El telescopio James Webb ha dejado sin palabras a los científicos y expertos de todo el mundo tras un asombroso descubrimiento alrededor de la Nebulosa de Orión. El observatorio espacial ha detectado unos extraños objetos del tamaño de Júpiter flotando libremente en el espacio sin necesidad de estar atados a ninguna estrella, lo que ha hecho que salten varias alarmas, pero no en el mal sentido. Los astrónomos señalan que se han encontrado unos 150 objetos flotantes libres, lo que hasta la fecha se consideraba algo imposible a ojos de la ciencia y supone una rotura en las teorías de formación planetaria y estelar ya existentes.
Estos nuevos "objetos imposibles" son demasiado pequeños para ser estrellas y tienen a la comunidad científica desconcertada
Aunque poco se sabe acerca de estos particulares objetos, el James Webb ha podido determinar que se mueven en pares y que son demasiado pequeños para ser estrellas, lo que todavía alimenta más el desconcierto de los científicos y astrónomos más expertos por no poder identificar con claridad esta serie de objetos que desafían todos los conocimientos sobre formación planetaria que existen hasta la fecha.
Webb ha detectado de forma clara 42 alrededor de la Nebulosa de Orión, también conocida como Messier 42 o M42, situada al sur del cinturón de Orión. Es una de las nebulosas más brillantes y atractivas que existen, y de hecho es una de las más especiales porque se puede ver a muy fácilmente.
La Agencia Espacial Europea (ESA) catalogó a estos objetos no clasificados como "JuMBOs" (Jupiter Mass Binary Objects) determinando que son cuerpos espaciales relativamente jóvenes con alrededor de 1 millón de años. Se ha podido asegurar que sus atmosferas están compuestas básicamente por vapor y metano y sus temperaturas superficiales son de, más o menos, 1.000 °C. En ningún caso se cree, por otro lado, que vayan a contener algún tipo de vida alienígena o similar (un tema muy candente actualmente) debido a que mayormente son compuestos gaseosos parecidos a Júpiter, lo que imposibilita que haya agua líquida en su interior. Aun así, todavía no se sabe si estos entes gaseosos podrían ser nuevos planetas.
"La nueva imagen se obtuvo con la cámara de infrarrojo cercano de Webb, NIRCam, y se formó en dos mosaicos, uno de cada uno de los canales de longitud de onda corta y largo. Estos se encuentran entre los mosaicos de Webb más grandes observados hasta la fecha y, dada su alta resolución y su gran área, se han incorporado en ESASky para permitir una fácil exploración de la gran cantidad de fuentes astronómicas interesantes que contienen", comentaba la ESA en un comunicado oficial. La comunidad científica continúa investigando este nuevo descubrimiento con máxima atención