Generalmente, cuando hablamos de Thor solemos traer productos relacionados con el Universo Cinematográfico de Marvel y Chris Hemsworth, pero en esta ocasión el contenido es un poco diferente. En el Parque Nacional Auyuittuq, en el norte de Canadá, y a 46 kilómetros al noroeste de Pangnirtung, se encuentra el Monte Thor, uno de los fenómenos más impactantes de la naturaleza gracias a su peligrosísima verticalidad que, por desgracia, se ha cobrado algunas víctimas a lo largo de su historia. Aunque el fin del mundo no exista, tal y como imaginó el imperio romano con el Cabo Finisterre, este particular monte es quizá lo más cerca que alguien puede estar de tener la sensación de caer al vacío más absoluto, con un ángulo promedio de 105°, lo que viene a ser 15º por encima de la vertical.
El Monte Thor es uno de los más peligrosos del mundo con una caída extremadamente peligrosa: las autoridades advierten a los más aventureros
Lo más curioso de todo es que este monte en particular está lejos de ser el más alto del mundo, porque ni se acerca a los 3.776 metros del monte Fuji y por supuesto está a años luz de los 8.849 metros del Everest. No obstante, tiene en su haber esa pronunciada caída vertical que ha servido como reclamo de los aventureros más alocados durante muchísimos años.
De hecho, en más de una ocasión el monte se ha cobrado alguna víctima y las autoridades de la localidad llevan pidiendo desde hace tiempo que nadie se acerque a ese precipicio con la intención de tirarse en paracaídas ni nada por el estilo. El Monte Thor, con un total de 1.675 metros, es uno de los lugares más peligrosos del mundo y, a la vez, uno de los más queridos por los amantes del romanticismo, gracias a esa representación de montaña solitaria y repleta de niebla que le da un toque oscuro y misterioso al lugar.
El primer acceso al Monte Thor se llevó a cabo en 1953 con el equipo del Instituto Ártico de América del Norte, liderado por Hans Weber, J. y F. Rothlisberger Schwarzenbach. La caída del monte es especialmente peligrosa debido al terreno, muy escarpado y extremadamente vertical, lo que hace que sea complicadísimo maniobrar, por ejemplo, un paracaídas o un ala delta. Aunque se prohíbe realizar todo tipo de actividades similares a las que hemos comentado, porque los servicios de emergencia también lo tendrían difícil para atender a los heridos en caso de haberlos, hay aventureros que aun se adentran en Thor para poner al límite al monte.