En plena carrera por el liderazgo lunar, Estados Unidos ha confirmado que planea construir un reactor nuclear en la superficie de la Luna antes de que finalice esta década. El objetivo: asegurar una fuente de energía constante y fiable que permita mantener bases habitadas y operaciones científicas de larga duración.
Así lo ha revelado Sean Duffy, actual administrador interino de la NASA, quien ha destacado la necesidad estratégica de esta iniciativa frente al empuje de China en la nueva era de exploración espacial.
Forma parte del proyecto Artemis
El proyecto, concebido como parte del programa Artemis, contempla un sistema de fisión capaz de generar hasta 100 kilovatios de energía eléctrica —una cantidad modesta, pero crucial en un entorno donde la exposición solar es limitada y la temperatura varía de forma extrema. Según Duffy, esta fuente energética permitiría mantener sistemas de soporte vital, comunicaciones, instrumentos científicos y otras infraestructuras en bases lunares de forma continua, sin depender exclusivamente de paneles solares o baterías.
“La energía es el factor clave para poder establecer una base humana en la Luna, y sin ella no hay posibilidad de ir más allá”, declaró Duffy, quien también ocupa el cargo de secretario de Transporte en la actual administración Trump. Asegura que ya se han invertido “cientos de millones de dólares” en estudios preliminares desde la primera presidencia del exmandatario, y que ha llegado el momento de “ponerse las pilas”. El proyecto, aunque técnicamente ambicioso, no parte de cero: la NASA lleva años investigando reactores compactos para su programa de energía de superficie de fisión, en colaboración con el Departamento de Energía.
“Estamos en una carrera hacia la luna, estamos compitiendo con China para construir un reactor nuclear en la luna"
El jefe de la NASA Sean Duffy acaba de declarar la carrera por la colonización de la luna...
Brutal.. pic.twitter.com/yCHAo8MAev
— Jon Hernandez (@JonhernandezIA) August 6, 2025
La nueva carrera espacial contra China
El calendario estadounidense se solapa con los planes de China, que ya ha anunciado su intención de construir su propia central nuclear lunar para la próxima década. En este contexto, el reactor norteamericano no es solo una solución técnica, sino también un gesto geopolítico. “Si vamos a competir por la Luna y por Marte, tenemos que actuar ya”, advirtió Duffy, señalando que este tipo de infraestructuras serán esenciales para las futuras misiones tripuladas, tanto en la órbita lunar como en el planeta rojo.
Este anuncio se produce justo cuando la NASA ultima los preparativos para Artemis II, la misión que llevará a cuatro astronautas a orbitar la Luna. En una segunda fase, ya en Artemis III, está previsto un alunizaje y una estancia prolongada de seis días en la superficie.
