Christopher Nolan está a punto de firmar su proyecto más ambicioso y, a la vez, más distinto. En 2026, el director británico estrenará The Odyssey, su particular visión de la epopeya de Homero, La Odisea, considerada una de las grandes obras fundacionales de la literatura occidental. Y lo hará como suele hacerlo todo: con efectos especiales ambiciosos y tradicionales, en pantalla grande, con cámaras IMAX y un presupuesto que, según las primeras estimaciones, rondaría los 250 millones de dólares.
Christopher Nolan busca revolucionar el cine con La Odisea: deja la ciencia a un lado y abraza la mitología sin filtros
El filme, protagonizado por Matt Damon, seguirá el mítico viaje de Odiseo —o Ulises, en su forma latina— en su regreso a Ítaca tras la Guerra de Troya. Será un recorrido épico, de una década, lleno de monstruos, hechizos y dioses caprichosos, en el que Nolan, por primera vez en su carrera, dejará de lado los fundamentos científicos y el realismo controlado para sumergirse sin red en la fantasía pura. Y eso lo cambia todo.

Durante años, el director de Origen, Interstellar o Tenet ha bordeado lo fantástico desde una óptica racional. Siempre ha habido elementos fuera de lo común en sus películas, pero han estado respaldados por teorías científicas, debates filosóficos o especulación tecnológica. En La Odisea, no habrá espacio para eso: la historia transcurre en un mundo regido por dioses olímpicos, hechizos, maldiciones y criaturas imposibles como cíclopes y sirenas.
Será, por tanto, la primera película de fantasía total en la filmografía de Nolan. Un terreno que, hasta ahora, parecía ajeno a su estilo cerebral y riguroso. Pero si hay alguien capaz de dar forma física, tangible y casi documental a lo mitológico, ese es él.
Nolan, reservado en su vida personal, es un firme defensor del cine físico. En Oppenheimer alardeó de no incluir planos generados por ordenador durante el rodaje, apostando por efectos prácticos y reales siempre que era posible. Y aunque La Odisea le exigirá enfrentarse a criaturas colosales y entornos sobrenaturales, hay rumores que apuntan a que el cíclope será recreado mediante animatrónica. No se descarta, eso sí, que el director acabe usando CGI en posproducción, como ya ocurrió parcialmente con su último biopic.

¿Será posible representar toda la mitología de Homero con efectos prácticos? ¿Veremos un enfoque más teatral o una interpretación visual descomunal a lo 2001: Odisea del espacio? Las incógnitas están ahí, pero la expectación es máxima. ¿Veremos a Matt Damon enfrentarse a dioses y monstruos en una odisea visual sin precedentes? El próximo 17 de julio de 2026 saldremos de dudas. Y esta vez, la travesía promete ser tan impredecible como inolvidable.