El cometa interestelar 3I/ATLAS ha vuelto a situarse en el centro de la atención científica y mediática. Detectado el 1 de julio en Chile por la red ATLAS (Asteroid Terrestrial-impact Last Alert System), se trata apenas del tercer cuerpo proveniente de otro sistema estelar que ha sido observado atravesando nuestro vecindario cósmico. Desde entonces, su paso por el sistema solar ha generado meses de estudios intensivos, seguimientos minuciosos y un sinfín de preguntas sobre su origen y composición.
La ESA lo confirma: Josef Aschbacher descarta alienígenas y detalla qué ocurre con el cometa 3I/ATLAS
Frente a las especulaciones que apuntaban a un origen alienígena del cometa, Josef Aschbacher, director de la Agencia Espacial Europea (ESA), ha salido al paso para zanjar rumores. "No hay indicios de que sean extraterrestres. Se trata de un cometa que avanza a altísima velocidad y cuya composición conocemos", aseguró en entrevista con Europa Press.
Las observaciones realizadas por el explorador Juice, que monitorea las lunas heladas de Júpiter, han confirmado los elementos que componen su núcleo, disipando cualquier teoría fantástica sobre visitantes de otro mundo.
El recorrido del cometa sigue ofreciendo oportunidades únicas de observación. Tras su aproximación al Sol el pasado 29 de octubre y a Marte el 3 del mismo mes, 3I/ATLAS se encamina hacia la Tierra. La ESA calcula que el viernes 19 de diciembre pasará a unos 270 millones de kilómetros de nuestro planeta, un margen suficiente para no representar ningún riesgo, pero lo bastante cercano para permitir nuevas mediciones y análisis.
Durante su tránsito cercano a Marte, el cometa se aproximó a unos 29 millones de kilómetros del planeta rojo, lo que permitió a los astrónomos refinar con mayor precisión su trayectoria hiperbólica y estimar su núcleo en un tamaño de entre 10 y 30 kilómetros de diámetro. Su velocidad, superior a 68 km/s -alrededor de 245.000 km/h-, confirma su naturaleza interestelar y su trayectoria fugaz por el sistema solar.
3I/ATLAS se suma así a un reducido grupo de cuerpos que han ofrecido a la ciencia la posibilidad de observar directamente material originado fuera del sistema solar, mientras que los rumores sobre su supuesta procedencia alienígena quedan descartados por los datos empíricos.
