Pedro Pascal es a día de hoy uno de los rostros más reconocibles de Hollywood, pero no siempre fue así. El actor chileno naturalizado estadounidense, que ha trabajado con directores como Pedro Almodóvar, protagoniza actualmente ficciones de éxito como The Mandalorian o The Last of Us, y ha pasado por series de renombre como Juego de Tronos, Narcos y filmes de la talla de Kingsman, Triple Frontera o El insoportable peso de un talento descomunal. Sin embargo, los inicios de su carrera no fueron sencillos y estuvo a punto de abandonar y dejarlo todo. Hasta que Sarah Michelle Gellar y su Buffy, cazavampiros llamaron a su puerta.
Pedro Pascal pudo continuar en Hollywood gracias a la paga que recibió por Buffy, cazavampiros, y ahora es una de las mayores estrellas de la industria
Tal y como ha comentado el actor en una entrevista para ET, sus comienzos en la industria cinematográfica no fueron demasiado buenos y no podía siquiera pagar un alquiler, ir al médico o pagarse comidas decentes, hasta que llegó Buffy para salvar los muebles: "Tenía menos de 7 dólares en mi cuenta bancaria y un residuo de Buffy cazavampiros apareció y me salvó el día y, literalmente, es el razón por la que pude quedarme en [Hollywood] y no rendirme", comentaba el actor.
El salario del actor ha variado mucho desde entonces, siendo uno de los actores más reputados de la televisión y, pronto, también de la gran pantalla gracias a su fichaje en Marvel Studios como Reed Richards. Pascal hará su debut dentro de la Casa de las Ideas en 2025 tras unirse al género de superhéroes con la fallida secuela de Wonder Woman.
Pedro Pascal también va a aparecer en la esperada Gladiator 2, una de las películas más descomunales de la industria con un presupuesto que asciende a los 250 millones de dólares tras retrasos, huelgas y varios problemas. Se trata del filme más ambicioso de Ridley Scott que, después de Napoleón, podría poner al cineasta en peligro si el proyecto no logra triunfar en recaudación. Pascal afirmó que esta secuela es una obra increíble: "He sido parte de grandes escenarios donde la identidad del proyecto, en cierto modo, es su tamaño, y aun así, nunca he estado en un set tan impresionante como el de Gladiator", comentaba Pascal al medio mencionado. "Ridley deja muy poco espacio a la imaginación en el sentido más antiguo de la expresión".