Estados Unidos sigue siendo uno de los socios comerciales más estratégicos para las potencias occidentales, pero la sombra de la incertidumbre se cierne sobre esta relación. La amenaza de Donald Trump de usar aranceles como una herramienta de presión —no solo contra adversarios, sino también contra aliados— supone un vuelco significativo en el panorama del comercio internacional. Y España puede verse muy afectada.
El producto estrella que Estados Unidos exporta a España: lo tienes en casa y ni lo sabes
El impacto de esta política proteccionista golpea con especial fuerza a la Unión Europea, cuyo comercio exterior representa más de la mitad de su PIB (55%). Para ponerlo en perspectiva, en Estados Unidos esta cifra apenas llega al 25%, mientras que China, con su imparable maquinaria exportadora, se sitúa en torno al 45%, según datos recogidos por El País. Europa, en esencia, depende de sus intercambios comerciales globales, y los planes de la administración Trump buscan ponerles límites claros.
España, como pieza dentro de este tablero, no está exenta de sufrir las consecuencias. Las relaciones económicas con Estados Unidos alcanzan los 1,6 billones de dólares al año, según la embajada norteamericana en nuestro país. Sin embargo, la balanza comercial española con EEUU mostró señales preocupantes en 2024: el déficit creció un 7%, alcanzando los 10.013,5 millones de euros. Según datos oficiales del Ministerio de Economía, las exportaciones españolas a Estados Unidos cayeron un 3,8%, hasta los 18.179,1 millones, mientras que las importaciones solo bajaron ligeramente, un 0,3%, hasta los 28.192,6 millones.
En cuanto a qué productos mueven esta compleja relación, España importa fundamentalmente gas petróleo (26,3%), petróleo crudo (18,6%) y medicamentos envasados (14,2%). También destacan vacunas, sangre, antisueros, toxinas y diversos cultivos, así como nueces y otros productos agroalimentarios que están presentes en casi todas las cocinas y restaurantes del país. Datos del Observatorio de Complejidad Económica (OEC) revelan que Estados Unidos exporta a España soja (3,03%), legumbres secas, nueces de tierra, jugos vegetales y hasta semillas de girasol, conformando un abanico amplio y a menudo subestimado que alimenta nuestra gastronomía diaria.
En el lado opuesto, España envía a Estados Unidos principalmente petróleo refinado, aceite de oliva puro, medicamentos, cerámica sin esmaltar y también productos biológicos como vacunas y antisueros, además de transformadores eléctricos. Productos que, en un escenario de aranceles elevados, podrían verse seriamente afectados.
Este entramado comercial, delicado y complejo, refleja cómo la economía global no solo depende de cifras, sino de decisiones políticas que pueden alterar de forma rápida y contundente el flujo de bienes y la estabilidad de las relaciones internacionales.















