Pero todo era ‘teta, teta, teta’, hablaban de mis pechos”. En lugar de valorar su interpretación de Julie James, los medios y la industria la redujeron a una figura sexual construida para el deseo masculino, incluso antes de que ella misma, como señala, “supiera lo que era el sexo”.
El retorno de Hewitt en la nueva secuela Sé lo que hicisteis el último verano (2025) ha sido, en sus propias palabras, una experiencia sanadora. La actriz destaca que por primera vez ha tenido verdadero control sobre su vestuario y su presencia en pantalla: “Nadie va a estar hablando de mis pechos”, zanja, subrayando que ahora sí ha podido construir a Julie James desde un lugar más maduro, humano y libre de hipersexualización.
La historia de Hewitt se suma a la de otras actrices que han comenzado a hablar abiertamente de cómo el machismo sistemático de Hollywood afectó su desarrollo profesional y personal, especialmente en los años 90 y 2000, una era en la que los medios sensacionalistas marcaron la narrativa con preguntas y titulares que hoy serían inadmisibles.















