Tom Holland es uno de los actores más conocidos del Universo Cinematográfico de Marvel. El intérprete británico de 24 años, que ha sido, es y será Spider-Man, pronto encarnará a Nathan Drake en la adaptación de Uncharted y es uno de los nombres que se barajan para ser Willy Wonka en la nueva Charlie y la Fábrica de Chocolate. Mientras espera estrenar Cherry de los hermanos Ruso, Holland ha confesado a Variety que pasó meses agonizando ante de la incertidumbre de si sería elegido o no como estrella de Spider-Man.
Una noticia que le carcomió durante meses y que le hizo romper su ordenador
Tom Holland, que interpretó a Spider-Man en 2016 en Capitán América: Civil War, Vengadores: Infinity War de 2018, Vengadores: Endgame de 2019 y que ha protagonizado dos películas independientes como Spider-Man: Homecoming de 2017 y Spider-Man: Lejos de casa, está rodando actualmente la tercera parte de su trilogía en solitario en Atlanta, y está más que agradecido de encarnar al héroe de Marvel.
"Hay tres etapas en las que la vida cambia", relataba Holland. "Fue algo raro. El proceso de audición fue horrible. Fueron siete meses de audición. Debo haber hecho seis audiciones y no te dicen nada", continúa mientras confirma que, un día, recibió una llamada para hacer una prueba de pantalla en Atlanta junto a Iron Man, el mismísimo Robert Downey Jr.
"Éramos otros seis niños y yo, y Robert Downey Jr. estaba allí, así que todos actuamos e hicimos nuestra prueba con Downey, lo cual fue una locura", prosigue. "Creo que es la mejor audición que he hecho en mi vida, él y yo nos estábamos burlando el uno del otro. Mis agentes me dijeron que a Marvel le gusta que aprendas las palabras exactamente, no puedes improvisar. Y luego, en la primera toma, Downey cambió completamente la escena", añade. "Entonces empezamos a hacer riffs y coñas entre nosotros, y quiero decir, puede que suene como un idiota, pero llamé a mi madre después y le dije: 'Creo que lo tengo'", confiesa el actor. Seis semanas después, Holland tuvo que regresar para otra prueba de pantalla, donde en esta ocasión realizó una escena de pelea con el Capitán América (Chris Evans). "Nos llevaron en avión de regreso a Atlanta, estábamos otro chico y yo, e hicimos esta escena que bueno, es decir, fue surrealista", añade Holland.
"Hasta ese momento, todo había sido una experiencia tan asombrosa y buena para mi que, si no hubiera obtenido el papel, habría sentido que al menos había logrado algo para llegar a ese punto. Salí a jugar golf con mi padre. Perdí y estaba molesto, y recuerdo que fui a mi teléfono y revisé Instagram, y Marvel había publicado una foto de Spider-Man. Y en este punto, había asumido que no lo había conseguido, porque nadie me había llamado", prosigue. "Me puse con el ordenador, y mi perro estaba sentado a mi ladre. Puse "Marvel". Y bueno, todavía tengo guardado ese artículo en mi portátil. Decía algo así como Nos gustaría presentar a nuestro nuevo Spider-Man, Tom Holland. Rompí mi ordenador, porque lo lancé al aire. Se cayó al lado de mi cama y mi perro se volvió loco. Corrí escaleras abajo. Y le grité familia: '¡Obtuve el papel! ¡Obtuve el papel!", afirma. "Obviamente, todo esto ocurrió en el momento en el que Sony fue hackeada, así que mi hermano, Harry, que es bastante experto en tecnología, dijo: 'No. No hay forma de que eso sea real. Te habrían llamado. Han sido pirateados'. Y luego al final el estudio me llamó y me dio la noticia. Fue muy extraño cómo sucedió todo", concluye el actor.