Un árbol cuestionado por su impacto ecológico en España podría convertirse en un aliado inesperado de la exploración minera. Se trata del eucalipto, una especie foránea originaria de Australia y muy extendida en regiones como Galicia, Asturias y Cantabria.
Investigadores de la CSIRO australiana han descubierto que este árbol, gracias a la profundidad de sus raíces —capaces de alcanzar hasta 40 metros—, puede absorber partículas de oro presentes en las aguas subterráneas y expulsarlas a través de sus hojas. El estudio, publicado en Nature, abre la puerta a un método de prospección mineral más limpio y económico.
Los científicos detectaron trazas de oro en hojas de eucalipto
La investigación se llevó a cabo en Kalgoorlie, una zona minera del interior de Australia, donde los científicos detectaron trazas de oro en hojas de eucalipto mediante técnicas avanzadas de microscopía de rayos X. Según explicó el Dr. Melvin Linter, autor principal del estudio, los árboles actúan como “bombas hidráulicas naturales” que no solo absorben agua sino también los minerales disueltos en ella, entre ellos metales pesados como el oro. Aunque el metal es tóxico para el árbol, este lo expulsa en cantidades microscópicas a través de las hojas, donde queda depositado y puede ser analizado.
En el contexto español, el hallazgo cobra una dimensión estratégica. El eucalipto ha sido objeto de duras críticas por su impacto ambiental: favorece la sequía, dificulta la regeneración de especies autóctonas y se asocia a un mayor riesgo de incendios. Sin embargo, el uso del árbol como biosensor podría cambiar su percepción. Su capacidad para señalar la presencia de yacimientos sin necesidad de talas ni perforaciones ofrece una alternativa respetuosa con el medioambiente frente a la minería convencional. Bastaría con recoger y analizar hojas caídas para obtener indicios valiosos sobre el subsuelo.

Este tipo de prospección vegetal, conocido como biogeochemical exploration, no es del todo nuevo, pero la precisión obtenida con tecnologías actuales como drones, satélites y espectroscopía ha multiplicado su eficacia. Tal como señala el estudio, el uso combinado de estas herramientas podría permitir la identificación de zonas con potencial minero sin alterar el terreno, algo crucial en tiempos donde la sostenibilidad es una prioridad global. En zonas como Galicia, donde el conflicto entre desarrollo económico y conservación es constante, este enfoque puede marcar una vía de conciliación.
Aunque no todos los eucaliptos crecen sobre depósitos de oro, su capacidad para actuar como indicadores naturales de ciertos minerales los convierte en una herramienta de enorme valor para la geología y la minería del siglo XXI.