Ridley Scott, que ayer desvelaba su anécdota con Stanley Kubrick y Alien, es un cineasta único. El británico está promocionando su nueva película, Napoleón -hace unos días estuvo en Madrid junto a Joaquin Phoenix-, explicando lo importante que es para él este drama histórico basado en el general y emperador francés, que ha sido muy criticado en el país galo. Entre sus distintas entrevistas y charlas, mientras afirmaba que no necesitaba historiadores para sus cintas, ha decidido cambiar de target y meterse con Martin Scorsese. Sí, como estáis leyendo.
Ridley Scott es una máquina de hacer películas y se mete con Martin Scorsese y su ritmo a la hora de rodar
En una de las últimas entrevistas de Scott, concretamente en The Times, el cineasta se ha vanagloriado de su ritmo a la hora de escribir y rodar películas, comparándose con Scorsese, afirmando que en el tiempo en el que el director de El irlandés se pone a hacer una cinta y decide invertir su tiempo, él puede hacer todas las que quiera.
"Desde que empezó Los asesinos de la luna yo he hecho cuatro películas. No, no pienso en ello. Me levanto por la mañana y digo, '¡Ah, genial! Otro día de estrés'", indicaba con cierta sorna.
Y no le falta razón. El realizador tiene en estos momentos 85 años y apenas se toma descansos entre película y película. Desde que Scorsese se pusiera manos a la obra con Los asesinos de la luna, una joya cinematográfica que no ha cumplido las expectativas comerciales depositadas en ella, Scott ha dirigido películas como El último duelo, una increíble cinta histórica que se la pegó en taquilla, la olvidable La casa Gucci -que fue el blanco de las mofas-, la actual Napoleón y la futura Gladiator 2, de la que conocíamos más detalles hace unos días. Ha hecho incluso un anuncio para una marca de teléfonos móviles.
Scorsese, por su parte, afirma que cada vez le queda menos tiempo como creativo, y que eso le condiciona como autor y director. Se ve demasiado mayor, contempla a la muerte, y sabe que su tiempo se agota como creativo y persona. Además, ya ha tenido crisis existenciales al respecto en el pasado, por lo que medita muy profundamente qué proyectos apoyar con el paso de los años antes de embarcarse en ellos. Son dos formas de entender el cine.
Lejos de descansar o jubilarse, Scott prepara una nueva película, dos series de televisión -una de Blade Runner y la otra de Alien, además de ayudar a revitalizar la saga del xenomorfo con nuevos proyectos-, así como desempeña labores de producción. Que siga así por michos años.
