Elon Musk, que ha sido padre por tercera vez con la cantante GRIMES, es uno de los personajes más polémicos de la historia reciente. Con la llegada de la biografía oficial de Walter Isaacson, que se ha puesto a la venta en inglés, hemos conocido detalles de su vida privada, así como las razones por las que decidió adquirir Twitter y dar voz a los votantes de derechas. Ahora sabemos, a través de una artículo en CNBC, que ha intentado trabajar en varias ocasiones con Bill Gates, filántropo y cofundador de Microsoft en un ambicioso proyecto que no llegó a cuajar.
Elon Musk y Bill Gates querían trabajar en un proyecto filantrópico enorme para mejorar la vida en la Tierra pero no se llevaron bien
Todo comenzó cuando Musk, en una de sus compra de acciones, se encontró con más de 5700 millones de dólares en su bolsillo que deberían ser destinados por fines benéficos por motivos fiscales. En un principio pensó invertirlos en una fundación propia, pero se lo pensó mejor. Decidió contar con Gates.
Ambos se conocían en persona, Gates había llevado a su hijo a visitar las instalaciones de SpaceX, pero no eran amigos, ni mucho menos. El cofundador de Microsoft se enteró del movimiento del sudafricano, y decidió dar el primer paso, ya que creía que la obra de Elon Musk y su inversión en tecnología es la más correcta de nuestros tiempos.
Pero se encontró con un problema: Musk no tiene asistente, ni secretaria, ni tampoco agenda. Todo lo gestiona el propio Elon Musk, por lo que el fundador de Microsoft se sintió incómodo diciéndole a su ayudante que llamara al propietario de Tesla, así que le llamó personalmente y quedaron en verse mientras visitaban la factoría de Tesla en Austin. Pero ese paseo no terminó bien. Bill Gates se dio cuenta de que su posición ecológica y conservadora no casaba con las ambiciones de Musk, que criticó algunas de las inversiones que hizo el responsable de la fundación que comparte con Melisa Gates van esa dirección. El millonario, obsesionado con el cambio climático y la sostenibilidad, fue crítico con el uso de baterías en vehículos eléctricos de gran tonelaje, y explicó que la energía solar no era suficiente para prevenir el calentamiento global. Pero Musk no entró en el tema e hizo oídos sordos. Eso sí, se quedó sorprendido con la inteligencia de Musk.
El cofundador de Microsoft alabó el minucioso conocimiento de Elon Musk sobre cada producto y proceso de producción de la factoría, así como su iniciativa con Starlink. "Starlink es la realización de lo que intenté hacer con Teledesic hace 20 años", llegó a decir Gates. Pero el fundador de Tesla no llegó a sentirse cómodo en ningún momento, y las diferencias comenzaron a ser irreconciliables. Para el sudafricano, las inversiones filantrópicas de Gates eran una tontería. "Solo 20 centavos por dólar llegan a tus objetivos", le espetó a Gates, que se defendió afirmando que solo hacían inversiones de impacto y de la importancia de elegir bien los proyectos. En ese aspecto, llegaron a un acuerdo.
Pero Musk sacó la artillería y comenzó a echarle en cara que, si tanto le importaba el medio ambiente a Gates, por qué había vendido casi todas sus acciones de Tesla y le había hecho perder más de 1500 millones de dólares. "¿Cómo es posible que alguien tan comprometido con el cambio climático, retire su apoyo a una empresa que fabrica automóviles eléctricos? Es pura hipocresía. ¿Por qué ganar dinero con el fracaso de una empresa de automóviles de energía sostenible?", explica el autor de la biografía que estuvo pensando Musk durante la reunión. Gates creyó que, pese a que la decisión fue errónea, y le pidió disculpas, Musk fue muy borde durante la visita. Pero no se lo tomó a mal. "Como es muy borde con tanta gente, no hay que tomárselo como algo personal", concluyó.
Musk y Gates no comparten visiones sobre el espacio y Marte, otra de las obsesiones de Musk. Según el de Redmond, la colonización del planeta rojo es su gran obsesión. "Le dejé que me explicara su pensamiento sobre Marte, lo cual es un pensamiento un tanto extraño", le dijo Bill Gates al biógrafo de Musk, que corroboró toda la historia. Musk cree que esa colonia es un arca, una forma de mantener viva la humanidad en Marte cuando la guerra nuclear acabe con todo. Tras este desencuentro, Musk ridiculizó a Gates en redes sociales, pero este último no se lo tomó a mal. En una cena en Washington DC, todos los asistentes criticaban a Musk y el lo defendió. "Puedes pensar lo que quieras sobre el comportamiento de Elon, pero no hay nadie en nuestro tiempo que haya hecho más que él para ampliar los límites de la ciencia y la innovación", espetó a los comensales. Grimes, por su parte, fue más prosaica y piensa por qué no salió bien este encuentro: "Me imagino que fue una especie de concurso de medición de penes”.