Júpiter, el planeta más grande del sistema solar y el quinto en orden de lejanía al Sol, acaba de ser objeto de uno de los mayores descubrimientos de la NASA. El gigante gaseoso forma parte de los conocidos como planetas exteriores y desde la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio se ha descubierto en su superficie lunar un lago de lava bautizado como Loki Patera, y puede verse desde la Tierra con las herramientas necesarias (telescopios mayormente) debido a que este realizar erupciones muy feroces y violentas.
La NASA ha realizado un descubrimiento clave y la mar de interesante en Júpiter: una superficie volcánica de 200 kilómetros
Scott Bolton, uno de los científicos expertos que ha participado en la investigación y descubrimiento en cuestión, asegura que parte de la superficie de Ío, el satélite galileano más cercano a Júpiter, podría estar envuelta en una especie de vidrio: "El reflejo especular que nuestros instrumentos registraron del lago sugiere que partes de la superficie de Ío son tan lisas como el vidrio, que recuerda al vidrio de obsidiana creado volcánicamente en la Tierra", comentaba Bolton, según recogen desde AS.
La responsable del hallazgo no ha sido otra que la nave espacial Juno, a cargo de la investigación la luna de Júpiter, encontrando una superficie volcánica de 200 kilómetros cargadas con múltiples erupciones. Este terreno parece estar relleno de islas escarpadas en su interior, mostrando así un aspecto volcánico con lo que parece ser hasta magma a su alrededor.
"Hay detalles asombrosos que muestran estas islas locas incrustadas en medio de un lago potencialmente de magma bordeado de lava caliente", añadía Bolton. En 2023, Júpiter desconcertó por completo a la NASA con un misterioso punto verde que brillaba en la atmósfera. Dicho fenómeno, descubierto por el científico ciudadano Kevin M. Gill, fue muy difícil de capturar, y dip pie a todo tipo de teorías conspiranoicas, aunque su explicación terminó siendo más sencilla de lo previsto. Se produjo, según los expertos, por la caída de un rayo que se produjo en mitad de una enorme tormenta cerca acaecida en el polo norte de Júpiter. La escala de las tormentas son tan grandes que, cuando estas precipitaciones se producen y chocan entre ellas, comienzan a salir los electrones de las gotas de agua que son las que producen el destello verde tan particular.