La última gala de los Premios Óscar ha dado que hablar. España se fue de vacío luego de que La sociedad de la nieve o Robot Dreams se quedaran sin estatuilla. Mientras Oppenheimer y Christopher Nolan arrasaban y Emma Stone y sus Pobres criaturas daba la campanada, en el patio de butacas nos encontrábamos a un cineasta con mala suerte. Hablamos de Martin Scorsese, el director de Los asesinos de la luna, el cineasta que se ha convertido muy a su pesar en el mayor perdedor de la historia de estos galardones.
Los asesinos de la luna consiguió 10 nominaciones a los Óscar y se fue de vacío: pero Martin Scorsese lleva una muy mala racha
Los asesinos de la luna, producida por Apple, partía como una de las películas con mayor presencia en las categorías más prestigiosas y de mayor nivel en la noche más importante del Séptimo Arte, con 10 nominaciones a los Óscar, pero acabó yéndose de vacío.
Es un gran varapalo para una cinta de este calibre, que ha costado más de 190 millones de dólares y que se trata de una obra magna que habla de la fundación del FBI, de las manos manchadas de sangre de una parte de Norteamérica con respecto a los nativos americanos y de la existencia de hombres malos entre personas nobles. El talento de Scorsese está fuera de toda duda, pero el cineasta ha marcado un hito sin precedentes en la historia de los premios que entrega la Academia de Hollywood.
La producción liderada por Leonardo DiCaprio se une a otros dos largometrajes de Scorsese que padecieron el mismo funesto destino como Gangs of New York -que padeció ante Chicago-, y El Irlandés -la obra de Netflix que palideció ante Parásitos-. Pese a que Scorsese tiene un Óscar por su trabajo en Infiltrados, un remake hollywoodiense de una cinta coreana, michos creen que se trató de una especie de premio a modo de compensación y no de un auténtica muestra de respeto por parte de Hollywood hacia el autor de obras maestras del Séptimo Arte.
Scorsese se suma a otros grandes golpes como Paso decisivo de Herbert Ross, que consiguió 11 candidaturas pero no se llevó nada y cayó ante Annie Hall y El color púrpura, de su amigo Steven Spielberg, que cayó ante Memorias de África. También hay que recordar que hay dos películas que tuvieron 10 nominaciones y no se llevaron ningún Óscar a casa, las recientes Valor de ley y La gran estafa americana. Mal de muchos consuelo de tontos, pero lo cierto es que Scorsese no está solo: esperemos que tenga mejor suerte la próxima vez y nos regale otra obra maestra que sea en esta ocasión recompensada.