Fue una película incomprendida. En un mundo de adaptaciones cinematográficas de cómics que tienden a suavizar las características de los personajes para hacerlos más accesibles al gran público, y en el que el Universo Cinematográfico de Marvel (UCM) dictamina qué es un éxito y qué no, Batman v Superman: El Amanecer de la Justicia (2016), dirigida por Zack Snyder, ofrece un enfoque audazmente oscuro y adulto. Pero no funcionó como Warner esperó. Y se ganó Más detractores que defensores.
La película más vilipendiada de Warner y DC hizo justicia al Batman de Frank Miller: así reivindicó Zack Snyder su visión en ‘Batman v Superman’
Lejos de la fórmula de entretenimiento ligero que parece dominar el género, Snyder presenta una visión de Gotham y Metrópolis donde la lucha entre héroes no es solo física, sino filosófica. Y lo que es aún más importante: ofrece una interpretación profundamente fiel a las raíces más oscuras y complejas de Batman en los cómics, especialmente a la influencia de Frank Miller.

La película de Snyder toma claramente su inspiración de los cómics más influyentes de la historia del Caballero Oscuro, como The Dark Knight Returns (1986), de Frank Miller. A lo largo de esta obra maestra, Miller reconfigura a Batman como un vigilante envejecido, cuya moralidad se ha endurecido con el tiempo, y cuya lucha contra el crimen se ha vuelto más brutal. Snyder hace lo propio al presentar a un Bruce Wayne marcado por años de lucha, un hombre cansado que, a pesar de su veneración por la justicia, se enfrenta al dilema de cómo hacer frente a un mundo que lo está superando.

Esta interpretación de Batman no solo captura la esencia del personaje tal como lo ideó Miller, sino que también explora su lucha interna contra el concepto de héroe, algo que ha sido una constante en las versiones más recientes del cómic. Es una visión bastante interesante, diferente a la que hemos visto en el pasado, y lo cierto es que la representación de Batman en Batman v Superman es una de las más fieles y complejas que hemos visto en la pantalla grande. En muchas adaptaciones previas, ya sea en la versión de Tim Burton o la más ligera de Christopher Nolan, Batman es un héroe fundamentalmente moral, a menudo dispuesto a seguir reglas éticas más tradicionales.

El Batman de Snyder está dispuesto a cruzar líneas. La brutalidad con la que combate a sus enemigos, la manera en que ve al crimen como una plaga que debe ser erradicada sin concesiones, nos recuerda poderosamente a la interpretación de Miller de un Batman dispuesto a hacer lo que sea necesario, incluso si eso significa ser percibido como un villano.

En su visión, Batman no es solo un hombre que lucha por la justicia, sino un vigilante desencantado, más allá de la esperanza, que se ve obligado a enfrentarse a una amenaza que parece estar más allá de su control: Superman. En este sentido, la película no solo ofrece un enfrentamiento físico entre dos titanes, sino una guerra de ideologías. Batman ve en Superman una amenaza al equilibrio del mundo, y su desconfianza hacia un ser tan poderoso refleja las inquietudes del Batman de Miller, quien desconfía profundamente de cualquier figura de poder que no se ajuste a su visión de la justicia.

La presencia de Superman en Batman v Superman no es casualidad. La película enfrenta la eterna dualidad entre los dos héroes más icónicos del cómic, pero lo hace a través de un prisma que es fiel a los cómics que influyeron en ambos personajes. Mientras que en versiones más tradicionales de Superman, como las de Richard Donner o incluso las de Zack Snyder en El hombre de acero, vemos a un héroe casi divino, en Batman v Superman el Hombre de Acero se convierte en una figura incompleta, ambiguamente moral, que podría ser tan destructiva como salvadora. Esta relación entre los dos personajes está cargada de simbolismo y debate filosófico, y es en este conflicto donde la película encuentra su verdadera esencia.

La estética de Snyder, con su estilo visual sombrío y atmosférico, también rinde homenaje a los cómics más ochenteros y oscuros de DC, especialmente en las escenas más icónicas como la batalla en el tejado o la famosa visión apocalíptica de Bruce Wayne. Las referencias visuales a The Dark Knight Returns son innumerables -tenemos hasta la armadura de Batman-, y Snyder las utiliza para dar profundidad al relato, de modo que la película no solo es un producto de entretenimiento, sino una carta de amor al cómic clásico.

En conclusión, Batman v Superman de Zack Snyder no es solo una película de superhéroes más. Es una reinterpretación audaz y profunda del Caballero Oscuro, que rinde homenaje a los cómics más influyentes de su historia. Al hacerlo, ofrece una de las versiones más fieles de Batman en la pantalla, capturando la complejidad del personaje y el espíritu sombrío de las historias de Frank Miller. Sí, tiene errores, algunos de bulto, pero lo que hace bien, lo hace muy bien. Aunque muchos no lo quieran reconocer.