Ben Affleck no tuvo una muy buena experiencia interpretando a Batman para el DCEU, el universo de Superman y compañía capitaneado, sobre todo, por Zack Snyder. El guionista, director y actor de Hollywood se apartó del género de superhéroes de forma radical tras recibir fuertes críticas por su interpretación como Bruce Wayne, quedando su soñado proyecto en solitario como murciélago de Gotham enterrado en los despachos de Warner Bros. La compañía, ahora a cargo de David Zaslav, sin embargo, quería sacar adelante ese filme del Cruzado de la Capa con Matt Reeves, cineasta que terminó rechazando la película para crear su propia versión cinematográfica del personaje, The Batman, que resultó ser un éxito. Ahora, el director ha desvelado en una entrevista por qué no quiso ponerse al mando del libreto de Affleck, y parece que todo gira alrededor de la acción.
Matt Reeves no quiso dirigir la versión de Batman de Ben Affleck debido a que el proyecto estaba muy enfocado a la acción, aunque era perfectamente válido
Affleck, que quería mostrar historias que 'nunca se habían explorado' en su película de Batman, no casaba demasiado con la visión de Reeves: "Leí el guion que tenían y era un acercamiento totalmente válido. Estaba muy orientado a la acción. Tenía conexiones profundas con el DCEU, con otros personajes importantes de otras películas y otros cómics que iban a aparecer. Supe cuando lo leí que ese guion en concreto no era la forma en la que lo haría yo", comentaba el director, asegurando que el planteamiento del artista no era en absoluto malo, pero que no estaba para nada alineado con su interpretación del superhéroe de DC.
Tras enfrentarse al libreto de Affleck, Matt Reeves tuvo que convencer a Warner Bros. para poder darle una vuelta a esa historia y poder enfocar al mítico personaje desde otro punto de vista, lo que terminó derivando en la mencionada y exitosa The Batman, cuya secuela está en marcha: "Les dije que quizá no era la persona adecuada para eso, y les expliqué por qué amo a este personaje.
Les comenté que había ya muchas grandes películas, pero si tuviera que hacerlo yo, lo haría personal, para así entender lo que iba a hacer con ello. Así sabría dónde poner la cámara, qué decir a los actores y cuál debería ser la historia", añadía el cineasta. "Les propuse eso, destacando que ese otro guion tenía un enfoque totalmente válido y emocionante. Era casi como James Bond, pero no era algo con lo que me sintiera identificado".