La era de los robotaxis ya ha irrumpido en el escenario tecnológico. Estos vehículos autónomos, que Tesla mostró por primera vez en forma de prototipo en octubre del año pasado durante el evento 'We, Robot', han tardado meses en llegar a la fase de pruebas reales. Tras varios aplazamientos motivados por cuestiones de seguridad, el magnate sudafricano Elon Musk anunció en su cuenta de X (antes Twitter) que a partir del 22 de junio los robotaxis comenzarían a transportar pasajeros de manera completamente autónoma.
Tal y como prometió, Tesla desplegó este domingo 22 de junio una pequeña flota de robotaxis en Austin, Texas, marcando un punto de inflexión para la compañía al permitir que sus vehículos circularan sin conductor humano al volante mientras llevaban pasajeros a bordo. Aunque en las pruebas hubo un acompañante de seguridad en el asiento del copiloto, la operación supuso un paso decisivo hacia la movilidad del futuro.
Tesla arrasa con su robotaxi sin conductor y precios de escándalo en la primera prueba real
El programa piloto involucró alrededor de diez vehículos y se desarrolló en una zona acotada de la ciudad, con viajes ofrecidos a un precio fijo de 4,20 dólares (aproximadamente 3,65 euros). Musk calificó esta puesta en marcha como "la culminación de una década de esfuerzo continuo", aunque la agencia Reuters advierte que Tesla aún tiene por delante grandes obstáculos para escalar esta tecnología y hacerla viable a gran escala.
The @Tesla_AI robotaxi launch begins in Austin this afternoon with customers paying a $4.20 flat fee!
— Elon Musk (@elonmusk) June 22, 2025
Este lanzamiento llega tras años de promesas incumplidas por parte del magnate tecnológico, quien ahora asegura que Tesla adoptará una estrategia más prudente, centrada en la seguridad. Para ello, el servicio se limitará a operar en zonas específicas y bajo condiciones controladas, evitando circunstancias de riesgo como la conducción en clima adverso, intersecciones complejas o el transporte de menores de edad.

A diferencia de rivales como Waymo, Tesla apuesta por un sistema basado exclusivamente en cámaras, prescindiendo de sensores LiDAR o RADAR, una decisión que Musk defiende como igualmente segura y mucho más económica.
En cuanto al diseño, el robotaxi Tesla es un vehículo sin volante ni pedales, con un aire futurista y puertas que se abren hacia arriba. La cabina está pensada para dos pasajeros y cuenta con carga inalámbrica por inducción, sistemas avanzados de asistencia a la conducción —incluyendo piloto automático y autonomía de nivel 2—, y promete una seguridad superior a la de un conductor humano.
Mientras Tesla da sus primeros pasos en esta nueva etapa, el mundo observa atento cómo se redefine el concepto de transporte urbano. Y aunque el camino es largo y complejo, esta primera prueba en Austin deja claro que la visión de un futuro sin conductores humanos está más cerca que nunca.