La NASA está promoviendo desarrollos científicos, educativos y tecnológicos continuos en la órbita baja de la Tierra para beneficiar a la humanidad, mientras también apoya la exploración del espacio profundo en la Luna y Marte. A medida que la agencia transita hacia destinos espaciales más cercanos a la Tierra, es crucial preparar la desorbitación segura y controlada de la Estación Espacial Internacional (ISS) al final de su vida operativa en 2030. Para ello, la agencioa ha confiado la tarea de desarrollar el Vehículo de Desorbitación de EE.UU., que proporcionará la capacidad para acabar con la ISS garantizando la seguridad de las áreas pobladas.
Aunque SpaceX desarrollará la nave de desorbitación, la NASA tomará posesión después del desarrollo y la operará durante toda su misión. Se espera que, junto con la estación espacial, se desintegre destructivamente como parte del proceso de reentrada.
Desde 1998, cinco agencias espaciales, CSA, ESA, JAXA, NASA y Roscosmos, han operado la ISS, con cada agencia responsable de gestionar y controlar el hardware que proporciona. La estación fue diseñada para ser interdependiente y depende de las contribuciones de toda la asociación para funcionar.
Destrucción a cambio de 843 millones de dólares
El contrato de adjudicación única tiene un valor potencial total de 843 millones de dólares. La futura nave de SpaceX tendrá que ser capaz de empujar la plataforma orbital de 430 toneladas hacia el Océano Pacífico a principios de la próxima década. Los ingenieros dicen que el laboratorio sigue siendo estructuralmente sólido, pero es necesario planificar su eventual eliminación. Sin asistencia, caería de nuevo a la Tierra por sí solo, lo que representa un riesgo significativo para las poblaciones en tierra.
Caerá en el cementerio de naves espaciales
La ISS no se dirige a cualquier parte del Océano Pacífico. Irá al lugar conocido como el "cementerio de naves espaciales", una área deshabitada entre Nueva Zelanda y América del Sur que está absolutamente llena de restos de objetos espaciales. Se espera que el vehículo de desorbitación de SpaceX tome varios años para desarrollarse y probarse. La ISS experimentará una desintegración gradual en tres etapas: primero las matrices solares y radiadores, luego los módulos individuales y, finalmente, la estructura principal.