Sydney Sweeney acaba de romper su mala racha en los cines gracias a 'La asistenta'. Entre polémicas y fracasos comerciales, la joven potencia de Hollywood, siempre en el centro de las cámaras y las redes sociales, ha logrado brillar con un thriller firmado por un acertado Paul Feig. Acompañada de estrellas como Amanda Seyfried, la protagonista de 'Cualquiera menos tú' muestra una de sus mejores facetas como actriz navegando en un relato cargado de giros, venganza y drama, entregándose totalmente al personaje y a la trama.
Ya hemos visto 'La asistenta', la nueva película de Sydney Sweeney y podemos confirmarlo: es su mejor película
Tras encadenar una serie de fracasos en la cartelera, como 'Madame Web', 'Immaculate' y 'Christy', la actriz y modelo del momento sale por fin del bache con una producción que, sin revolucionar en absoluto el thriller psicológico, es capaz de ofrecer un relato tan sólido como absorbente que encantará a los seguidores de M. Night Shyamalan gracias a los inesperados y enrevesados giros del libreto. 'La asistenta', adaptada a través del guion de Rebecca Sonnenshine, sigue a Una joven con un pasado complicado que comienza a trabajar como asistenta en la lujosa casa de los Winchester. A medida que se adentra en la vida de la familia, descubre secretos oscuros que ponen en peligro su seguridad.
Con un corte de producción muy sencillo, 'La asistenta' se postula como una especie de obra de teatro donde las interpretaciones de los artistas son el leitmotiv de la función. Pese a que Sweeney es quien porta el liderazgo de la película y asume el papel protagonista, mostrando su mejor faceta dramática en los cines -en televisión ese laurel recae sobre los hombros de 'Euphoria'-, Amanda Seyfried no cede ni un solo paso sacando sus imponentes facetas interpretativas como Nina Winchester, una mujer con una vida de ensueño que en realidad vive atormentada por ciertos fantasmas que nublan su presente y futuro.
En ese sentido, Sweeney y Seyfried mantienen un pulso actoral de muy alto nivel que se ve lastrado, en ocasiones, por las apariciones poco convincentes de Brandon Sklenar con un papel donde no se le ve demasiado cómodo. Sumando a ello la anecdótica participación de Michele Morrone, que más allá de 'Alice' continúa enmarcado en las fallidas '365 días'. Si bien es cierto que los más veteranos y asiduos en este tipo de largometrajes van a poder ver venir determinados giros argumentales, el juego psicológico que Paul Feig articula funciona muy bien y hace justicia a la primera parte de la novela de Freida McFadden.
