Si no has seguido muy de cerca la vida de Bill Gates o eres alguien especialmente joven, probablemente no sepas que el multimillonario fundador de Microsoft en realidad no comenzó su andadura empresarial con la conocida tecnológica que lo hizo rico y famoso en el mundo entero. Cuando apenas era un adolescente de 17 años, en 1972, Gates se embarcó en su primer negocio tecnológico, o más bien lo intentó, porque realmente fracasó... ¿Conoces la curiosa historia detrás de Traf-O-Data?
Traf-O-Data: La historia del primer negocio de Bill Gates que no logró llevar a buen puerto
En su libro autobiográfico publicado en febrero de 2025, titulado 'Source Code: My Beginnings' (el primero de tres memorias planeadas), William Henry Gates III, más conocido como Bill Gates, nos relata sus primeros años de vida y todo lo que aprendió mientras crecía y estudiaba en Harvard hasta la creación de Microsoft.
Antes de saltar a la prestigiosa universidad, el hoy magnate empresarial de éxito y filántropo estadounidense trató de unir fuerzas con su colega Paul Allen (y también con Paul Gilbert) para llevar a cabo en 1972, durante su último año en secundaria, un proyecto pionero al que bautizaron bajo el nombre Traf-O-Data.
Esta empresa sin apenas medios había surgido con un objetivo en mente por parte de los tres estudiantes: automatizar el procesamiento de datos de tráfico vial, que en esa época se registraba mediante cintas de papel perforadas por contadores neumáticos colocados en las carreteras, de tal forma que la información se codificaba en patrones de 16 bits con cada pulso de aire de los vehículos que pasaban por ellas.
Para automatizar y leer automáticamente este proceso, Bill y sus colegas desarrollaron de manera autodidacta una máquina equipada con un microprocesador Intel 8008 de 360 dólares. No obstante, y aunque para 1975 habían conseguido facturar casi 17.000 dólares (una cifra bastante generosa para unos chicos sin apenas experiencia), el negocio se fue a pique poco a poco a lo largo de la década por falta de financiación para mantenerlo rentable.
Según llegó a explicar Paul Allen públicamente, Traf-O-Data se mantuvo en activo al menos hasta 1980, pero para ese año la situación era ya insostenible, puesto que registraba pérdidas anuales de alrededor de 3.500 dólares.
La credibilidad del proyecto también había sido perjudicial, con demostraciones en las que la máquina no había funcionado correctamente. Por no mencionar que el estado de Washington no tardaría en comenzar a ofrecer servicios gratuitos de procesamiento de datos de tráfico, así que empresas privadas como la de Gates dejaban de tener sentido.
En la autobiografía antes citada, Gates reconoce que el fracaso de Traf-O-Data fue muy valioso para su carrera: le dio una lección invaluable cuando era todavía un "sabelotodo malcriado" que solía responder con sarcasmo y desdén, como el mismo se define; le sirvió para adquirir conocimientos empresariales; pudo aprender más sobre desarrollo de software y; en general, de no haber sido por ello, tal vez Microsoft no habría levantado el vuelo como lo hizo.
A título personal, Gates, quien era bastante torpe en cuanto a habilidades sociales, también pudo comandar gracias a Traf-O-Data un pequeño equipo de trabajadores y colaborar codo con codo con otros compañeros, adaptándose al mercado tecnológico y aprendiendo a tomar decisiones en grupo. Por todo ello, el empresario recuerda con cariño este fracaso y remarca la importancia de tener iniciativa y no temer equivocarse. Por que detrás de todo éxito siempre hay fracasos, y eso es parte del camino.
